Quedarte ➳ j.b

Epilogo

Cuatros meses habían pasado desde aquel día en donde jure nunca ser más ser la misma. Él se había llevado todo de mí, pero no iba a dejar que eso me consumiera de un todo. No había estado del todo bien, pero estaba tratando de reconstruirme. Tenía que dejar el pasado atrás. De la misma manera en la que él lo había hecho?

Era lo justo. ¿No?

Hace unos días había conocido a un hombre muy apuesto. Jason. Le había contado todo aquel lío y él se ofreció a ayudarme para así poder superarlo de un todo. O como él había dicho.

Unir todos los pedazos de mi roto corazón.

Estaba concentrada en mi tarea de limpiar una estantería cuando siento mi celular vibrar en mi bolsillo. Lo saco de allí y casi me caigo para atrás al ver el nombre qué marcaba la pantalla.

Eso no lo esperaba.

Justin Bieber.

Intrigada respondo la llamada.

—¿Alo?

—¿Emma?— escucho es voz que tanto extrañe por el otro lado de la línea.

—Ella misma habla. ¿Quién es?

Claramente me hago la desinteresada. No le iba a dar ese gusto después de todo.

No merecía ni lo más mínimo de mí. Ya no.

—Me hacía falta escuchar tu voz...— confiesa y cierro los ojos. Se sentían como punzadas en mi corazón. 

¿Cómo podía estar hablando en serio?

—Creo que te debo una disculpa.

¿Creía?

No respondí y él siguió.

—He sido un estúpido Emma. No he medido mi realidad, ni las consecuencias de lo que hacía. Me arrepiento tanto. Nunca debí de irme y dejarte. Te echo mucho de menos. No sé en qué pensaba. He cambiado. Lo prometo.— yo tan solo seguía en silencio tratando de procesar sus palabras.

Habían pasado cuatro largos meses de agonía para mí. En donde no había parado de llorar un día. Me había costado mucho dejar de llorarle y hacerle luto. Él me había roto el corazón. Y de la peor manera.

¿Cómo pensaba que las cosas eran de esa manera? ¿Tan sencillas?

—Solo he llamado para pedirte algo que llevo pesando hace semanas. ¿Tú me darías una segunda oportunidad? Te quiero devuelta conmigo Emma. Te necesito.

Ni las agallas para decírmelo de frente tenía.

Ahora estaba aquí. Llamándome. Yo no sabía qué decir. Había estado demasiado ocupada recogiendo los pedazos del desastre que él había hecho.

—¿Emma? ¿No dirás nada?

—¿Qué quieres que te diga Justin?— me atreví hablar por primera vez.— Estaba en la palma de tu mano. ¿Ahora me dices que me quieres de vuelta? Ahora es demasiado tarde. 

—Tú no lo entiendes.

—Todo lo que tenías que hacer era quedarte. Cuando escuchaste mis suplicas.

Solo se escuchaba su pesada respiración.

—Te recuerdo que tú mismo te buscaste esto. Tú lo terminaste. Eras todo lo que yo quería.

Se había llevado todo de mí.

—Pero lo entiendo. Las personas como tú lamentablemente siempre desean volver a tener lo que han dejado ir. Y las personas como yo quieren creerte cuando dices que has cambiado. Pero mientras más lo pienso ahora, menos lo sé. 

Pero no otra vez. Con todo el dolor de mi alma. Estaba tratando de reconstruirme. 

—Todo lo que sé es que tú nos sacaste del camino. Era sencillo Justin, todo lo que tenías que hacer era quedarte.

Volví a repetir aquellas palabras que me retumbaron por tantos meses.

—Pero no lo hiciste. Ya es tarde. Lo lamento Justin.

Sin más colgué. Tal vez al final no estuvimos hechos el uno para el otro.