parte 1

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Era una noche fría y yo me desperté por una pesadilla, como la mayoría de mis noches. Decidí salir a fuera de la habitación para despejarme un poco y respirar algo de aire fresco.                       (Yo llevaba una camiseta de tirantes blanca y pantalones de pijama blancos con cinta elástica en los tobillos, y tenía el pelo largo, ondulado y suelto.)                                                                                      Intenté salir sigilosamente sin despertar a Annie y Mikasa, que eran mis compañeras de habitación, y una vez salí de la habitación, estaba todo oscuro y yo algo mareada, así que encendí una linterna que había en la mesilla. Mientras caminaba a la puerta para salir de la cabaña me fijé en que la luz de la habitación del comandante Erwin estaba encendida, y por un lado quería entrar, pero pensé mejor, y seguí mi camino para no molestarle en su trabajo. En verdad yo llevaba mucho tiempo enamorada de Erwin, y él ya lo sabe, pese a la gran  diferencia de edad.                                                                                                                                                                                       Al salir de la puerta pude sentir el frio que hacía y lo oscuro que estaba, pero me dio igual y me fui a sentarme en unas escaleras y nada mas sentarme me puse a llorar porque por culpa de la pesadilla empecé a recordar los abusos que sufrí hace unos años al vivir en el bosque, pero también lloraba porque me sentía muy sola y extrañaba a mis padres.                                                         De repente, vi como el comandante se dirigía hacia a mi con el cabo Levi. Se acercaron silenciosamente y el cabo Levi me cogió de la barbilla haciendo que dirija mi mirada a la de ellos dos, y así se dieron cuenta que tenía los ojos rojos y muy llorosos.       

-¿Puedo saber qué es lo que ha causado que salgas a estas horas de tu habitación y te pongas a llorar así?-dijo Erwin con un tono bajo y calmado.                                                                                                   -Lo siento, me disculpo por salir, pero acabo de tener una pesadilla y no para de repetirse en mi cabeza, asi que quise salir a respirar algo de aire fresco.- dije con la voz algo temblorosa y con las lagrimas aun brotando por mis mejillas.                                                                                                                     -Anda toma este pañuelo- dijo el cabo extendiéndome la mano con un pañuelo para secarme.       -G-gracias cabo L-Levi, y lo siento.                                                                                                                                 -Te has salvado, t/n, mañana no tienes que madrugar, es tu día libre. Anda, ahora deja de llorar y intenta volver a dormir. Te adelanto Erwin, buenas noches.- dijo Levi alejándose poco a poco.

Erwin se quedó conmigo y después de sentarse a mi lado me preguntó por el motivo de esto, y directamente mis ojos se volvieron a llenar de lágrimas, y le empecé a contar que cuando vivía en el bosque, había un chico de 20 años que me cuidaba y me hizo vivir de los peores días de mi vida, y obvio me abusó. También le dije que necesitaba desahogarme con alguien y que por favor esta noche no me dejara sola, después de eso me abalancé a el y me quede llorando en sus brazos hasta finalmente calmarme. Un rato después cuando ya estaba mas calmada, me puse a temblar por el frío, así que Erwin me dio su capa y me preguntó si me parecía bien que me llevara a su habitación, por lo que asentí. Me llevó en brazos y no podía evitar sentirme muy avergonzada, pero a la vez feliz. Abrió la puerta de su habitación y me dejó en su cama para luego él coger una silla y sentarse a escucharme. Continué hablándole de mi historia, llegando hasta cuando un día estaba cortando leña, y al volver vi como un titan se lo estaba comiendo. En ese momento me sentí libre y feliz de que se hubiera muerto al fin, pero por otro lado me sentía algo mal porque él era la única persona con la que me podía quedar. Y luego de eso vino una recluta y me llevó con su equipo a un hospital y desde ese día decidí unirme al cuerpo para descubrir los secretos de esas maravillosas criaturas y llegar a la verdad escondida.  

un lugar seguro.Where stories live. Discover now