Lo lograron, el retumbar se detuvo, aunque murieron niños, mujeres, gente inocente, en resumen, vidas cobradas, habían salvado a otras mas.
Sabían que al detener el retumbar había peligro de que otras naciones buscaran venganza, pero por ahora aquellos que "héroes" debían pensar en otra cosa.
Una asiática de cabellos azabaches usaba su equipo hasta llegar hacia la titan femenina que estaba en el suelo.
Aquella joven estaba llena de tristeza, su única familia había muerto, no, ella lo había matado.
Fue difícil, pero era él o la humanidad, decisión difícil, pero no quería perder a mas gente, ya habían perdido a su comandante por ganar tiempo, no iba a dejar que su muerte haya sido en vano, tampoco de sus demás camaradas muertos en batallas anteriores.
Busco en la nuca para ver si la encontraba, se preocupaba de que ella aun no saliera de su titan.
La miro, aun no salia, se preocupo mas, pero al verla se dio cuenta de otra cosa, Annie no salia por algo preocupante, ella simplemente estaba mirando el cielo, las aves volaban a un mejor lugar, lejos de este infierno llamada guerra.
-Annie...
-¿Donde esta Armin?, luego de que derrotamos a Eren no lo he visto, lo busque pero estaba tan cansada que mi titan cayo al suelo, no lo se...- ella solo miraba el cielo.
Mikasa solo se acerco y con fuerza la saco de ahí, se le hizo extraño que las marcas de Annie se tardaban un poco en evaporarse, ella había visto con sus dos mejores amigos el tiempo que se llevaba, hasta aquel sonido que hacia el humo, pero esta vez era un poco lento.
Tomo a la rubia de la cintura tomándola con fuerza, ella estaba cansada, pero su amiga también, desde que salio de ese cristal sus ultimas dos transformaciones han sido bastante distintas, mas lentas y algo holgazanas, se notaba que desde ese día ella odiaba mucho mas ser la titan femenina.
-Vamos a buscarlo- ella disparo con su equipo para de esa manera salir de ahí -Yo tambien estoy preocupada, yo no resistiría perder a mi otro mejor amigo en un mismo dia- se notaba que su voz era seria.
Ambas jóvenes buscaban a aquel joven muchacho, Annie se estaba desesperando, mas cuando Mikasa al parecer estaba regresando.
-¿Que?, ¿Que haces?- dijo lago molesta.
-Lo lamento, pero debemos ver si los demás están bien, así talvez no ayudan a buscarlo- decía la asiática.
Annie queria decir algo, pero luego de ver la mirada de la muchacha no dijo nada.
-¡Mikasa, por aqui!- grito Connie.
La asiática bajo junto con la rubia, Mikasa estaba algo cansada así que cayo un poco rápido al suelo.
-¡Mikasa!- un chico de cabellos castaños corrió hacia la mencionada.
La tomo entre sus brazos, y le acaricio la mejilla con cariño mientras la asiática abría sus ojos poco a poco.
-¿Jean?....
-Gracias a Dios, solo agonizaste unos segundos- dijo mientras la abrazaba.
Annie miraba aquella linda escena, desidio ir hacia otro lado, pero se encontró con Pieck.
-¿Aun no lo has visto?- pregunto la azabache.
Annie solo negó, con la pregunta de su camarada dio a entender que ellos tanpoco.
Hace unos minutos lo había visto, en su palma, había salido de la boca de aquel okapi, verlo así de pequeño le recordó como hace años atrás fue casi lo mismo, pero ahora peleaba en el mismo bando que él, ya no era su enemigo.
