Parte 4.

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-Hay... ¿Hay alguien ahí?- Susurró mirando hacia atrás cuando una rama se rompió de la nada, siempre odió esa frase en las películas de terror pero en esa situación no supo qué más decir, estaba empezando a asustarse a medida que los ruidos parecían estar rodeándolo para atacar en cualquier momento.

No se equivocaba, en tanto se volteó para revisar la otra parte del bosque una fuerte mano le cubrió su boca agresivamente, un resoplido azotó contra su oreja poniéndole los vellos de punta, sus ojos se llenaron de lágrimas cuando sus delicados labios empezaron a lastimarse contra sus dientes debido a la presión que estaban ejerciendo.

-Otro estúpido reportero, empezaba a darme hambre.- Susurró una voz masculina proveniente desde atrás, le dio una vuelta descuidada a Taehyung para deleitarse con el miedo que bañaba los ojos de su víctima, Taehyung no lograba procesar que era lo que pasaba, ¿Cómo es que ese hombre estaba ahí?

-Usted...- No podía hablar.

-Oh, mis modales, es verdad, mi nombre es Jung Hoseok, no quiero saber el tuyo, no me servirá para nada. -Los ojos de Taehyung se abrieron de par en par al escuchar el nombre, se supone que aquel chico había muerto, lo veía ahí tan... Vivo, un hombre de unos treinta y tantos, con un cuerpo magnifico y vestido de manera muy formal, estaba ahí mirándolo con una mirada cargada de hambre. Las dudas llenaron su cabeza pero una prevalecía.

-¿donde lo afectó la radiación?- Dijo el reportero sin pensar verdaderamente.

-Ya veo que es un chico curioso... Permítame mostrarle.- Le dio una sonrisa antes de desencajar su mandíbula haciendo un ruido repugnante, Taehyung empezó a llorar en silencio dado que el terror no le permitía emitir ruido alguno, en la boca del hombre se veían cuatro filas de amarrillos y puntiagudos dientes ansiosos por devorarlo. La cámara de Taehyung cayó al suelo en tanto fue atacado.

Al día siguiente de todo salió una nota en los periódicos respecto a la nueva realidad de la ciudad que fue el epicentro de una explosión nuclear, lo extraño de todo es que el reportero que hizo la investigación no se presentó a entregar la información, en su lugar un hombre guapo y con una sonrisa encantadora fue quien otorgó el escrito adjuntando las fotos dándole el crédito a alguien acobijado bajo el nombre de Kim Taehyung, cada foto estaba firmada con una frase bastante peculiar, "La curiosidad mató al gato".

Toxicidad. HopeVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora