sonata de sueños

capitulo 4

Era el, estaba segurísima que era él, podría reconocerlo a kilómetros a pesar que esa era la primera ves que le miraba en persona, nunca pensó que al ir a descansar para soñar con el, literalmente se lo toparía.

Café, pudo sentir aquel fragante olor que percibía en sus sueños y quiso saber que marca de perfume usaba, pues aquel olor le hacia perder la cabeza a pesar de no ser tan peculiar, pues todo conocemos el olor del café.

Ella se dirigía a la extensión que había ahí para las que eran como ella, había estado deseando terminar pronto para poder dormir y verlo, y valla que lo vio.

Nilak se quedo ahí plantado, esos ojos..., pero no, no podría ser ella, o si?.

Regreso al salón donde estaba Luke y le dijo que se iba, y así lo hiso, regreso al hotel, se ducho y se acostó a dormir.

Ya estaba acostumbrado a ese humo blanco, a veces le recordaba al humo que aparecía en la parte en que la chica habla con los extraterrestres en la película "la llegada", eran similares, a excepción de que en dicha película la neblina era mas grisácea, y la de sus sueños era blanca.

Espero y espero, hasta que ella apareció ahora vestía un vestido blanco, del mismo estilo pero blanco, esta ves fue él el que se acerco a ella y por instinto al tenerle cerca ella llevo su mano a su mejilla, el se dejo tocar por ella, el dejo que ella paseara su mano por sus labios, por sus mejillas, por sus pestañas, ella solo estaba haciendo lo que ya había hecho él, estudiarlo.

Solo que ella tocaba, donde su mano iba sus ojos le seguían, ella separo su mano de su cara y el abrió los ojos que no sabia en que momento había cerrado, la vio directo a los ojos y se sumergió en ellos, sus ojos reflejaban paz y tranquilidad, pensó que podría estar hací para siempre, viéndole directo a los ojos.

Ella le vio y a pesar de que le había visto crecer prácticamente, siempre se sentía como si fuera la primera ves que le hacía, como si fuera la primera ves que veía aquellos ojos verdosos, aquella nariz perfilada, aquella quijada pronunciada, aquel cuerpo que con el paso de los años había pasado de ser uno escuálido a uno bastante trabajado.

Siempre que le veía, que le recorría con la vista el cuerpo, sentía que se le secaba la boca, algo le recorría la espalda.

-Quien eres?- fue lo primero que el le pregunto, ni un hola, nada, fue directo al punto.

-Quien eres tu?- respondió ella, los labios de el formaron una diminuta figura, apenas pronunciada.

Le dio gracia que ella le viera con aquella intensidad, con su mano posada en su mejilla dándole calor, pero que le contratacara con otra pregunta sin responderle.

-Las damas primero- le dijo el, dando punto a su "caballerosidad" 

-Que caballero- le dijo ella con un tono de burla en su vos.

-Lo soy- le dijo el serio, sin nada de burla en su vos.

- Me llamo Nissa- dijo ella, Nilak no pudo evitar fruncir el seño, pues ese nombre no lo había escuchado decir en su vida.

-Nissa?- pregunto y ella asintió con burla- que significa?- quiso saber.

- Los inuit, que son unos pueblos que habitan las regiones árticas de américa del norte suelen ponerle nombre significativos a los miembros de su tribu, Nissa significa delfines.

-Me gusta- dijo el sincero- tu nombre es muy hermoso- puntualizo

-Gracias- dijo ella sintiendo como el calor le invadía las mejillas, y aquello le sorprendió, pues ella no era cálida, era dura y fría, la vida le había hecho así, pero, aquel chico que veía en sus sueños y con el que ahora hablaba en ellos le hacia ruborizar con tan solo darle un simple comentario.