♡ Esto es incomodo ♡

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Allí estaba, tendido en mi cama con la vista perdida en el techo. Mi respiración estaba agitada y mi cuerpo sudaba a pesar de que sentia frío.
Me senté en la cama y miré a mi alrededor, viendo que solo la luz de la luna bastaba para que mi cuarto se iluminara. El escritorio, la silla repleta de ropa y mis estanterías con mangas y libros me hicieron ver que aun estaba allí.

Solté un suspiro y me puse a mirar por la ventana, hacia la habitación de ella. Estaba oscuro y su cortina corrida. La calle estaba vacía y solo un farol solitario saba algo que mirar. En eso, note movimiento y la luz de Sofía encenderse.
Sorprendido, mantuve mi vista fija en ella, hasta que corrió la cortina. Vi que ella tambiénse ponia en la ventana, pero de espaldas a mi, sintiendo un pequeño alivio.

Jade: Que hace?

Pensé. Apoyado en el borde de la ventana, mantuve mi vista en la chica, notando asi que tenia algo en la mano, sin poder ver que era por la distancia.

Hasta que no volvió a dormirse, no pude quedarme tranquilo. Aún asi, no dormí, viendo asi la salida del sol. Solté un suspiro y negue con la cabeza, levantándome para ir a bañarme.
Al salir y cambiarme con una camisa negra junto a unos vaqueros del mismo tono, bajé a la cocina solo para hacer el desayuno. Cuando mi madre me vio, sonrió, riendo suavemente.

Sra. Black: Dormiste? Te ves terrible y tienes unas ojeras mortales.

Jade: Que graciosa. Pero, no, no dormí.

Mi madre negó y acaricio mi cabeza, revolviendo mi cabello mientras una sonrisa aparecía en mi rostro cansado. Mis ojos, de un verde casi gris, mostraban mi cansancio aparte de mi respuesta a su trato.
Terminé de hacer el café y puse dos tazas con el liquido marrón en la mesa, sentandome con mi vista a la ventana, que daba al jardin trasero. No era ni grande ni pequeño, alcanzando asi para poder tener una mesa y sillas para cuando el dia proponía una merienda afuera.

Mi vista se posó en una rama que estaba moviéndose por el viento, haciendo que mi mente divagara. Mi madre me sacó de mi mente, solo para decirme que ya tenia que irme.
Sin muchas ganas tomé mi mochila y la salude desde la puerta, saliendo en direccion a la escuela.
Pero, esta vez, no me coloqué mis audifonos. Decidí que seria mejor ir en silencio ya que a esa hora de la mañana, no habia gran movimiento que digamos y necesitaba despejar mi mente.

En el trayecto, note la presencia de alguien, detras mío, suponiendo que era Sofía. Al confirmar mi pensamiento, mi corazón latio rapido, algo que solo me pasaba con las pesadillas. Esta vez, como era de esperarse, me ignoró. Debia sentirme aliviado por eso pero, en realidad, me sentia desanimado. Mi vista bajo al suelo al tiempo que ella pasaba por mi lado, sin siquiera sentirme animado a observarla.

Lo que él no sabía, era que ella si lo miró, extrañandolo.

Solté un suspiro y segui caminando hasta llegar a la escuela, donde vi como Ella se sentaba en una de las bancas, poniendose a escribir en una libreta.
Pasé obligado por delante de ella, con la cabeza gacha y los nervios dominandome.
Fui directo al salón solo por no querer estar a la vista, ni yo poder verla a ella.

En la banca, ella no pudo evitar mirar disimuladamente al chico. Luego, volvio a escribir, notandoasi como su mano temblaba. Soltó un bufido y se levantó, ya que tambien debia entrar al salón. Cuando cruzó la puerta, se detuvo en seco, mirando directo al muchacho, el cual estaba perdido mirando por la ventana

El secreto de tus ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora