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| | Tn Byrne | |

Me desperté a las 7 a.m después de que Carlos y Erick estuvieran tocando el departamento, había podido conciliar el sueño ya tarde entonces no había dormido mucho.

- ¿Qué hacen aquí tan temprano? - Pregunté adormilada -

- Visitandolas - Sonrió Erick -

- ¿Por qué traen maletas? - Pregunté de nuevo -

- ¡Sorpresa! - Sonrió tímido Carlos -

- Nos corrieron del apartamento - Dije sin más Erick -

- ¿Qué hicieron? Ni una semana tienen ahí - Dije rodando los ojos -

- Creo que en nuestra "reunión" de ayer se nos pasó un poquito - Contesto Carlos mientras se acostaba en el sofá -

- Si me imagino que es ese "poquito" - Reí - ¿Se quedarán aquí? O buscarán otro departamento -

- Déjanos quedarnos aquí hoy mientras que estos días buscamos otro - Dijo Erick haciendo un puchero -

- Bien - Dije - ahora que me acuerdo el departamento de enfrente está desocupado o al menos que ya lo hayan rentado -

(...)

- Bien, me voy no han desastre por favor - suplique -

- Primero que nada ¿A dónde vas? Y segundo no prometemos nada - Contesto Erick -

- Iré a una cena con unos amigos de la infancia, entonces tal vez venga tarde - Sonreí -

Después de eso salí del departamento, Charlie dijo que podía venir por mi pero me negué. Una porque me da nervios quedarme mucho tiempo con el sola no se es demasiado guapo para mis ojos y Dos porque realmente siento que quiero llorar.

Así que tome un taxi para que me llevará hacia su casa, quedaba a unos minutos del departamento entonces si no habría tráfico no tardaría mucho en llegar. Siendo sincera los nervios me están matando lentamente ni siquiera sé cómo reacción en estos momentos, solo estoy concentrada en mirar las calles de Los Ángeles sin pensar en que podría pasar en unos minutos.

- Bien respira y toca el timbre - pensé -

Después de varios segundos y un grito de "¡Yo voy!" Abrieron la puerta, en ella estaba una chica de mi estatura y de cabello claro atrás de ella se encontraba Charlie.

- Hola - Sonreí -

- Ella es Meghan - Dijo Charlie señalandola, ella solo estaba parada viéndome -

Meghan no hablo solo se acercó a mi para darme un abrazo, ella y yo éramos mejores amigas no nos separamos para nada éramos como uña y mugre como bien decía mamá.

- Fueron muchos años - Dije nostálgica mientras nos separábamos del abrazo -

- Lo sé, luces irreconocible - Rió -

Después de eso pase a la casa era muy bonita y amplia, más grande que la que tenían en Canadá. Nos sentamos en el living mientras Meghan me contaba que hasta hace poco trataba de encontrarme por medio de las redes sociales, pero le fue imposible pues de igual manera mi nombre no era el único en el mundo.

- Entonces te acabas de mudar a Los Ángeles - Dijo Meghan -

- Si, tengo como cuatro días aquí, vine a firmar contrato con una disquera y pues estaré como tres meses aquí, probablemente regrese a Canadá después - Contesté -

- ¡Es muy poquito! Debemos de aprovechar todo lo que estés aquí - Dijo exaltada - Por cierto ¿Disquiera de que? ¿Eres cantante? - pregunto confusa -

- Si algo así - Reí - estoy en una banda con unos amigos, hasta hace poco que sacamos una canción que digamos se volvió viral pudimos tener la oportunidad de que una disquera nos representará - Complete -

- ¡Es genial! Siempre te la vivías cantando - Rió -

Después de varias risas y chistes malos de Charlie como era de costumbre, entró una señora que pude conocer era Jeanette no había cambiado para nada estos últimos años y mantenía esa sonrisa que la caracterizaba.

- ¿Tn? Mírate que bella estás, siempre supe que lo serías desde niña tenías esos ojos tan bonitos - Sonrió abrazándome -

- Que gusto verla, me da demasiada nostalgia que por fin después de muchos años nos hayamos encontrado - Sonreí -

- ¡Que alegría! ¿Y tu madre? De seguro también está aquí en Los Ángeles - Sonrió emocionada Jeanette -

Mierda.

- No, ella no está aquí - Sonreí cabizbaja -

- ¿En serio te dejo venir sola? Era muy protectora contigo de niña, me juro que nunca te dejaría sola eras su pequeña princesita - Sonrió con nostalgia -

- Lastima que no pudo cumplir eso - Dije mirándola -

- ¿Por qué dices? ¿Sucedió algo? - Dijo preocupada -

- Ella... - Callé unos segundos, tenía a todos mirándome, me sentía triste al tener que decir esto. -  tuvimos un accidente recién cumplía mis 11 años y - suspiré - ella no resistió los golpes fue la más dañada, ese mismo día murió - complete, tenía mis ojos llorosos y no podía mirarla -

Levanté mi mirada, tenía los ojos llorosos ni siquiera podía decir algo más. Ella solo me miró llorando y me abrazo, sentía calidez en aquel abrazo y era algo que no había sentido hace muchos años nadie podía hacer que me sintiera tan segura.




𝐄𝐥 𝐑𝐞𝐞𝐧𝐜𝐮𝐞𝐧𝐭𝐫𝐨  » 𝙲𝚑𝚊𝚛𝚕𝚎𝚜 𝙶𝚒𝚕𝚕𝚎𝚜𝚙𝚒𝚎 «Donde viven las historias. Descúbrelo ahora