Erase Una Vez, En Que Tu Y Yo... {MinSung}

12. Una Flor Y Una Estrella.

Hola! Perdón si demoro mucho con esta historia, es que trabajo y aveces estoy muy cansada, pero para hoy tengo doble actu! Así que a leer💛

Ese viaje a Seúl jamás tuvo que suceder, ellos no habrían perdido tiempo y dinero, y JiSung no hubiera sufrido de esa manera, sin embargo parecía que no fue del todo un mal rato.

JiSung había confesado su deseo de permanecer juntos.

Ambos decidieron olvidarse de todo sobre ese corto viaje, habían planificado estar una semana en Seúl porque pensaban que todo sería más complejo cuando resultó que en un sólo día les pasaron mil cosas, incluso se habían peleado con ChanSung quien les gritó de una forma horrible.

-Estoy cansado- JiSung se acurrucó en él.

-Es normal, hemos viajado muchas horas- MinHo le besó la frente- Ya queda poco.

-Me duele el trasero- Jisung se acomodó de lado como pudo en el asiento del bus.

-Trata de dormir un poco más- Dijo eso mientras le daba golpecitos suaves en donde le dolía.

Ambos se durmieron el resto de camino a la casa, HyunJin había quedado encargado de cuidarla así que cuando regresaron se sorprendió mucho de ver a JiSung ahí.

-¡Estas de vuelta! - Se abrazaron JiSung y HyunJin- Pensé que sería un final muy triste si ustedes se separaban.

-Tienes razón - La sonrisa sincera de JiSung era la más hermosa.

HyunJin se despidió y ellos entraron en la casa, como prometieron ninguno mencionó los acontecimientos de Seúl, de dedicarían a empezar su nueva vida, de hecho MinHo estaba pensando en cómo hacer de JiSung un ciudadano común con identificación y además debía hacele al menos tener un certificado de la escuela.

-¿Debería tomar un baño? - Jisung se tiró en la cama y rodó.

-Si gustas, yo voy a desempacar- La gigante maleta de la cual no uso nada prácticamente.

-¡Oh! Pero MinHo ¿Y si me entra shampu a los ojos otra vez? - Jisung lo miró con ojos inocentes, pero eran pura mentira.

-Te compré shampu de bebé para que no duela, y tu ya te aprendiste a lavar el pelo solo- Jisung hizo un puchero pero MinHo le sonrió- Solo di que te acompañe.

JiSung abrió los ojos emocionado y saltó a sus brazos- ¿Nos bañamos? - Le pregunta como si la respuesta no fuera obvia.

JiSung amaba tomar baños juntos, nunca se convertía en algo sexual, siempre era solo divertirse con la espuma, los patitos, lavarse el pelo uno al otro, y abrazarse en el agüita caliente.

O, bueno si, quizás se besarían un poco.

Pero nada más. Simplemente era pasarla bien juntos.

Cuando fueron a dormir MinHo se pasó despierto varias horas pensando en qué podría hacer por JiSung ahora que no volvería a su casa árbol y afortunadamente tuvo la idea perfecta.

-¿Ya me dirás donde vamos? - Jisung preguntaba emocionado.

MinHo se había despertado temprano para arreglar todo mientras JiSung dormía como roca, tuvo que conseguir algunas cosas y buscar otras entre sus pertenecías casi olvidadas.

-Falta poco- Le sonrió - ¿El almuerzo estuvo suficiente?

-Sip, mira estoy gordito- JiSung se levanto la playera para mostrar su estómago lleno.

En realidad el almuerzo fueron sólo unos sandwiches y jugo, pero su girasol era muy sencillo en realidad.

-Está bien ahora cierra los ojos y yo te guiare.

JiSung cerró los ojos inmediatamente confiando en él al cien por ciento, tomados de la mano subieron un poco en aquel camino de bosque.

Su idea fue llevar a JiSung a un lugar similar a donde vive, no quería solo ir a una plaza en el pueblo, así que se consiguió una parte del terreno del banco donde aveces hacen salidas o juntas a fin de año.

-Ahora... ¡Abre!

-¡No puede ser! - Jisung gritó.

Habían alcanzado la cima justo en el momento de la puesta de sol, era un lugar increíble, de hecho hasta tenía un árbol muy antiguo en medio.

-MinHo... MinHo... Esto es maravilloso- Sus ojitos tenían lágrimas- Muchas gracias.

Lo abrazó con toda la fuerza que su pequeña existencia le permitía, pero MinHo la sentía como tanto.

Juntos armaron la tienda de campaña y algunas cosas afuera para acampar, cuando terminaron se metieron en los sacos de dormir pues se había hecho de noche. Con la mitad del torso afuera de la carpa podían ver el hermoso cielo nocturno.

-Dijiste que te gustaba mirar las estrellas antes de dormir- MinHo apuntó arriba.

-Es cierto, amo las estrellas, tan deslumbrantes.

-El sol es una gran estrella ¿Te gusta más? Por algo eres un girasol...

-Mmm... El sol es tan grande y todos lo aman pero ¿Nadie piensa en los millones de estrellas que son pequeñitas y solitarias? las vemos cerca pero en realidad están lejos una de otra, siempre desee poder tener una para cuidarla, una brillante estrella que nunca se apague y me ilumine... supongo que al final la obtuve, mi estrella MinHo.

MinHo no tenía palabras para contestar aquello, simplemente juntó sus labios con los contrarios. Eran tan conocidos ya y aún así jamás podrían aburrirle, sus caderas frotándose juntas en busca de consuelo y sus manos inquietas sin saber que lugar del cuerpo ajeno escoger.

Era tan hermoso, JiSung, sus sentimientos, el lugar, la situación en general, tan bella como solo podría ser el encuentro de una flor y una estrella.

-Jisung... - No quiso arruinar todo con su voz pero ya no lo podía soportar.

-¿Qué sucede?

-Te amo.

Ya antes había mencionado algo así, incluso se lo trataba de demostrar, pero está vez fue la primera en decirlo mirándolo a los ojos.

-Te amo también- Jisung lo besó rápidamente- He aprendido mucho con los libros y las películas, los poemas y las canciones, también por la forma en que me haces sentir, y puedo decir, de hecho, que eres la única persona que he amado en mi vida.

MinHo quería llorar ¿Por qué? ¿Qué hizo él para ser tan afortunado?

-Prometo que siempre estaremos juntos- MinHo lo abrazó besándole el cuello.

-Acepto tu promesa- Jisung lo apretó con sus piernas- Juntos para siempre.

-Para siempre.

Al final haber conocido a Han ChanSung no fue del todo malo, se dieron cuenta que vivir sin el otro sería sólo una tortura de la cual jamás podrían liberarse.