Postmortem Diary One-Shot

Forya: El Ángel de Noel.

En el infierno se llevaba a cabo una gran celebración, gritos de almas desgarradoras amenizaban la fiesta.

En una lugrubre mesa estaba Lucifer y el Ser Horrible teniendo una discusión, pues al terminar la celebración se decidirá quien iba por un premio suculento a la tierra,un alma y sangre les aguardaba a aquel que ganará el sorteo.

—Ser Horrible, tú que has estado entre humanos dime ¿quieres regresar? pues eres tú el señor de los sueños y tragedias que atormentan a los humanos.–Dijo Lucifer.

—Esos miserables me tienen arto, pero sabes, debemos mandar al soñador el infeliz de Forya. ¿Me preguntó dónde andará ese estúpido?, Dime Lucifer ¿que te parece la idea?.–Dijo El Ser Horrible con una sonrisa sarcástica en su rostro cadáverico.

—Que buena idea hasta ya me estoy divirtiendo con lo que pasará.–Exclamo con encanto Lucifer entrelazando los dedos.

Entre alaridos y demonios comiendo restos de humanos y saboreando cada pedazo del festín caníbal, estaba Forya un ángel caído, sus alas eran grandes y blancas, sus ojos eran rojos como el fuego vivo del infierno, su rostro era puro angelical, sin maldad en esa sonrisa que encantaba al que lo mirara, pero de pensamiento oscuro oculto bajo esa bondadosa sonrisa, buscaba unos huesos para saborear de ellos esa rica carne humana con sus dientes puntiagudos.

Cuando de repente se oyó un sonoro grito que provenía de la garganta áspera de Lucifer:

—!Forya!.–Gritaba–¿Ven enseguida demonio mal nacido!.

Forya voló con sus grandes alas y fue en un abrir y cerrar de ojos hasta donde estaba su amo.

—¡Ordene mi Señor Eterno!.–Dijo inclinado con la cabeza sin mirar a Lucifer.

—Hemos hecho el sorteó anual y te toco a ti.–Mintio Lucifer– vas a ir hasta la tierra pues son vísperas navideñas y vas a traer el alma de un ser inocente pues Amon el Ser Horrible quiere un esclavo, ya sabes lo que tienes que hacer, ¡Ahora lárgate!.

—¡Pero yo !, Señor –Dijo alzando la mirada  algo confundido.

—¡Que te largues dije.–Finalizo Lucifer.

Alzó el vuelo para llegar desde el infierno hasta la tierra, el camino fue algo difícil, entre sombras llegó a la tierra en medio de la oscuridad una sombra a la mitad de la calle, había llegado a las afueras de un pequeño pueblo.

Se sentó en una piedra grande a las afueras de una casa con una ventana de madera y ahí se puso a hablar consigo mismo.

—Como diablos voy a hacer lo que me pide Lucifer, ¡no se por donde empezar!, Nunca había venido a la tierra, ¿como le voy a hacer? Pensó.

Para cuándo termino de lamentarse miro detalladamente una casita humilde, y lentamente se acercó y miro por la ventana, en el interior había una mujer y un pequeño niño que rezaban por el plato de pasta con salsa que estaba en la mesa y el se pregunto así mismo.

<<Este niño es el ideal me lo voy a llevar, ¿será muy difícil? ¿O a la mujer ?debo de ver qué más pasa ....

Siguió mirando y en el interior el rezo continúa dando gracias a Dios por la cena, era navidad y esperando que Noel trajera algo el niño le dijo a su madre.

—Madre si me duermo ahora ¿papá Noel me traerá algo?.-Dijo el infante.

—¡Duerme hijo mío! Quizá en tus dulces sueños tengas lo que yo no puedo darte ahora.–Le respondió la madre entre lágrimas.

—Si madre en mis sueños veré a Papá Noel, le pediré un lindo caballo de madera, ¡no llores mamá ! Ya veras cuando despierte tendré mis regalos.