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-¿Irás con Kim Mingyu a una cita el sábado?¿Es enserio Wonwoo?

-Si, ¿Algún problema con eso?-preguntó fastidiado, no era como si estuviera muy feliz con eso.

-Bueno, tal vez esta el tema que ustedes no pueden estar en una habitación juntos sin hacerla explotar ¿Hola?¿Quién eres y qué hiciste con Jeon Wonwoo?

-Jihoon, por favor-soltó con un suspiro-ya te lo explicaré todo otro día, ahora déjame dormir.

Estaba por caer dormido plácidamente en su cómoda y suave camita cuando fue sacudido por su mejor amigo de nuevo.

-¡¿Ahora qué?!

-Te recuerdo que tenemos DCAO a primera hora, genio, el desayuno está por terminar-dijo mientras salía rápidamente con sus cosas ya listas para correr a clases.

Entró en razón apenas lo procesó todo los siguientes 3 minutos mirando el techo de su cama, cayendo de ésta con todo y colcha.

-Buenos días alumnos, el día de hoy haremos solo ejercicios prácticos, ya estudiamos la teoría las últimas dos clases. Deben de estar preparados para empezar con los hechizos no verbales, estamos muy avanzados como verán, y me enorgullezco bastante de ustedes. Armen parejas y yo los iré llamando.

-¿Te pones conmigo?

-Hola, Junhui-dijo con una sonrisa irónica-Si quieres que te patee el trasero como la última vez, adelante.

-Esa vez solo fui fácil contigo, ahora no me darás ni chispas en el pelo, ya verás-rió avergonzado.

-Si, claro-rodó los ojos.

Wonwoo aveces podía ser un poco egocéntrico y sarcástico cuando de clases de defensa o encantamientos se trataba. La verdad, no era en vano; se le reconocía como uno de los mejores de su curso y de aquella generación junto a Lee Jihoon de su misma casa, y una japonesa llamada Sana, que iba a Ravenclaw.

El joven Slytherin era realmente bueno en todo tipo de hechizos, por lo tanto, Junhui volvió a ser derrotado aquella clase.

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Wonwoo corría con desesperación a las escaleras, apenas terminó de almorzar y se durmió en la biblioteca durante aquella pequeña hora libre luego del almuerzo, y esa pequeña hora pasó a ser dos horas, llegando inmensamente tarde a su clase de pociones.

¿Qué le pasaba ese día que tenía tanto sueño y llegaba tarde a todos lados? Fácil respuesta que no quería responderse a sí mismo: se durmió tarde la noche anterior pensando en Kim Mingyu y la cita falsa que tenían el próximo sábado, o sea, al día siguiente, en Hogsmeade.

No quería mentirse a si mismo, pero tenía la necesidad de hacerlo. Se sentía extrañamente emocionado, como si le hubieran dado un filtro de éxtasis en el jugo de calabaza y tenía que ocultar aquella sonrisa que quería escapar de sus labios.

Empezaba a sospechar del muffin que Seokmin le invitó aquella mañana ¿le habrá puesto algo? Sabía que él era el mejor amigo del otro tejón, podrían haberse confabulado para hacer algo en su contra y engañarle y que se pusiera así con una cita que en realidad era una trampa para dejarlo mal frente al resto del colegio. Si, eso debía ser, y por eso se sonrojaba cada vez que veía al más alto a lo lejos, de la rabia, por supuesto que era por eso.

-Disculpen, con permiso, a un lado-decía mientras esquivaba a los alumnos que cambiaban de clase y bajaba por las escaleras, se hubiera quedado en su dormitorio, después de todo estaban más cerca y no estaría llegando más tarde aún.

-Hey, ¿A dónde vas?

Paró en seco luego de escuchar esa voz a sus espaldas, como si un petrificus totalus le hubiera dado.

-¿Wonwoo hyung?-preguntó-¿Estás ahí?

-Si, Kim-aclaró la garganta y dando tres grandes respiros, dio la vuelta para mirar al otro-¿Qué haces fuera de clase?

-Puedo preguntar lo mismo-exclamó

-Voy tarde, no me estorbes-iba a retomar su camino cuando le tomaron del brazo-Kim, que--

-Nos vemos mañana, Wonwoo-sonrió reluciendo sus brillantes dientes.

En ese momento, Wonwoo quiso tirar su cara contra su almohada y gritar ¡¿Por qué tenía que ser tan adorable?!

-Si...si, si nos vemos mañana-dijo tontamente-okay, adiós.

Se soltó del agarre del menor y a paso rápido bajó a las mazmorras, yendo directamente a su dormitorio. Ya llevaba una hora y media retrasado después de todo, dormiría de una vez luego de darse un baño con agua fría, ese calor que sentía no lo podía entender ni explicar.

Amortentia•Minwon• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora