Capítulo Uno.

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Mi nombre es Nina Violett Jacobs y tengo 17 años. Asisto al Instituto de Cambridge donde termino mi educación básica antes de entrar a la universidad y tomo un pequeño curso de sociología. No tengo más amigos que Niall Horan. Soy demasiado tímida y él es el único que se ha atrevido a hablar con "la rara".

Mi celular me sobresaltó, mientras anunciaba otro día en el infierno mediante el maldito despertador. Salté de la cama y me metí al baño. Tome mi ropa. Una simple camiseta, shorts de mezclilla y mis converse negras. Baje a la cocina y prepare mi tazón de cereal. Cuando termine subí nuevamente a lavarme los dientes y a tomar mi mochila y libros.

Antes de salir saque mi chaqueta del armario. No podía tentar al clima londinense a hacerme una mala jugada. Tome las llaves y salí en dirección a la cochera. Tire mis cosas al asiento trasero de mi Aston Martin azul, y comencé a conducir hacia el instituto. Puse el radio y empecé a cantar una canción de Queen. Olvide todo por un momento e imagine mi vida perfecta, esa que tanto anhelaba...

Sin siquiera darme cuenta llegué al campus. Estacione el auto en un lugar apartado y me baje para ir en busca de mi mejor amigo.

Todos me miraban con desprecio. Como si yo fuera un bicho raro. Algo peligroso y a lo que hay que temer... Como siempre los ignoré, pase como si nada entre los demás. En el lugar me conocen como "la rara", "la antisocial", "la chica mala", "la problemática". Mi lista de sobrenombres era enorme, pero en realidad ya no me importaban. ¿Quienes eran ellos para juzgarme? Ni siquiera me conocían...

Una cabellera rubia y una mirada maliciosa llamaron mi atención. Ahí estaba él, mi mejor amigo.

-¿Por qué me haces esperar por ti?- susurro Niall a mi oído cuando se acerco a mi y me abrazo como siempre.

-Hola a ti también- mascullé con sarcasmo mientras rodaba los ojos.

-Tu vida seria aburrida sin mi- dijo soltando una risita mientras tomaba mi mano y entrelazaba nuestros dedos.

La relación que llevaba con Niall era un tanto especial. A veces fingíamos ser una pareja aunque en realidad eramos mejores amigos.

-¿Qué tal tu fin de semana? ¿No me extrañaste mucho?- habló con malicia mientras caminábamos por el pasillo principal.

-Fue interesante, conocí a un malicioso chico rubio que intentaba llevarme a la cama cada cinco segundos. El lado bueno es que su madre lo regañaba cada que lo veía- sonreí involuntariamente.

Había pasado el fin de semana con Niall y su madre. Este era un seductor de naturaleza, y aunque era mi mejor amigo eso no le impedía seducirme. Maura lo regañaba cuando lo hacia e incluso amenazó con dejarlo sin cena como castigo. Si, a Niall Horan solo le asusta perderse una comida.

-Oh vamos, acepta que soy irresistible- dio media vuelta para encarame y luego se señalo a si mismo en forma apreciativa.

Tenia que reconocerlo, Niall era muy guapo; aparte de que era muy cariñoso cuando se le daba la oportunidad. Todos creían que era un maldito gilipollas, pero era juzgado solo por su apariencia, así como yo lo había sido. Era particularmente encantador y seductor sin siquiera proponérselo. Conmigo se hacia el chulo para fastidiarme, pero con los demás era completamente involuntario; y a pesar de lo que se decía de él, no era un Don Juan. A penas y había salido con dos chicas en tres años.

Me mordí el labio mientras lo miraba de pies a cabeza, para luego soltarlo lentamente.

-No estas nada mal, pero aun así te sigo viendo como mi idiota mejor amigo, el cual creo que es gay- él echo su cabeza hacia atrás soltando una sonora carcajada, provocando mi risa también.

It must have been love (Zayn Malik)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora