Narrador omnisciente;
Daniel y Valentín acababan de despertarse de la siesta.
Son mejores amigos desde hace años, con el tiempo se volvieron inseparables. Entre ellos eran muy cariñosos, siempre se demostraban lo mucho que se querían y lo mucho que le importaba el uno al otro.
Daniel en la noche no suele dormir mucho, le cuesta irse a dormir pronto, pero cuando se encontraba con Valentín, no tenía ningún problema para dormir, así que solían dormir una siesta de vez en cuando.
Valentín estaba viendo el celular mientras Daniel lo abrazaba, escuchando los latidos del corazón de Valen, su amado mejor amigo.
Daniel se sentía como en el cielo, lleno de paz, tranquilo y cómodo, con Valentín siempre tenía esa sensación.
Valentín empezó a acariciarle el cabello al chico que lo abrazaba, haciendo que se arrime a él.
- Danu. - llamó Valentín.
- ¿Mhm? - contestó para que prosiguiera.
- ¿Por qué nuestros amigos nos emparejan? - preguntó Valentín, poniendo nervioso a Daniel.
Valentín no mentía, sus amigos siempre los estaban jodiendo, emparejándolos.
Daniel lo habló con sus amigos, a él le gustaba Valentín, y ellos siempre le recomendaron hablarlo con Valen, mas no lo hizo, tenía miedo de perder esa intocable amistad que tenían.
Valentín nunca lo había hablado con nadie, tenía miedo de lo que sus amigos pensaran de él, pero también le gustaba su mejor amigo.
No llegaron a decirse nada debido al miedo del rechazo de parte de ambos.
- Capaz porque somos muy cariñosos y unidos, no sé, dicen que hacemos buena pareja. - respondió Daniel encogiéndose de hombros.
- ¿Vos pensás lo mismo? - preguntó Valentín, refiriéndose a lo de "buena pareja".
Daniel se sentó de golpe, no sabía si hacían bueno pareja, ojalá, pensó.
Durante unos segundos pensó una respuesta, sin dar con una que le convenza.
- Y no sé, ¿vos?
- Supongo que sí.
- ¿Posta?
- Sí, seríamos muy lindos y una buena pareja, seguro. - dijo Valentín gesticulando con las manos, él siempre hablaba con el acompañamiento de sus manos.
- ¿Lo pensaste alguna vez? - preguntó Daniel, podía notar su corazón latir fuertemente.
- ¿Qué cosa? - Valentín también estaba nervioso, no sabía muy bien qué estaba sucediendo.
- Una relación nuestra - soltó Daniel rápidamente, pero Valentín le entendió.
- Sí - dijo mientras se rascaba la nuca, nervioso, al ver que no recibía respuesta de Dani, siguió - Es decir, somos muy cariñosos - dijo resaltando el "muy" - somos casi novios, Daniel.
- Pero no lo somos. - contestó, sin saber muy bien qué decir.
- Sí, ya sé. - se acomodó Valentín en la cama de Daniel.
Se quedaron en silencio, ninguno de los dos sabía qué responder, ambos estaban extremadamente nerviosos, y no querían que la conversación acabase allí.
- ¿No vas a decir nada más? - preguntó Daniel, después de la repuesta de Valentín.
- ¿Qué querés que diga? Me acabás de echar en cara que no somos novios. - respondió, un poco brusco.
- No te lo estaba echando en cara.
- ¿Entonces? ¿A qué venía eso? Ya sé que no somos novios, perfectamente. - siguió con ese tono.
- No me hablés así Valen, no iba con esa intención.
- ¿Entonces con qué intención?
- A mi me encantaría que fuéramos novios, y sé que no es así, por eso dije eso, perdón, no debí decirlo. - dijo Daniel, entrecortándose su voz de los nervios.
- ¿Lo decís en serio? - preguntó Valentín, sentía que el corazón dejaría de latir en cualquier momento.
- Sí Valentín.
- No pensé que vos pensarás así de nosotros.
- Perdón pero es que sos demasiado lindo conmigo, siempre te preocupás, me alegras el día con solo tu sonrisa Val, no sé en qué momento comenzó a pasar todo esto, pero agradezco lo que he vivido contigo y me gustarían vivir mil cosas más a tu lado. - dijo Daniel, casi temblando.
- Danu. - dijo haciendo puchero, a Valentín le había emocionado lo que había dicho Daniel, jamás pensó que todo esto sucedería fuera de sus sueños.
- Perdón Val.
- No Daniel. Vos también has hecho muchísimas cosas por mí. Cuando estaba en mis peores momentos, vos siempre estabas ahí, con tu sonrisa, animándome y siempre te lo voy a agradecer. - dijo, sentándose al lado de Daniel, para calmarlo un poco, Daniel seguía temblando.
- No sé como lo hacés Valentín, sos totalmente magia. Llegás y todo el ambiente cambia. Me ayudás en todo, incluso a dormir. - rieron ambos levemente - Sos como una amatista, poderoso y protector. - dijo, haciendo que Valentín lo abrazara.
Valentín le gustaba aprender sobre esos temas; cristales, minerales, piedras... Y ahí se dio cuenta que Daniel se había informado, cosa que le pareció muy tierna, ya que Valentín le comentó que la amatista era su piedra favorita.
Daniel, hace un tiempo, buscó sobre la amatista, ya que era la favorita de Valentín y le gustaba informarse sobre lo que le gusta a él. Cuando leyó sobre la amatista, pensó directamente en Valentín. Valen era una amatista en carne y hueso.
- Daniel. - lo llamó Valentín - ¿querés comenzar una relación conmigo?
Daniel rió por la formalidad del otro, pero por dentro se moría de amor, llevaba deseando eso desde hace tiempo.
- Sí, Valen. - contestó, viendo como la carita del último nombrado se llenaba de luz.
- Gracias por darme esta oportunidad, Daniel.
- Gracias a vos por todo. - contestó, volviendo a acostarse en su cama - Vení. - dijo palmeando el hueco a su lado.
Valentín se acostó al lado de Daniel, y Daniel lo abrazó, pero esta vez estaban más cerca.
Ambos se abrazaban, se encontraban en total paz, se sentían en el paraíso.
- Tengo algo para vos. - contó Daniel, separándose del abrazo, Valentín se quejó levemente.
Buscó algo en su cajonera, hasta que encontró aquello que había comprado para su, ahora, novio.
- Cerrá los ojos. - Valentín obedeció a sus órdenes - Abrí las manos - obedeció también.
Daniel dejó el collar con una piedrita de amatista en las manos de Valentín.
- Ya podés abrir los ojos Val.
En el momento que Valentín abrió los ojos y vio lo que había entre sus manos, abrazó a Daniel. Aunque fueran pequeños detalles, Valentín lo agradecía, y agradecía que lo escuchase y le prestase atención.
- Muchísimas gracias, Daniel, no sé como agradecerte esto.
- Con vos es más que suficiente.
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Es la primera vez que hago algo de este estilo, así que espero que les agrade mucho.
Me gustó escribir esto, entonces, capaz, escriba más one shots o novelas de pocos capítulos.
Y AYUDA, HOY ME COMPRÉ UNA AMATISTA, SOY LÁGRIMAS.
Como siempre, les quiero mucho, besito en la cola <3.
A.
