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-¿Aún no tienes suficiente?

-No, quiero más, quiero hacerlo otra vez, quiero volver a sentirte dentro de mí, quiero que me hagas tuya nuevamente…

-Tu nunca me decepcionas, esta vez, intentaremos hacer que tu culo se vea más bonito –dijo jugando con el plug anal entre sus dedos y sonriéndome de manera perversa.

Esa sonrisa me desarmó por completo, era como si tuviera una conexión directa a mi entrepierna, nunca había imaginado que el sexo fuera así, una mezcla entre dolor y placer, lujuria y sensualidad, un cumulo de sensaciones que afloran en la piel, pero que igual estallan dentro de ti, pero sobre todo, jamás me había imaginado que el sexo pudiera hacerme sentir tan viva, tan llena de energía y tan, pero tan sensual.

-¿Qué sucede cariño? Es que siempre ya no quieres seguir? –preguntó al ver que me quede pensativa.

-Me encantaría, pero tal vez sea una buena idea tomar una ducha.

-Oh no, de eso nada, quiero disfrutarte así, impregnada de mi olor, de sudor, quiero sentirte de la manera más salvaje posible.

Aquella era una idea sucia, morbosa y sumamente sensual, como es posible que me excitara al escuchar aquella propuesta tan falta de higiene.

Levi rompió el hilo de mis pensamientos al besarme, fue un beso lleno de deseo completamente carnal, erótico y bastante estimulante.

Fue bajando por mi cuello de manera lenta, demasiado lenta, era una tortura, sabía que llegaría a mis pezones, lo cual provoco que se endurecieran esperando el frío contacto de su lengua, uno de ellos aún estaba demasiado sensible por la presión que ejerció la pinza sobre el.

Dolía como el jodido infierno, aunque de alguna manera en mi inconsciente sé que su boca aliviara ese dolor, su saliva refrescara el ardor que siento en el y una buena mamada terminara por desaparecer completamente esta presión interna.

Como si me leyera la mente, hizo todo lo que estaba deseando, pero en el pezón equivocado, en este punto ya era muchísima mi desesperación.

Quería que cambie de posición, que haga lo mismo pero en mi otro seno. Bajo la mirada con la esperanza de notar que esta por pasar su dulce beso hacia mi dolorido pezón, pero no, el muy cabrón me esta viendo, sabe lo que deseo, sabe lo que necesito y sabe perfectamente bien que muero por liberar esta opresión.

Me mira sonriente.

-No tienes nada que decir bebe? – en un tono que deja claro que se esta burlando de mí.

-Sabes, hay un viejo dicho que cita más o menos “Al que no habla, Dios no lo escucha”.

Así que se trataba de eso, quiere que yo se lo pida, quiere que le diga que es lo que deseo. Pero no tengo el suficiente valor, aún no estoy en ese punto donde lo único que importa son las sensaciones que florecen bajo mi piel. ¿Cómo pedirle que lo haga?

-Bueno, como veo que no tienes nada que pedir, seguiré con lo mío. –Dice mientras retoma su trayecto en mi pecho.

Un ápice de esperanza surge en mí, pensando que pasará automáticamente hacia mi otro seno, pero no lo evade magistralmente, bajando hacia mi abdomen, aunque no estaría nada mal una buena mamada, mi mente solo puede concentrarse en el dolor que se acrecienta en mi pezón.

-Por, favor… -digo jadeante, no puedo más, necesito que me libere de esta dolorosa y sensual agonía.

-Por favor qué –pregunta sonriente.

-Por favor -estoy susurrando, no puedo hacerlo, no me atrevo a decir lo que necesito es algo demasiado obsceno, ¿como le pido a mi tío que me chupe el seno?

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⏰ Última actualización: Dec 14, 2022 ⏰

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