Extra 🔞

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Desde la noche de su graduación y de ese increíble momento en los baños de la discoteca, ambos se habían quedado con ganas de seguir repitiendo aquello

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Desde la noche de su graduación y de ese increíble momento en los baños de la discoteca, ambos se habían quedado con ganas de seguir repitiendo aquello. Los labios, el cuerpo y aquellos hoyuelos que Dios le había entregado a Chan, habían sido la cura perfecta para superar a ese dichoso Jisung, el cual seguía sin parar de mandar mensajes a Minho y de intentar contactar con el mediante llamadas.

Una de las noches en las que Minho había invitado a Chan a su casa para tener un plan de película y un montón de chucherías para ellos dos, el móvil de Minho comenzó a vibrar suavemente sobre la mesita de café, dejando ver un número desconocido para ambos chicos pero que, a la vez, sabían quién estaba detrás de ese nuevo número.

Sin el permiso del más joven, Chan agarró el teléfono y lo desbloqueó con rabia, llevándoselo al oído.

-Oye, Jisung. Ya basta, ¿no? ¿Es que no te cansas ni un poco de seguir llamando? ¡Y encima con otro número!- Chan se levantó del sofá en el que estaban ambos chicos y puso su mano libre en su cadera.- Eres insoportable. ¡Supera a Minho de una jodida vez! ¡Acepta que estoy yo ahora con él!

Minho había parado la película y observaba al más mayor con ojos brillantes, viendo cómo su mirada se había oscurecido y sus facciones habían cambiado por completo de ser un osito de peluche a alguien terriblemente enfadado. Su ceño estaba fruncido y sus labios estaban apretados convirtiéndose en una fina línea.

La voz de Jisung sonó lejana para el oído de Minho, solamente podía escuchar lo que Chan le contestaba.

-Pues me la suda. ¡Me da igual lo que digas! ¡No haberte liado con otro, joder! Y como sigas llamando a Minho, juro por mi vida que te voy a encontrar y te voy a explicar las cosas de una manera muy clara. ¿¡Entendido!?- En la habitación reinó un silencio de lo más intenso, no escuchándose nada al otro lado de la línea- Tomaré tu silencio como un "no volveré a llamar" porque, si no es así, te vas a arrepentir.

Chan pulsó el botón de colgar y dejó el teléfono de nuevo sobre la madera de la mesita de café, sentándose en el mismo sofá. Bueno, sentándose no, más bien dejándose caer y llevándose las manos a la cara exasperadamente. Minho aún seguía mirándole fijamente con el mando de la tele aún en la mano. Salió de su asombro después de ver aquel Chan tan diferente que salía a flote cuando este se enfadaba o había algo que le molestaba de sobremanera y, tenía que admitirlo, aquél Chan le ponía bastante.

Dejó el mando a un lado del sofá y gateó hasta el cuerpo del mayor, colocándose a continuación sobre su regazo y poniendo sus piernas a ambos lados de su cadera. Con sus manos apartó las del chico de su rostro para poder mirarle a los ojos. Su ceño aún seguía fruncido y llevó su dedo índice para comenzar a masajearlo en un intento de relajar su malhumor. El simple hecho de escuchar el nombre del ex de Minho, o de verle por la calle en sus múltiples citas, hacía que el mayor cambiase por completo su estado emocional. Veía injusto que Jisung hubiese jugado de esa manera con los sentimientos de Minho y no permitiría, de ninguna manera, que el imbécil del otro se arrastrase a sus pies para pedirle que volviera con él. ¡La de veces que habían bloqueado números de teléfono con los que llamaba una y otra vez! Sin contar con las innumerables cuentas falsas que se creaba para poder contactar con Minho...

¿Quieres fuego? - Chanho/Minchan [COMPLETA] + 1 EXTRADonde viven las historias. Descúbrelo ahora