Fics cortos true blood // Eric Northman

El beso en la oficina

"No puedo dejar este mundo, enfrentar la verdadera muerte, sin besarte, Sookie Stackhause" Susurró Eric, mirando a la rubia en su oficina. Olía como Bill Compton, ese bastardo la había marcado con su olor nauseabundo, y él tenía la intención de hacer que su último día posible en la tierra fuera lo más divertido posible.

Sookie dió un paso atrás, golpeando el escritorio con sus piernas. "Eric... no puedo... soy".

"No eres de Bill"  siseó levantando los brazos para rodearla, atrapándola contra él. "Puedes oler como él y él puede haber tomado una parte de ti, pero tus ojos, Sookie, gritan por mi. Están suplicando por mi... Deseo, curiosidad y amor. Lo veo Sookie Stachause. Lo siento, solo déjame tomarlo".

Sookie miró a Eric con ojos de asombro. ¿Podía sentirlo? ¿El deseo que sentía cuando él estaba tan cerca de ella como ahora? ¿La curiosidad que tenía por saber cómo sabría él en comparación a Bill? ¿El amor que sentía por el vikingo rubio a solo unos centímetros de su rostro?

Eric le suplicó con ojos fuertes que se rindiera a él. "Déjame probarte Sookie".

Sookie levantó la cabeza y separó sus labios. Eric sonrió y cerró el pequeño espacio entre ellos. Él no movió las manos y las de ella se quedaron a los lados mientras la besaba. Eric podía sentirlo. El sol en sus labios. Los melocotones que desayunó. La menta que había tomado la noche anterior. Ella levantó las manos para rodear su cintura y movió una mano a su rostro, tomó su mejilla y la atrajo hacia sí. La luz del  sol en la que había estado tres años le hormigueó los labios. "Dios sookie". Susurró contra sus labios. La amaba, amaba a su pequeña hada rubia. "Sabe tan bien".

La levantó sobre su escritorio y sus piernas se envolvieron alrededor de las suyas. Sus manos exploraron su cuerpo. Sus suaves brazos dorados milenarios, sus costados duros y su vientre plano. Sus manos finalmente alcanzaron su cabello y se apartó. Él la miró a los ojos mientras ella acariciaba su suave cabello.-"Me gusta corto" susurró "Puedo ver tus ojos".

"Entonces no te habría gustado hace mil años", Susurró él, "Todos los hombres vikingos tenían el pelo y la barba larga".

"¿Tenías barba?"-Preguntó, pasando su  mano a lo largo de la linea de la mandíbula donde estaba la barba corta. Le hizo cosquillas cuando se besaron. Eric se rió entre dientes. "No, no me gustaban. Pero mi cabello era largo. Mi madre solía ponerme trenzas en el cabello para ocasiones especiales" Eric se entristeció ente la mención de sus padres. "Eran gente maravillosa".

"¿Cuál era el nombre de tu madre?" Preguntó Sookie, pasando un dedo en un circulo alrededor de su mano.

"Astrid". Su nombre le dolió el corazón. Mil años de remordimiento y pesar llenaron su mente. Eric saltó del escritorio y se paseó por su oficina. "No quiero hablar de ellos Sookie".

Sookie asintió y cruzó las piernas sobre el escritorio de Eric. "Y no has eso. Te ves demasiado... tentadora".

Sookie bajó las piernas y suspiró. Un minuto de silencio calló entre ellos antes de que Sookie hablara de nuevo. "Dijiste que Rusell te había quitado algo. ¿Algo que querías recuperar?" Ella preguntó. Eric suspiró y se enderezó antes de ponerse detrás de su escritorio. Sookie vio como Eric se agachaba junto a la caja fuerte y marcaba el código. Metió la mano uy sacó algo.

Eric suspiró profundamente y se puso de pie, girándose y enfrentando a Sookie. Extendió sus manos. "Esta es la corona de mi padre" dijo. Sookie jadeó. Ella miró la corona redonda dorada en sus manos. "La recuperé".

"¿Tu padre era rey?" Preguntó Sookie. "¿Rey de los vikingos?" Eric se rió entre dientes y se unió a Sookie en el escritorio nuevamente.

"No. El era un rey, pero solo de una pequeña aldea. Mi padre se la había quitado a otro en una batalla. Era un guerrero increible". Eric se entristeció al pensar en su familia. Sookie vio su rostro cambiar. "Rusell llegó a nuestra aldea unos años antes de que yo me convirtiera. Estaba en la cocina cuando él y sus lobos atacaron. Mataron a todos. Mi madre, mi padre, mi hermanita. Sin embargo, no me mató. Un lobo me atacó, me hirió y vi como el lobo le quitaba la corona a mi padre muerto y se la llevaba. Nunca dejé de mirar, incluso después de que Godric me convirtió".