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Wonwoo vagaba por los pasillos a la hora del receso, sus amigos le habían abandonado por ir a jugar con unas bengalas del doctor filibuster que Soonyoung trajo de sus vacaciones en Rumania.

Recién pasaron tres semanas desde que regresaron al colegio y a los 2 días ya estaban haciendo de las suyas; Seokmin, Soonyoung y Seungkwan eran los más bromistas en toda la escuela desde que ingresaron, se hacían llamar BooSeokSoon, el trío dinamita. Wonwoo y Minghao siempre corrían con la mala suerte de tropezarse con ellos cuando los pillaban haciendo una de sus travesuras, terminando igual de castigados que los otros tres. Por eso decidió pasear solo esa vez antes de presenciar algún desastre de sus amigos de nuevo, necesitaba tener un sexto año tranquilo.

Estaba tan concentrado en sus pisadas que le tomó menos de 10 segundos para colisionar con otro cuerpo y caer de trasero al piso, ambos terminaron quejándose por tremendo golpe que se llevaron.

—¡Ten cuidado por donde miras!—gritó una voz muy conocida para él.

Al ver a la persona con la que chocó, era nada más y nada menos que Kim Mingyu, un Hufflepuff un año menor que él con el que por alguna extraña razón que todo el castillo desconocía peleaban a duelo desde el momento en que cruzaron palabra por primera vez.

Solo se quedó callado, mirándole con aquellos ojos serios e intimidantes para cualquiera. El Slytherin, aunque no lo intentaba, era uno de los alumnos más respetados de Hogwarts y nadie se atrevía a siquiera mirarlo mal desde atrás. Claro que Kim era una excepción a eso, a él poco le importaba si se trataba del príncipe de las serpientes o el mismísimo Merlín, todos eran igual ante sus ojos. 

—¿Por qué mejor no lo tienes tú, poste con patas?—gruñó, aunque si era cierto que no prestaba atención a su camino.

—Ah, Wonwoo...—¿y ahora qué le picó a este?—disculpa, no quería lastimarte ¿te ayudo?

Jeon solo le miraba raro desde el suelo, en cualquier situación normal ya estarían lanzándose algunos desmaius y expulsos a la cara; era muy extraño que su archienemigo le pidiera perdón y le ofreciera la mano en zon de paz. 

—No necesito tu ayuda, puedo solo—se levantó, sacudiendo un poco sus pantalones e inspeccionando que no le haya pasado nada a su varita.

—Tenía una pregunta que quería hacerte.

—¿Qué? Mientras no sea una tontería apresúrate, tengo cosas más importantes que hacer—claro que era mentira, sus únicos planes eran asaltar la cocina y dormir en la clase de historia.

—Bueno, verás, yo estaba pensando...

—¿Tú piensas?—se burló el mayor.

—Cállate y déjame hablar—reprendió—bueno, el otro día en la fiesta de compromiso de tu hermana, dijiste algo de que nunca fuiste a citas y—dudó un poco—solo era una idea, no lo tomes a mal pero sería una buena oportunidad para ambos ¿sabes? yo necesito de la ayuda de alguien y tú también, así que.

—Corta el rollo y dime de una vez lo que quieres, Mingyu—interrumpió al tejón.

—Bueno, queríasabersi¿quieresirahogsmeadeelsábadoconmigo?

—¿Por qué querría ir a Hogsmeade el sábado contigo?

—Podrías tener tu cita y ayudarme al mismo tiempo.

—¿Y yo por qué tendría que ayudarte en algo? ¿Qué te hace pensar que quiero tener mi primera cita contigo? Mira, quizás te conté eso pero era para no estar tan incómodos en la cena, después de todo nuestros padres se llevan tan bien que tenemos que pretender que nosotros también lo hacemos, pero no era para que pensaras que podríamos empezar a salir y esas cosas.

—Wow, tranquilo, déjame explicarte primero—carraspeó incómodo—hay una chica de Ravenclaw que no me deja en paz desde inicios de curso del año pasado, y como no dejaba de insistir en que saliera con ella le dije que ya salía con alguien más.

—¿Y dijiste que era conmigo?—preguntó fastidiado.

—No, solo que no me creyó del todo, y la única forma de que dejara de molestar es probándole que sí salgo con alguien. Piensa que es otra chica, pero si es con un hombre sería mucho mejor, aceptará de una vez que no tendrá oportunidad nunca. 

—Bueno, pero ¿por qué justamente me lo pides a mi?

—Ya deja de interrumpirme—dijo—Ninguno de mis amigos puede ayudarme pues todos tienen pareja o no quieren, se lo pediría a Cheol hyung pero Jeonghan y Joshua me petrificarían y Hansol ya tiene demasiados problemas con el estrés del equipo como para meterlo en esto. No puedo hablarle así nomás a un desconocido tampoco, y como con mis amigos es demasiado obvio...

—Yo soy la mejor opción, ¿verdad? El típico ''del odio al amor hay un solo paso''—señaló haciendo comillas con los dedos—ahí tienes un punto. Eres listo después de todo.

—¿Y qué dices? ¿Me ayudarás?

—Pero no vamos a lo importante ¿Qué gano yo con todo esto?

—Lo que tú quieras, solo ayúdame y finge ser mi novio por un tiempo, por favor—le miró suplicante con ambas manos juntas—¿por fis?

Fingió pensar un rato su respuesta, no sería tan malo tener a su proveedor personal de dulces por un tiempo.

—Está bien.

—¿EN SERIO? GRACIAS—gritó, dándole un sorpresivo abrazo que dejó muy colorados a ambos chicos—ajaja lo siento, me emocioné un poco.

—Me di cuenta—sonrió un poco hacia él.

Por otro lado, Mingyu sentía el corazón desbocado y la sangre drenándose al ver a quien supuestamente era su peor enemigo sonreír hacia él, había visto aquella sonrisa de lejos tantas veces a lo largo de los años pero nunca dirigida hacia su persona. Había soñado tantas veces con verle ablandando sus facciones hacia él y usando esa voz tierna que le daba a Chan cuando jugaban en el jardín, llevaba tanto tiempo deseando una muestra bonita de atención de parte de Wonwoo que no sabía que hacer en ese momento así que solo sonrió de vuelta.

Cuando Seokmin le dio aquella idea le parecía tan tonta, él jamás aceptaría y solo se haría más ilusiones al tenerlo cerca. Pero ahí estaba, accediendo sin pelear demasiado y ya sentía que lograba todos sus cometidos en la vida. 

—Okay, nos encontraremos en el vestíbulo el sábado después del desayuno.

—Nos vemos, ahora corre porque ya empezó tu clase de transformaciones y no querrás que la profesora te castigue otra vez—advirtió el más bajo.

—Dios mío, ya es tarde—empezó a caminar—espera, ¿cómo sabes que clase tengo ahora?

—Adiós, Mingyu—y se marchó a paso tranquilo a las cocinas, al final terminaría durmiendo en su alcoba porque ya estaba muy atrasado para Historia de la Magia.

Amortentia•Minwon• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora