>PAUSADA<"En medio de dos mundos" (Jeongyeon x tú)

Capítulo 5

Nayeon ya estaba encerrada en la cárcel donde solo van los vampiros mas peligrosos.

Normalmente primero sería retenida en una central, pero con lo que pasó cuando capturaron a Mina prefirieron saltarse ese paso, además de que la central donde le hubiera tocado ser encerrada estaba cerrada por lo de Mina.

Cabe decir que a esta cárcel solo son enviados los vampiros cuya clasificación está por encima de A-.

Nayeon fue encerrada en una de las "celdas" construidas especialmente para retener vampiros.

Estas celdas eran diferentes a las de las centrales, pues la habitación estaba forrada con hojas de biblias, había placas de plata cada 5 metros, de los ductos de ventilación salía el olor del ajo y todo estaba rociado con agua bendita.

Nayeon tan pronto entró sintió como sus fuerzas la abandonaban y apenas podía mantenerse de pie.

Mientras tanto Jeongyeon y Momo iban caminando en silencio por el bosque, ninguna tenía ganas de hablar debido a lo ocurrido con su mayor.

Ambas llegaron a la ciudad y siguieron caminando en silencio hasta la casa que comparten con sus amigas.

---Bueno...--- Jeongyeon empezó a dar pasos hacia atrás---No sé tú, pero creo que hoy dormiré donde mi madre... suerte contandole a las chicas lo de Nayeon--- Dijo Jeongyeon antes de correr a su hogar.

Momo se quedó viendo a Jeongyeon mientras esta practicamente huía.

Se quedó viendo un largo rato la madera de la puerta, pero tomó un fuerte respiro y se armó de valor para después tocar la puerta de la casa.

Esperó unos segundos hasta que le abrieron, era Tzuyu.

---Momo, Ya regresaste--- Tzuyu asomó la cabeza para ver toda la calle---¿Donde están Jeongyeon y Nayeon? ¿No vinieron contigo?--- Preguntó

---Jeong dijo que dormiría donde su madre--- Respondió Momo.

---¿Y Nayeon?--- Volvió a preguntar Tzuyu.

---Ella...--- Momo había desviado la mirada, pero tomó aire para hablar---Nos emboscaron y Nayeon ahora está capturada por las fuerzas especiales antivampiros--- Dijo muy rápido y muy avergonzada.

---¡¿QUÉ?!--- Se alarmó Tzuyu, preocupándose por su amiga---¡¿P-Por qué no lo evitaron?!--- Preguntó.

---Eran demasiados y solo éramos nosotras tres--- Dijo Momo.

Cuando el resto de sus amigas se enteraron solo pudieron sentirse impotentes por no ayudar a su amiga, pues al estar cerrada la central de la zona, por culpa de ellas, Nayeon, al ser clase "S+" sería enviada a la prisión de vampiros de máxima seguridad.

Las 8 chicas pidieron ayuda al "Alcalde" de la comunidad de vampiros, pero este negó toda clase de ayuda.

Muchos vampiros habían sido enviados a esa prisión y ninguno había sido rescatado, no iba a hacer excepciones y mucho menos iba a poner en riesgo a toda la ciudad por una chica.

Las 8 chicas estaban en su sala pensando en soluciones que cada vez que se mencionaba una era descartada por imposible, tonta o demasiado peligrosa.

---El alcalde... básicamente nos ha dicho... que nos olvidemos de la existencia de Nayeon y que... nunca la volveremos a ver--- Dijo Jihyo dentro de un ambiente tétrico que se había formado.

---¿Cómo hacer eso?--- Preguntó Dahyun.

---Yo nunca lo olvidaría--- Dijo Momo, sintiéndose la culpable de todo.

En ese momento Mina abrió fuerte los ojos.

Se le había ocurrido algo.

---¿Y si nos infiltramos como trabajadoras de la prisión?--- Preguntó Mina.

---¿Cómo?--- Preguntó Tzuyu.

---Necesitaríamos capturar a un tonto y que este nos infiltre--- Dijo Mina.

La idea de Mina no era tan mala, pues la gente no puede recordar el rostro de los vampiros debido a sus ojos.

---Si alguien nos llega a reconocer se pondrá feo--- Dijo Jeongyeon, que era una excepción a esto, pues, al ser mitad humana, esto no aplica en ella.

---Tú podrías cortarte el pelo y acompañar a nuestro rehén--- Dijo Mina.

---¿Y quién sería ese rehén?--- Preguntó Sana, y Mina dio unos toques en sus labios.

---Creo que tengo al sujeto perfecto--- Dijo Mina---Luego lo mataré para no dejar testigos--- Pasó su lengua por su boca y sus dientes.

Los días pasaban y las chicas perfeccionaban su plan, mientras Jeongyeon se cortó el cabello e iba a la ciudad humana para ubicar a ____, obviamente tapando su rostro con lentes de sol y cubrebocas.

Nayeon por su lado entendió porque corre el rumor de que aquí los vampiros se vuelven locos, pues aquí no les dan de comer ni beber, por lo que deben beber su propia sangre, lo que es dañino para ellos.

Su "celda" tiene una pequeña ventana hacia el centro de la prisión, al igual que el resto de celdas.

Todos los días azotaban a un vampiro al azar con un látigo que terminaba en púas de plata.

Para mala suerte de Nayeon le tocó al día siguiente de llegar.

Ese día estaba ella sentada en el suelo, apoyada contra la pared, buscando con la mirada alguna forma de salir; cuando escuchó un timbre que venía del centro.

Con las fuerzas que aún tenía se asomó por la ventana con mucha dificultad.

Ahí vio como jalaban de unas cadenas a un vampiro completamente delgado y débil y lo colocaban al medio.

Nayeon creía que era el que iba a ser azotado ese día, pero se equivocó.

---Si todo sale como lo esperamos... este dardo te convertirá en humano--- Dijo un hombre de traje que estaba ahí con una pistola algo rara.

Dejaron al vampiro al medio de todo y luego de asegurar todo y cargar el arma le dispararon el dardo.

A Nayeon no se le cayó la mandíbula al suelo solo porque es físicamente imposible.

Frente a ella estaba el primer vampiro convertido en humano.

Aunque el asombro duró poco, pues se convirtió en terror, pues el ahora humano envejeció a la velocidad del sonido hasta quedar solo huesos y luego hacerse polvo.

---Vaya... al parecer el dardo funciona, pero funciona tan bien que avanzó su apariencia hasta su edad real, 197 años--- Dijo el hombre de traje---Prepárense porque cualquiera de ustedes podría ser el siguiente--- Dijo antes de abandonar el lugar.

Como todas las noches desde que llegó a ese lugar no pudo dormir, pero ahora era mas de lo aterrorizada que estaba, no quería que le hagan eso a ella.