Itza

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Itza se sentía algo decaída, después de todo hace poco habían perdido su casa por completo, claro que ya habían reconstruido todo, la habían hecho más grande y linda, además de agregar medidas de seguridad.

Pero se sentía un poco diferente, aquella casa había sido construida por ella y Eliott y ahora ya no era más que un recuerdo, uno bastante dulce, no era que no le gustara la nueva casa, es solo que no se acostumbraba a ella, algo dentro de si no le dejaba, le daba terror encariñarse del lugar y que pasara lo mismo.

Pero al menos todos estaban a salvo, todos estaban bien ¿No?

Bueno, si no contabas las quemaduras Hoshi y Eliott tenían, si no contabas la extrema precaución que tenían todos ahora con el fuego (casi como si tuvieran miedo), supongo que si no contabas eso estaba bien, después de todo incluso habían logrado rescatar algunas cosas.

Sabía que tenía que mantenerse tranquila y positiva, después de todo era uno de los pilares de la familia y lo sabía, todos confiaban en ella para contarle sus problemas y pedir ayuda siempre y a ella no le gustaba molestar a los demás con sus problemas.

Pero había alguien que siempre notaba su estado de ánimo y estaba dispuesto a escuchar, alguien a quien estaba dispuesta a contarle cuando se sentía mal porque sabía que él no dejaría que su propio ánimo bajara, no le tendría pena, solo buscaría animarla y escucharía hasta el final en silencio.

Y esa noche como algunas otras fue al cuarto de Eliott, donde sabía que él estaría, lista para hablar con él, buscar consuelo, se paró frente a la puerta y toco, escucho un suave 'pase' y entro al cuarto.

Al entrar vio a Eliott guardando su espada junto al arco que normalmente siempre llevaba consigo pero ahora estaba cuidadosamente guardado en una funda impermeable.

Despues de guardar la espada Eliott se dirigió a ella con tranquilidad mientras le daba una sonrisa – Itza, ¿pasa algo querida? – pregunto el sentándose sobre la cama eh invitándola a sentarse también.

Ella se sentó y tomo aire – Si, es una tontería realmente pero... - ella dejo la frase sin completar y el solo negó.

Con una sonrisa como siempre el tomo sus manos – Itza, mi niña, si te hace sentir mal no es una tontería – respondió mirándola a los ojos

Ella no sabía por qué, pero el desprendía esa aura de padre, era algo que todos en esa casa habían notado y que apreciaban, de alguna manera todos (incluida ella) eran niños, niños que necesitaban desesperadamente de alguien que los cuidara y ella agradecía que él hubiera tomado el puesto de padre a pesar de su edad.

Él puso una mano en su hombro con suavidad - ¿Quieres hablar sobre lo que te molesta? ¿O prefieres que te prepare un pequeño snack para levantarte el ánimo? – pregunto con un tono alegre quitando la mano de su hombro.

Itza lo pensó unos segundos – Preferiría hablarlo, si no te molesta – le contesto

Eliott asintió – Muy bien, ¿Qué es lo que te molesta? – pregunto mientras se soltaba el cabello de la coleta que siempre solía llevar.

Itza sonrió, sabía que el hacía eso cuando quería verse más relajado, como una señal de que era inofensivo y para ser sinceros, funcionaba – Bueno, no sé, es que, se siente extraño lo de la nueva casa, la otra la construimos con la esperanza de tener un lugar seguro y se quemó, Hoshi y tu acabaron lastimados y ahora, no puedo evitar preocuparme – admitió temblando un poco ante el miedo de pensar que algo así pudiera volver a pasar.

Muchas imágenes de su nueva familia terminando herida en el incendio llegaron a su mente, escenarios alternos como ¿Y si Hoshi hubiera quedado encerrado en el fuego? ¿Y si Eliott hubiera quedado atrapado salvando a Hoshi? ¿Y si Verónica se hubiera lastimado cuando ayudo a Eliott a liberar a Hoshi? ¿Y si los tres hubieran sido atrapados por el fuego?

Todas esas horribles imágenes invadieron su mente, pero sin aviso sintió como unos brazos la rodeaban y la acomodaban en un cálido abrazo, ella solo acomodo su cabeza en el pecho de quien sabia era Eliott.

