♡ Amor y Pecado ♡

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Me encontraba en la cocina de mi casa o, al menos, lo que de ella quedaba. Como tu vida cambia tan de golpe, eso nadie puedo saberlo. Un dia te despiertas pensando que sera tan solo igual que el anterior, y horas mas tarde eres parte de una puta guerra Santa.

Mi mente divagaba por la situación, mirando la taza frente a mi como si fuera lo mas interesante del mundo. Todo, hasta que sentí una mano en mi hombro, la cual me sorprendió. Gire el rostro para encontrarme con Evelyn, la cual me sonreia con cierta dulzura. Yo le respondí con otra, un poco mas tranquilo.

Evelyn: Necesitas ayuda?

Jade: No, tranquila. Yo solo estaba algo... Distraido.

Evelyn: Si, seguro. Y yo soy una alumna de diez.

Reí ante su respuesta sarcástica. Era verdad, ella nunca sacó mas de siete en la escuela, pues siempre estaba distraida o hablando.

Jade: Eres terrible niña. Anda, llevale esta a Lance. Yo voy enseguida.

Evelyn: Claro pequeño gruñón.

Le entregue dos tazas para que se las lleve, mientras terminaba de preparar la mia y la de Sofía. Al acabar, solté un pequeño suspiro y fui a la sala, donde ya estaban sentados. Evelyn y Lance se colocaron en los dos sillones individuales, mientras Sofía en el grande, donde me coloque a su lado, dandole su taza.

Jade: Aqui tienes, un café dulce como te gusta, con un pequeño detalle.

Sofia: Gracias pequeño.

Cuando me dijo eso, me sonroje, pero no tanto como ella al ver lo que hice en su café con la espuma. Ella se limito a sonreir dulcemente, así que solo mire hacia los otros dos, los cuales se veian confundidos. Pero no tanto como yo, al recibir un beso en la mejilla de parte de la contraria.

Sofía: Gracias Jade, en el fondo si que eres una dulzura.

Mis mejillas ardían, sentí un pequeño aumento en mis latidos, pero traté de ignorarlo. Carraspee suavemente y mire mi taza un momento antes de hablar.

Jade: Bueno, ya saben el porqué estan aquí. Pero primero, para poder hablar, deberán esperar a que yo termine la explicación que daré a continuación, vale?

Al ver que todos estaban de acuerdo, continúe.

Jade: Ahora, les contaré el porqué de mi existencia. Yo no soy un adolescente. Solo en esta reencarnación, porque en realidad yo tengo mas de 3000 años. Vengo de los tiempos ancestrales, alli donde dios y el diablo se cruzaron de nuevo...

Eran tiempos de caos aqui en la tierra. El bien y el mal, aunque trataban de estar equilibrados, se mantenian en constante cambio en la balanza. En esos dias, Dios si ayudaba al ser humano con sus males y dificultades, como asi también Lucifer hacia de las suyas.
Tras años de una incansable lucha por ver quien era el que mas inpacto causaba sobre la tierra, decidieron que harían un pacto, asi ambos estarían tranquilos y no harian mas caos.
Ambos estuvieron de acuerdo en que se quedarian en sus reinos y no volverían de nuevo al mundo terrenal ni a meterse en los asuntos de los humanos. Esto funcionó, pero por muy poco tiempo. A medida que los dias pasaban, los humanos, al no tener señales de Dios o sus Ángeles, empezaron a perder la fe en ellos, cayendo así en el vicio que las garras de Lucifer ofrecían.
El no necesitaba mandar a nadie para que lo sigan. Al contrario! Ya que si no das a cambio, la gente sabe que de ti no espera nada. Pero, qué pasa si lo unico que necesitas es que, aquel que si daba, se vaya?
El solo debia sentarse a esperar por la gente que poco a poco perdia la fe por el creador.
No era culpa de Dios que la gente no creyera, mas bien, al contrario. Los acostumbraron a una vida de soluciones fáciles y rápidas, asi que cuando ya no las tenian, se molestaron, se confundieron. Eran como niños frustrados en el laberinto de la vida, perdidos, emocionales y afectados por la repentina desaparición de la mano cuidadora de quien antes era su padre.
Dios comenzo a creer que Lucifer si estaba provocando al ser humano el cual, en verdad, solo hacia lo posible por no ver la realidad en la que ahora se encontraban.
Debidoa la desconfianza que tenía, decidio romper inconscientemente la promesa hecha de no intervenir en nuestro hogar, mandando así a un primogénito seguidor suyo.
Pero el no era cualquier ser vivo de la mano de dios. Mas bien, era Dios. El era los ojos, las manos y el cuerpo de dios, pero como una especie de Dios en escala terrenal.
Este Mini Dios logró involucrarse por un tiempo en la tierra y entre los humanos, recuperando asi la fe ciega por El Creador. Pero claro, las mentiras tienen patas cortas, siendo descubierto asi la gran traición del Ser. Enfurecido, ese día el infierno ardió mas que nunca, los gritos de los condenados retumbaron por toda la caverna infernal, logrando hacer que los diablillos que alli debajo estaban, se escondieran en sus cuevas.
Lucifer estuvo largo tiempo sin saber que hacer para tener una venganza contra El. Hasta que por fin se le ocurrió algo. Creo una copia de el mismo para mandarlo a la tierra al igual que hizo Dios. Pero con la diferencia de que este personaje era una mujer. Una mujer bella, con un cabello rizado largo hasta la cintura, unas curvas envidiables y atributos capaces de hacer babear a hombres y mujeres por igual.
Esta no era una parte de Lucifer. Ella era una creación de el, su primer humano capaz de pensar y sentir. Pero tenia tan solo el proposito de atraer el mal y el pecado alli por donde pisara.
La mandó a un pueblo algo avanzado para su epoca, con viviendas con cuatro y cinco pisos, edificios pequeños, bares y pequeños mercados. Como era de esperarse no faltaba un burdel, sitio donde mujeres cobraban para satisfacer el deseo carnal de los hombres necesitados y viajeros desesperados por una noche de placer.
Cuando llegó, no hubo mirada que no se perdiera en ella, vestida con solo unas telas al rededor de su busto y en su cintura, tapando sus partes privadas.
Asi se fue al bar, donde todos los hombres le preguntaban por su nombre.

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⏰ Última actualización: Feb 18, 2021 ⏰

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