Capítulo 3

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<~It's a good day, it's a good day. Do What I wanna do I'm in the mood yeah. It's a good day it's a good day I don't really care what did you say?~>

"¿Snake, puedes callarte ya? Todos los días pasas cantando esa maldita canción."

Se quejó Gulf mientras se servía una taza de café con leche en la sala de descanso.

"Kana, por buda. Es Good Day de Mew Suppasit quien es actor, cantante y, además, dueño de su propia empresa de artes escénicas. ¿Cómo puedes quejarte de esta maravillosa canción?”

Claramente, Gulf perfectamente sabía quién era Mew Suppasit. Durante más de un mes, Gulf se había encargado de oír hasta el más mínimo detalle de la vida del artista. Por lo que, aquello dicho por el joven de piel blanca, ojos grandes y cuerpo esbelto, no era nada nuevo; además, Snake estaba equivocado.

"¿Acaso no se había retirado de ser actor para dedicarse a su empresa?" inquirió Gulf como si realmente solo estuviera preguntando. Hay que aceptar que Gulf ya sabía la respuesta, pero dentro de sí mismo quería presumir de manera discreta que sabía más que el joven apuesto. 

"¡Lo hizo! Pero de vez en cuando publica canciones. Estas se vuelven tendencia en cuanto salen, pero me sorprende que sepas que se retiró. Muchos fans piensan que él solo se está tomando un descanso."

"Claro que lo sé, idiota. El mismo Mew me lo dijo" pensó para sí mismo; obviamente, no divulgará información de su amo ya que es una de las reglas. Sin embargo, para Gulf era suficiente decir aquello para, de cierta forma, presumir; tampoco, quería exponerse.

"Kana, déjame felicitarte. Estás en el segundo puesto en Master esta vez" dijo otro compañero de complexión fina, con los cabellos largos y labios regordetes. El joven se acercó hacia los dos que discutían, y brindó una sonrisa hacia Gulf. 

"¿En serio obtuvo el segundo puesto? ¿Qué puesto obtuve yo?" preguntó Snake con entusiasmo fingido.

"Snake, sabes bien que estás en el puesto número uno de BoxBoy y Master" el chico de complexión fina rodó los ojos, sabiendo que la pregunta de Snake solo era por puro egocentrismo.

Snake sonrió plácidamente.

"Lo sé. Solo quería oírlo de tu boca" habló con tono de burla mientras que el otro volvió a rodar los ojos. 

Gulf solo se limitó a verlos mientras se regocijaba internamente. Él siempre estaba en el puesto número tres, y con mucha dificultad se mantenía ahí.

Debido a que el puesto se obtenía por cuanto dinero generaba en el mes, Snake  sin ningún problema se mantenía en el puesto número uno. Él se dedicaba a atender dos zonas de la plataforma. Tenía tantos ingresos que nadie podía superarlo.

Gulf, por otro lado, sólo contaba con los ingresos de las mujeres a las que atendía. Naturalmente, todo eso cambió cuando Mew se volvió su amo.

"Pero es genial que Kana haya obtenido el segundo lugar. ¿Cómo lo lograste?¿Extorsionaste a alguna de tus chicas?" bromeó. 

"No lo hice, idiota," refutó Gulf mientras trataba de darle un golpe de puño en el hombro al otro, este, por supuesto, lo esquivó. 

"Dicen las malas lenguas que fue gracias a un gran benefactor que le da propinas jugosas" insinuó el otro.

"¿Benefactor? ¿Es hombre?" preguntó Snake, curioso y con una sonrisa llena de malicia.

"Es hombre, pero no es lo que ustedes creen. Yo solo hablo con él. No he tenido sexo teléfonico con él." En un mes, ni una sola vez habían tenido sexo por teléfono, y aún así, Mew siempre le daba propinas exageradamente altas. Al principio, Gulf se sintió incómodo. Pensó que aquel hombre podría ser generoso con la intención de pedirle tener otro tipo de relación, pero Mew jamás se lo pidió, así que después de una semana, se relajó y dejó que el otro le llenara del dinero que quisiera. Al fin y al cabo, a Mew no le faltaba.

Mientes demasiado bienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora