Capítulo Dos.

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Había una vez. Esa había sido siempre la historia con la cual me mentían, diciéndome que el final seria feliz sin importar que pasara. Pero los años te dan cátedras de vida, y estas te dejan enseñanzas. Aprendí que no siempre hay final feliz.

Con pesadez camine a través de los pasillos de la universidad, hacia el taller de lectura y redacción. Había dejado a Niall en psicología de camino a mi siguiente clase. A pesar de haber intentado que  aclarara mis dudas acerca de su extraño comentario, no logre nada más que un "No".

—Quien demonios te necesita— mascullé furiosa dejando a un lado mi mochila.

Exasperada saque mi libreta de notas, y me puse a dibujar distraída mientras esperaba a la maestra. La verdad no tenía el por qué interesarme el significado de sus palabras, así que decidí ignorar a la molesta voz interna en mi cabeza que insistía en averiguarlo.

Cinco minutos después, la señora Kingston entro al aula la cual estaba semi vacía. Los estudiantes del campus solían evadir materias como esta. Todos tenían una pareja menos yo, lo cual me daba la libertad de crear lo que a mi se me diera la gana. Aunque llevaba un curso especializado de sociología, mi otra pasión era la escritura.

La clase de hoy consistía en redactar una historia corta. Con un suspiro cansado comencé a formar mi historia en el cuaderno.

-¿Nina?— Me llamó la señora Kingstone.

—¿Si?— le conteste dudosa mientras alzaba la vista con cierta cohibición.

—Ven, necesito hablar contigo— un calambre atravesó mi estómago, advirtiéndome que esas palabras no significaban nada bueno.

Ignorando a mi intuición asentí y camine hacia su escritorio.

—Veras, eres mi mejor alumna, y quisiera que ayudaras a un nuevo estudiante. Él también toma un curso de sociología al igual que tu, pero tiene problemas en redacción. Dios sabe que ese pobre chico no es muy dado a escribir pero hace su mejor esfuerzo— explicó con voz apresurada y gesticulando exageradamente.— ¿Puedes ayudarme con esto?

—Eso es trabajo suyo no mio— le dije restándole importancia al asunto, y evitando aceptar.

—Se que es asunto mio señorita Jacobs. Pero el chico es un caso difícil, ya ha estado con más maestros incluyéndome, y simplemente es insoportable.

—¿O sea que como usted no pudo con él quiere que yo lo haga y que me mande a freír espárragos?— el desdén proveniente de mi voz era mas que palpable.

—Lo que quiero es que su carácter insoportable e irritante sirva para una buena causa— ¡joder esta mujer era un dolor de culo!

Amaba su clase, pero era una perra como persona.

—Me niego. No voy a dejar que un capullo de quinta me joda más la vida.

—Cuide su lenguaje señorita Jacobs. Y le aseguro que tendrá que hacerlo, claro si quiere ganar créditos para pasar mi materia. No tiene créditos suficientes para pasarla, y esta es su oportunidad.

Demonios. La mujer era buena negociando. Ahora me arrepentía de no haber aceptado trabajar con un imbécil soportable, algún idiota hijo de papi como el resto de los ya conocidos del campus.

—Esta bien— gruñí dejando ver mi rabia.—Pero a cambio usted tendrá que darle créditos a Niall por participación voluntaria.

Sonreí mientras veía como su rostro se contraía en una mueca.

Niall aun tenia que pasar una materia extra para graduarse, y la perra antes mencionada se los negó. Ahora le veía el lado positivo a las cosas. Al menos ella también haría algo que no quería.

It must have been love (Zayn Malik)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora