Otro días más, otro día de mierda en la ciudad de los Santos, gobernada por el querido superintendente Gustabo Garcia, y su fiel amigo Horacio Perez.En aquella complicada ciudad, los ciudadanos adoraban en cierta forma al superintendente y el comisario, o bueno, comisarios, porque no solo era ese. Mucho se sorprendían de la edad de estos, porque no llegaban ni a los 30 años. Lo cual era de admirar, porque eran jóvenes bien puestos en la tierra con ideas claras y a veces muy divertidos.
Y hoy era un día especial, hoy abría oposiciones, y casi toda la ciudad quería ser poli con tales jefes, porque si, eran serios y todo, pero al ser jóvenes también divertían a sus alumnos nuevos.
Aunque hoy no era un buen día para Gustabo, estaba algo cansado por los badulaques del día anterior, habai a asistido a 10 atracos y encima tuvo que procesarlos, lo bueno era que era rápido en eso.
En cambio Horacio se preparaba con una gran sonrisa y siempre con su maquillaje puesto, su característica cresta que cambiaba en mes en mes de colores y su piercing en la oreja.
Ellos vivían en el mismo barrio, vecinos prácticamente.
Gustabo se alistó con una ganas que parecía que volvía a al escuela, se puso gel el cabello y sus gafas. Salió y sonrió al ver como Horacio ya lo esperaba en la entrada de su casa.
- puerco-
- payaso, como despertaste?-
- bien.....- dijo con cansancio
- te tomaste tu café matutino o hay que ir por el?- cuestiono divertido él crestas.
- haya que ir por el - dijo para luego sentarte de inmediato en el asiento de copiloto del auto.
- pues bueno....otro día que llegamos tarde -
- no, llegamos a tiempo Horacios ya verás-
Horaico rodó los ojos con gracia, se sabía que Gustabo si no tomaba su café, se ponía de mal humor y aparte llegaban tarde por comprárselo.
Horacio arrancó el coche, fue al primer badulaque y pidió el café de Gustabo, y uno para el. Y se fueron directo a comisaría, dándose cuenta que llegaban justo a tiempo.
Desde la entrada de comisaría se notaba la multitud, había gente solo por oposiciones y gente a denunciar. Los dos al ver esto, suspiraron para bajarse del coche y la gente al verlos corrieron a ellos.
Gustabo puso su cara seria y Horacio igual. Solo así la gente se apartó, pensando que estaban enojados, cuando solo los querían espantar de su camino.
Al llegar se toparon con su amigo y el comisario más adorable, Segismundo. El cual estaba atendiendo denuncias y dando paletas. Pero por el otro lado estaba su otro mejor amigo y muy grosero a veces, aunque no podían hacerlo cambiar de opinión porque decía que eso era parte de ser mexicano. Emilio llevaba a los chicos que querían hacer oposiciones a la sala de juntas.
Noto a mucho aspirantes, algunos parecían maleantes y otros otakus dé closet. Aunque si él llamó la atención de un pelinegro que de inmediato apartó la vista, pues una señorita parecía querer denunciar con él directamente.
Horacio fue directo a los aspirantes y entre ellos noto al un chico muy alto, con cabello blanco perla.....y unos ojos preciosos a su parecer. Pero tuvo que sacar cualquier idea, no podía ser el chico de antes. Porque ahora tenía que proteger a la gente de la ciudad.
Por otro lado, un joven y su hermano de alma estaban juntos caminando junto a otro aspirante a ser policía, Volkov agarraba de la mano a Jack, pues tenía miedo y eso que parecía al revés, pues la gente pensaba que daba miedo, cuando era el, el que tenía miedo, Jakc estaba ahí aora cuidarlo.
¿Que hacían ahí?
Querían pasar la oposiciones para poder ser policías, era el sueño de Jack y Viktor, pero sus padres fueron sobre protectores con ellos y terminaron estudiando uno medicina y el otro chef, y ahora que estaban en una nueva ciudad querían empezar de nuevo. Así que cuando supieron sobre ser policías, dieron sus papeles de inmediato a la policía para ser aspirantes.
Pero ahora parecía que uno se había hecha de para atrás.
- vamos volkov, era tu sueño -
- era...- recalcó el ruso.
-y yo pensaba que los rusos eran aventados -
- pero no......conway y si se burlan de mi estatura, de mi cabello....de mi...-
- les pateo el culo a esas nenazas - defendió conway.
Habían subido ya las escaleras al primer piso y ya estaban llegando a al sala de juntas,
Los sentaron todos, sorprendiéndose que fueron exactos. Miro a todos lados conway, encontrándose con personajes bastantes llamativos, un barbas, uno de pelo azul, dos rubios, y otros más chicos con tatuajes y cosas curiosas.
Esperaba que el jefe de la ciudad los sacara a ellos primero, pues no parecían valer la pena. Mientras que Viktor y el, venían bien vestidos y bien peinados, sin ningún tatuaje y nada de perforaciones.
Sonrió para si, al saber que podría ser mejor que estos papanatas.
Primer cap...que emoción we
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Reverse Au
FanfictionEl superintendente Garcia y el comisario perez reinan en aquella ciudad tan complicada. Y no se lo dejarán fácil sus superiores pues agregaron más novatos a al policía. Aunque.....hay uno que le llamó la atención al superintendente, mientras que un...