Erase Una Vez, En Que Tu Y Yo... {MinSung}

1. MinHo, El Chico Que Trabaja En El Banco.

¿Podría haber acaso algo más aburrido que trabajar en un banco a tus veinticuatro años?

Si.

Trabajar en un banco a tus veinticuatro años viviendo solo en un pueblo más muerto que la confianza en la iglesia católica.

Bueno, bueno, aún hay gente que le tiene confianza a iglesia católica y debe ser por esa misma razón que a MinHo aun le queda un poco de esperanza en el cuerpo.

-Mira, Jeon, no te puedo dar un préstamo- Se pasó las manos por el cabello negro- Si me dices que es para la universidad quizás algo, algo poco, podríamos hacer, pero no para una motocicleta.

-Entonces es para la universidad-Jeon WonWoo le sonrió con falsa inocencia.

-Si fuera por mi aprobaría los préstamos para todos pero tus datos están en el sistema y ellos te perseguirán hasta la muerte- Suspiró frustrado, arruinar los sueños de la gente por falta de dinero era un difícil trabajo cuando lo haces cada día- Evitate problemas, lo digo en serio.

WonWoo tuvo que ver la sinceridad en sus ojos porque finalmente se rindió.

-Bueno, si Lee lo dice nada puedo hacer-El alto chico se puso de pie resignado y dio media vuelta-Adiós MinHo.

-Adiós, saludos a MinGyu.

-En tu nombre.

Vivir en MaGik significaba conocer a casi todos los pobladores, sus vidas, sus parejas, hijos, trabajos y rara vez cuando comenzaba la temporada de turismo conocías algún extranjero o citadino.

Pero no pasaba mucho.

MinHo amaba quejarse de su vida pero sinceramente no tenía ánimos para cambiarla.

¿Buscar una casa nueva? Dios no.

¿Encontrar un nuevo trabajo? Casi imposible.

¿Hacer amigos nuevos? Definitivamente no.

Estudiar una licenciatura técnica dos años en Seúl casi lo mata ¿Esa gente como vive respirando ese aire? ¿Están vivos al menos?

Como sea, la vida es así y pues nada que hacer.

MinHo estaba a punto de llamar al siguiente cliente cuando toda la luz del departamento de asistencia se fue.
Tardó un par de minutos hasta que el gerente salió diciendo que era una falla a largo plazo y que todos debían retirarse, eso incluía a los trabajadores.

Bueno, genial.

Aflojó su corbata y tomó su maletín, se despidió de sus colegas y salió rumbo a su hogar.

Pensó en ir directamente a casa pero ya que aún había luz solar afuera prefirió tomar un paseo e ir por el camino largo.

Dio vueltas por las afueras del pueblo, ya no habían casi casas, sólo encontró una pergola, arbustos, árboles y una fuente.

-¡Oh! - Se sorprendió- Es una fuente de los deseos.

Se preguntó porqué no habría nadie paseando por ahí, el lugar era sin dudas muy bello. Buscó en su bolsillo una moneda pero no había nada.

Decepcionado estaba listo para irse cuando escuchó algo.

Llanto.

No parecía el llanto de un infante y sin embargo tampoco era el de un adulto, pero sea quien sea lloraba desconsolado.

MinHo siguió el sonido caminando entre los árboles hasta dar con un bulto en el suelo, no, era un muchacho.

Solo podía ver su cabello, sus delgados brazos y sus ropas, una gran túnica color beige que en esa posición le cubría todo el cuerpo.

-¿Estás bien? - Preguntó haciendo al chico saltar de la impresión y perder el equilibrio terminando acostado en su espalda- Ou, perdóname.

Se acercó a ayudarle a ponerse de pie pero falló al encontrarse con semejante rostro.

Era sencillamente... Bello.

Jamás lo había conocido, lo recordaría, habiendo vistos esos ojos por sólo por un segundo MinHo ya sabía eran inolvidables.

-Déjame ayudarte- Retomó la compostura.

Lo jaló de los brazos, era liviano, y de pie era más pequeño que él, cosa extraña pues MinHo no es realmente muy alto.

-Hey ya no llores, ¿Cómo te llamas? - Le preguntó.

-Yo...yo... Soy JiSung- El chico se limpio las mejillas húmedas con sus palmas sucias dejando un rastro de tierra en su rostro- ¿Quién eres tú?

-Me llamo Lee MinHo, mucho gusto, ¿Puedo saber por qué estás llorando? ¿No eres de por aquí verdad?

MinHo nunca había sido de los que se preocupan por los demás, era un solitario, pero este muchacho se veía tan triste.

- Es que quiero ir a casa, no sé cómo llegue aquí- Jisung miró a todos lados-Este no es mi bosque.

-¿Tu bosque? ¿Hay un bosque donde vives?

-Yo vivo en un bosque, en el hueco del árbol más alto cuya cima nadie ha alcanzado jamás.

-Uh... Claro- Pensó que por lindo que era este tipo estaba loco y sería mejor evitarlo -Entonces suerte con eso, adiós.

-¡No! - Jisung lo alcanzó cuando se alejó tan solo dos pasos- Lee MinHo por favor no me dejes aquí solo, te ruego, que no me abandones aquí ¡¿Qué tal llegan los lobos?!

-Tranquilo, acá no hay lobos- Lo escuchó murmurar "En mi bosque los hay", y se preguntó a si mismo ¿De verdad vas a dejarlo? - Bien, sígueme.

-¡Oh! Mil gracias MinHo, estoy tan agradecido de haberte conocido.

-¿Eres intenso verdad?

-No, ya te he dicho que soy JiSung- Lo miró con reproche.

Muy raro.

Pero ya qué.

JiSung le tomó de la mano al caminar, se quedó viendo muchas flores y árboles en el camino, también se sorprendió cuando miró las grandes casas de las personas del pueblo.

-¿Este es tu hogar? - Le preguntó cuando ambos estuvieron frente a la pequeña casa de madera oscura donde vivía MinHo.

-Si, es más pequeña que las que viste pero es mi hogar.

-Es un hermoso hogar ¡Y tantas flores! Oh MinHo, vives en un palacio- Jisung sonreía tanto que sus ojos se hacían pequeños.

-Claro, lo que digas, ya adentro te prestaré mi celular para que puedas comunicarte con tus padres o algún conocido, a todo esto ¿Qué edad tienes? - MinHo no quería estarse metiendo en problemas por llevar a un menor de edad a su casa.

-Tengo veintidós años, eso se dice de mi entre las enredaderas amables, las desagradables dirán que soy un niño- Jisung explicó con su lenguaje raro- Y ¿MinHo? ¿Te puedo preguntar algo?

-Claro, dime qué es- Respondió mientras buscaba su cargador, cuando ya lo tenía volteo a mirar en esos ojos redondos.

-¿Qué es un celular?

¿Qué tal? Tengo planeado hacer varios caps cortitos así voy avanzando mas rapido💛💛 Si les gustó cuéntenme jeje