capitulo 3 (En donde nos encontramos)

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Ahí estaba de nuevo, en ese lugar, todo estaba blanco, no había nada a lo lejos, camino y camino, sentía desesperarse, pero también sentía que algo le llamaba, a lejos distinguió una sombra, por sus rasgos podría decir que era una chica, una muy hermosa, a la cual conforme fue acercándose, pude ver su rostro.

Sus rasgos eran peculiares, su cabello rojizo, su nariz era ovalada pero a la ves respingada, su boca pequeña y de una forma cual corazón se tratase, su quijada un poco pronunciada pero sus ojos, que eran los que sobresalían al no cuadrar con nada de su rostro, pues el había visto muchas chicas pelirrojas, pero siempre eran ojos cafés y almendrados u azules con tendencia a negro, pero los de ella, los de ella eran grises inclinándose a miel, en resumen eran preciosos...

Bajo la vista a su cuerpo y sintió tragar saliva, ella iba con un vestido amarillo, con el pecho cruzado, ajustado a su pequeña cintura dejando ver sus grandes caderas, no era modelo, era un poco rellenita, pero había algo que le hacia volver la vista a sus atrayentes ojos.

Nervioso subió la mano a su rostro y le toco, aquello hiso que la chica se estremeciera, pero aquello parecía familiar para ella, como si este no fuera su primer encuentro.

-Hola- dijo ella, su vos era cálida, fue casi como un susurro que le supo a un soplo de vida, no supo que contestar, así que ella le imito y también toco su rostro, ahora fue el el que se estremeció, su toque era delicado y parecía temblar, el sabia que estaba soñando, y fue ahí donde callo.

El nunca la había visto, su rostro no le era conocido.

Ella lo estudiaba, parecía diferente, siempre era el mismo sueño, pero en los anteriores siempre se mantenía quieto, inerte, nunca le había visto fijo, ni tocado su rostro, como si aquel cuerpo que aparecía en sus sueños en medio de la nada estuviera vacío.

Pero esta ves, aquel chico de ojos verdosos, le miraba, la estudiaba e incluso le había tocado, así que ella dijo ese simple 'hola', el pareció procesar aquella simple palabra, pues se le quedo viendo como si estuviese estudiando la teoría del multi-universo.

Ella no sabia por que siempre, desde chica soñaba con aquel chico de ojos verdosos, desde que tenia memoria, siempre había sido eso, nunca había tenido pesadillas, ni un sueño diferente, siempre, en sus sueños aparecía aquella estatua, le vio desde niño, adolescente y ahora que ya era un adulto.

Aquel chico, con un torso masculino, y que emanaba un olor a café demasiado se podría decir excitante, había sido parte de su vida desde que tenia memoria.

No era nadie de su preescolar, lo sabia por que reviso fotos y fotos que tenia en albúnes del mismo, de la preparatoria tampoco fue y de los pocos años que estuvo en el instituto menos.

No sabia por que, y claro que se lo había preguntado, incluso cuando tenia quince agendo una cita para ir a un psicólogo a que le dijera de una ves si estaba loca, pero nunca llego a aquella cita.

Nilak aun tenia la imagen de aquella chica en su cabeza, ni siquiera le contesto el saludo que ella le había hecho, pues minutos después ella se esfumo.

No dejaba de dar vueltas a aquel rostro, aquella cabellera, aquellos labios, todo de ella le llamaba, incluso su voz.

No había podido concentrarse en todo el día, aquel rostro no dejaba de rondarle la cabeza, ya estaba en la habitación del hotel, pues al parecer las vacaciones eran de 5 meses (si era demasiado) y el apenas tenia dos días de haberlas empezado, intento dormirse pero cuando lo lograba todo era blanco, pero  ella no aparecía, supuso que se encontraban cuando ambos dormían, así que decidió salir.

Paseo por la playa e incluso intento dar con la choza del anciano, pero camino y camino y no encontró nada, incluso pregunto a los lugareños dando una descripción de los rasgos físicos de el, pero parecía que nadie conocía a el anciano. Paseo un poco mas por la playa y regresó al hotel donde Luke le esperaba sentado, con una sonrisa en los labios y arreglado para salir.

-Arréglate, prepare una noche para ambos- dijo este nada mas ver a su hermano entrar

-Que?-

-Si ya sabes, cena a la luz de las velas, paseo por la playa, y eso- dijo Luke riendo, Nilak sabia que de eso nada, pues la idea de relajarse para su hermano era una fiesta donde hubieran mujeres y bebida, eran tan diferentes...

-Vale, me arreglo y salgo- dijo sin ánimos, a Luke le tomo por sorpresa que aceptara a la primera, pues a su hermano no le gustaba lo mismo que a el, pero no el tomo mucha importancia.

Cuando Nilak termino de arreglarse, salieron juntos y empezaron a caminar, pues Luke dijo que era mas relajante y en eso Nilak estaba de acuerdo, luego de varios minutos andando llegaron a una zona bastante transitada, doblaron en una esquina y dos calles mas abajo llegaron a un "local" llamado "big boobs" no había que ser un genio para saber que era aquel lugar.

Entraron y Luke parecía un niño pequeño en su cumpleaños, quería todo para el, Nilak se sentó junto a su amigo en una mesa cerca de la tarima que suponía era la pista donde bailaban, y no supuso mal, pues dos chicas bailaban en diminutas prendas frente a ellos.

Nilak era hombre, y aquello le llego a prender un poco, pero desde la noche anterior, no había dejado de pasar una y otra ves aquel rostro por su cabeza, como si de flashes de luces se tratase.

Ahora entendía lo que que el anciano le había dicho, seria mas frustrante, pues ahora tenia un rostro, mas no tenia ni idea de quien era aquella chica pecosa que no le salía de la cabeza.

Se levanto para ir al lavamanos, pues un tipo bastante colocado le había pasado al lado echándole lubricante encima, si no habéis leído mal LUBRICANTE.

Se dirigió al baño que estaba en un pasillo a la izquierda de la puerta de entrada, al girar había un pasillo que se dividía en dos, la luz del pasillo era tenue y el al no saber a donde ir lo tiro a la suerte, tenia una moneda en su bolsillo.

-Bien, cruz a la derecha y cara a la izquierda-la tiro al aire y la atrapo con su mano, la giro y vio que era cara, así que giro y se dirigió al lugar, y valla que le había pegado, el baño estaba a cinco pasos del giro.

Termino de limpiarse y se dispuso a salir, al doblar en la esquina del pasillo topo con alguien, una chica, cabello negro, llevaba antifaz, pero aquellos ojos lo hipnotizaron, eran iguales a los de la chica de su sueño, solo que esta era pelinegra y no tenia pecas o al menos no podía vérselas a través del antifaz y cuando iba a decir algo ella se fue.

sonata de sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora