¿Cómo me convertí en ésto?

¿Oportunidad perdida?

Parecía una noche tranquila y estrellada en la ciudad de. , La primera noche de verano, pues apenas pasaba un minuto de la media noche el 21 de junio, con la luna en su máximo punto era una hermosa imagen a apreciar por nadie, pues casi todos en la cuidad dormían.

Con la velocidad de un rayo esto cambio, el cielo se abrió en una gigantesca grieta que mostraba la dorada luz del atardecer, aunque ciertamente tenue, provocado por una extraña luna causando un eclipse total. A pocos instantes de aparecer de aquella grieta dos figuras de luz, roja y amarilla, chocaban entre si de forma errática y lanzando bolas individuales constantes más pequeñas de su brillo, cómo si de un tiroteo de fuegos artificiales se tratacé.

La luz amarilla con gran velocidad se alejo por un instante de la roja, descendiendo y pasando por al lado de los edificios y encima de las casas. Con esto se pudo divisar que aquella luz voladora era emitida por una figura femenina, con un cabello largo y verde resplandeciente cuyo rostro no se dejaba ver con claridad.
La luz roja rápidamente alcanzó a la figura que emitía aquella luz amarilla y sin mucho cambio volvieron a chocar entre si, sin embargo esto se hacía cada vez más y más potente.
Sin embargo, la grieta en el cielo comenzaba a desaparecer poco a poco, de una forma titubeante, cómo si no pudiera sostenerse. Ambas figuras de luz volaron inmediatamente hacia ella aún combatiendo con choques y rayos, hasta que traspasaron aquella grieta para perderse hacia un invisible horizonte e inmediatamente la grieta desaparecer como si no hubiera estado jamás.

Y así sentiría para casi toda persona en este mundo, pues ni eso logro que la ciudad se despertara y saliera de su tranquilidad, exceptuando a una joven niña que desde la ventana de su cuarto, sentada sobre el escritorio había contemplado parte de aquel fenómeno extraño con la una cara de fascinación total.
Ella bajo del escritorio rápidamente guardando en su mochila una caja que decía "serpientes" y un gran conjunto de fuegos artificiales.
Con la mente en shock saco hoja y crayones para comenzar a dibujar paranoicamente lo ocurrido con el título "Azura y la batalla por la dimensión de la tierra".
No tardó mucho en quedarse dormida dibujando, y que, a la mañana siguiente despertara con un dibujo pegado a la cara, y otros tirados sobre la mesa, y preguntándose si, lo que creyó vio fue una realidad o solo su más fantástico sueño.
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La joven morena se encontraba sentada en la oficina del director junto a su madre quien había Sido llamada por el ''informe" fuera de control de su hija, el cual era una recreación de la gran batalla que su mente proceso de la noche anterior, con serpientes y fuegos artificiales.
Lamentablemente, no fue del agrado de muchos, y no era la primera vez, ya varias veces se encontraba en ese lugar por su creativa y extraña forma de ser.

Camila: mija ya hemos pasado por esto antes -se podía ver preocupación en el rostro de la madre presente y de tez igual a su hija. Sin embargo, su aura reflejaba también una ligera molestia.

Luz: lo sé mami, lo siento, ¿pero no fue algo tan malo o si?. -la joven niña respondió levantando la cabeza para ver a los ojos de su madre, y nuevamente bajarla con temor al ver su expresión.

Director: trajiste una docena de serpientes, ¡y escaparon!. -estaba molesto, más que otras veces- señorita Noceda, su hija ya a causado bastantes problemas como para seguir torelandola - dijo buscando algo en uno de sus cajones-
Si no es capaz de controlarse será mejor llevarla a este lugar-le entrega un folleto de un campamento.

Camila lo inspeccionó por unos segundos, considerándolo hasta que finalmente decide aceptar diciendo que era lo mejor.
Luz abrió los ojos por lo que su madre había dicho, sorprendida y asustada de lo que conllevaría quería negarse, pero tenía mucho más miedo de confrontar a su madre.
Después de disculparse, ambas salieron despidiéndose del director.
Luz estaba bastante triste por tener que asistir a ese campamento dónde te enseñan a ser "normal", al principio intento convencerla de forma disimulada de que no sería necesario, pero su madre igual seguia diciendo que era lo mejor.
Al final Luz se resigno y decidió preparar sus cosas para el campamento una vez llegará a casa.