Sintió como le acariciaba la cabeza con delicadeza – Sé que no puedo prometerte que no volverá a pasar, es algo que no podemos controlar, pero si te prometo que sin importar que pase, hare todo lo que pueda para protegerlos – dijo Eliott con voz calmada, tratando de que ella se relajara

Itza se aferró a él y se permitió ser una niña – ¿lo prometes papá? – pregunto con un tono más de súplica que de pregunta, deseando con todo su corazón que su respuesta fuera un si

El la abrazo con un poco más de fuerza – Lo juro – respondió sin dudarlo un segundo, mientras la consolaba

Después de eso Eliott paso unas semanas haciendo pequeñas cosas para hacer la casa más segura, como construir una cerca alrededor para alejar a los mobs, pero dejando suficiente espacio para que ellos jugaran sin sentir que era muy poco espacio y para que las mascotas se sintieran a gusto con el espacio, además de eso había sido extra atento con cada uno de ellos y buscando que ella se sintiera segura.

Pero un día, él les dijo que necesitaba hablar con ellos después de la cena.

Ella estaba nerviosa, pero estaba segura que no podía ser nada malo, se los había dicho tranquilo y con una sonrisa, él era su protector y ella sabía que jamás sonreiría al hablar de una mala noticia.

Después de la cena, lavaron los platos y se sentaron en la mesa, esperando a que el hablara.

Él estaba algo nervioso, ella lo vio suspirar – Bueno, lo que tengo que decirles, es que mañana tendré que salir, me iré desde la mañana y volveré probablemente hasta que sea ya de noche, sé que debí decirles antes, pero aun no decidía si iría o no – les confeso

Verónica fue la primera en preguntar – ¿A dónde iras papá? – Itza se preguntaba lo mismo

El junto sus propias manos, entrelazando sus dedos – Iré a visitar la tumba del amor de mi vida – respondió su padre sin tratar de ocultar la tristeza en su voz

Todos se quedaron en silencio un momento, hasta que kirah hablo – Papá ¿Qué no el amor de tu vida era Fundy? – pregunto haciendo a Eliott sonrojarse

Él se puso totalmente nervioso – El, me gusta, pero, pero no me gusta tanto aun, estoy hablando de mi primer amor – respondió claramente nervioso por la sugerencia de Kirah de que estaba enamorado del hibrido

Ella sonrio un poco y el ambiente se alivió, a todos les dio algo de ternura verlo asi, tanto que casi olvidan lo que había dicho antes.

No fue necesario mucho más, Eliott les prometió dejarles el desayuno preparado y que el dia después de su ausencia seria extra atento para compensar, además de que les rogo que fueran cuidadosos y no se metieran en problemas mientras no estaba, dejando a Itza, Hoshi y Verónica a cargo.

A Itza no le bastaba del todo, se había dado cuenta de algo.

Jamás le había preguntado a su padre mucho sobre su pasado ¿Sería prudente hacerlo ahora? No lo sabía, tal vez debía esperar.

Decidió esperar, esperaría a que regresara del corto viaje que haría y le preguntaría al llegar.

O al menos eso planeaba.

Hasta que al día siguiente vio a su padre llegar, con una cara de agotamiento, sangre saliendo de una cortada profunda en su brazo (la cual había manchado ya todo el brazo de su camisa), cojeando levemente de una pierna y cargando algo con cuidado en el brazo que no tenía herido.

Ella corrió hacia él, al igual que todos, le extendió el pequeño bulto que tenía en sus manos a ella, así que ella lo tomo con cuidado y el apenas supo que lo el pequeño bulto estaba en brazos de ella colapso, siendo atrapado por Hoshi el cual rápidamente lo llevo a recostar al sillón y Verónica fue a buscar con que curar sus heridas.

Ella estaba aún algo en shock, volteo a ver el bulto en sus manos cuando sintió un leve movimiento, movió un poco la cobija que envolvía lo que tenía en los brazos y lo vio.

Era un bebe.

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⏰ Última actualización: Feb 09, 2021 ⏰

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