Al llegar a la edad de catorce años, entrando en su segundo año de secundaria, Mikaela descubrió que, efectivamente, le gustaba Yuuichirou. Le gustaba muchísimo.
Y aceptarlo no fue la parte difícil, sino ocultarlo, pues el mirarle se había convertido en algo tan común como respirar, y debido a eso, él se dio cuenta —cosa rara, pues era muy despistado— de que era el blanco de sus ojos la mayoría del tiempo. Además de eso, hay que sumarle un pequeñísimo problema: Shiho Kimizuki y Rene Simm, sus guardaespaldas.
Teniendo en cuenta que al moreno le desagradaba, el hecho de que ellos dos estuvieran cerca suyo solo era un obstáculo más sumado a su, para nada, posible romance. Y para su pésima suerte, dos meses después de que iniciara el año escolar, descubrió que Rene estaba interesado también.
Sentir celos fue poco para el huracán que tenía en su interior y que contenía fieramente, no obstante, cuando a mitad de año la noticia que recorrió la secundaria fue el noviazgo de Yuuichirou Ichinose y Rene Simm, tuvo que asistir a clases de artes y golpear el saco de arena del club de boxeo para drenar su enojo.
Faltó a la escuela casi una semana completa porque definitivamente no quería verlos todos acaramelados, y Yoichi iba a su casa para dejarle las tareas y ponerlo al día. Y por supuesto, se reía al ver que su teoría era absolutamente cierta, aunque también sentía pena de su amigo.
Por su parte, desde ese último desagradable incidente donde casi fue atropellado, la vida de Yuu había sido sumamente tranquila y llena de cosas buenas. Se había estado divirtiendo mucho en su nueva vida de secundaria.
Y entonces, lentamente se hizo consciente de las atenciones que tenía Rene para con su persona; cuando le acariciaba el cabello o las mejillas, o cuando se burlaba de él y luego le decía algo lindo, o la forma en que siempre le sonreía al ayudarle con sus tareas o cuando lo llevaba a caballo en su espalda. Era muy amable a su manera y eso acabó por gustarle.
Para cuando se le declaró, ya le gustaba tanto que rechazarlo no era una opción y aceptó sin ninguna duda el ser su pareja. Por supuesto, Guren no lo sabía. Aunque Shinya sí y el pequeño Shusaku también, y claro, les agradaba la idea y le apoyaban. Oh, Kimizuki también tenía conocimiento de ello; en realidad, fue el primero en saberlo.
Para ellos, todo estaba saliendo bien y color de rosas; se divertían y se ayudaban mutuamente, dejando en el olvido a aquel rubio que pudo provocarles una enorme pérdida de no haber sido capaz de reaccionar a tiempo.
Por un tiempo, Yuu y Rene fueron novios; básicamente, fueron la primera experiencia romántica del otro, además de su primer beso —mas no en el plano sexual no— y aunque se separaron cuando cumplieron quince por cosas de la vida, siguieron siendo los mismos buenos amigos que eran antes de ser una pareja.
Fue como si ese período donde se besaban y hacían mimos no hubiese ocurrido en realidad, ya que era muy común el contacto físico entre ellos; de modo que retomaron su amistad como si nada y volvieron a ser un trío de amigos, y no solo una pareja con su violinista.
Sin embargo, esto no fue de conocimiento para Mikaela, quien ya se había rendido en todo lo que al Ichinose respectaba; ya que al cambiar el año escolar estaban en clases completamente distintas, y aun si le seguía gustando, ya no intentaba absolutamente nada para acercarse. Tan solo disfrutaba de la amistad de Yoichi y sufría los amargos momentos de soledad en su hogar.
Con los años, el matrimonio de sus padres se hizo cada vez menos estable, y él fue dejado en el olvido por la misma razón, así que no fue una sorpresa verse a sí mismo tan triste y frustrado. Un reflejo de esto fue el dejar de cortarse el cabello y los círculos oscuros bajo sus ojos en su pálida piel. Además de la coraza involuntaria que puso en sí mismo para evitar ser herido nuevamente por alguien a quien quería.
A diferencia de Yuu, quien vivía felizmente con sus padres amorosos y dulces y su pequeño hermano; Mika estaba solo en su casa, a la que ya no sabía si podía llamar "hogar", pues no se sentía como uno. Por supuesto, esto afectó completamente todo.
Ya no se trataba solo del miedo a ser rechazado u odiado, iba más allá de ello; y las únicas personas que podían hacerle sentir un poco mejor, aunque fuesen unos instantes, eran Lacus y Yoichi, a quienes presentó en una ocasión en que le visitaron a la vez.
La vida fue absolutamente distinta para los dos en sus años de secundaria, porque mientras uno los llamaría "maravillosos y divertidos", el otro se referiría a ellos más como "dolorosos y tristes". Pero pese a que estos momentos parecían durar para siempre, no sería así, porque después de cada tormenta viene la calma.
Y además, la vida es efímera. Está llena de instantes llenos de penumbra, así como otros en los que podemos sentirnos en el mismísimo cielo; solamente debes seguir viviendo y enfrentarte a los malos ratos para disfrutar de los buenos.
Se trata, simple y llanamente, de "vivir la vida".
Me puse filosófica mientras estaba escribiendo xD
Nos estamos acercando cada vez más al clímax de la historia uwu
Espero que les haya gustado <3
Bye!
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Lo siento, Yuu-chan [MikaYuu]
Fanfiction"Porque Mika quería disculparse con Yuu, aunque el mundo no lo dejara hacerlo". Historia Yaoi/Gay Boy Love/ChicoxChico. Advertencia 1: Esta historia tiene un ritmo lento de desarrollo que quizá a muchos se les pueda hacer molesto, repetitivo o deses...