Extra° Ax y Asiel °

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Pero tu me mostraste lo que es ser felices para siempre

enamorados para siempre

- Forever boy


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Ax gruñó cuando tuvo que tachar otra rima que realmente no quedaba bien. Suspiró  cuando noto que estaba teniendo un estúpido bloqueo de escritura. Michael y Cam lo habían llamado informándole que el cover que habían grabado ayer estaría subido mañana temprano, mientras que el alfa simplemente no estaba llegando a ningún lado en su sesión de escribir canciones.

El alfa siempre supo que quería hacer algo relacionado con la música y fue completamente feliz cuando pudo entrar en el instituto de música donde estudio tres años de composición musical junto con sus dos mejores amigos, los cuales tuvieron la maravillosa idea de hacer videos en YouTube, mas bien, cover's como una banda.

Increíblemente les fue bien, demasiado bien. Y mientras que ellos habían decidido seguir estudiando pedagogía para poder ser profesores de música, Ax comenzó a vender canciones a famosos, los cuales habían quedado impresionados con la aquella magia que hacia el alfa con la música, se hizo rápidamente conocido entre los más artistas mas importantes, siguió como productor y ahora era millonario.

Tenia una vida que siempre quiso, no trabaja más allá de lo necesario y tenia buena situación económica, vivía justo al lado de sus padres y tenia un maravilloso omega que había estudiando enfermería y trabaja tres veces a la semana en la mañana en la clínica privada Hill's

Su relación fue...Intensa, justo como Ax.

El alfa ni siquiera intento esperar un tiempo que fuera considerable, lo cortejo hasta que salieron del colegio y antes de entrar a la universidad lo marco, reclamándolo como suyo, proclamando que aquel omega maravilloso era su alma gemela. Y estaba completamente feliz con su decisión, amaba a Asiel más de lo que se amaba a el mismo, aquel omega de ojos grises amables y manitos pequeñas eran básicamente el motor en la vida del alfa, una de las razones más importantes de vivir, el que le dio todo lo que le hizo feliz.

Le dio un mejor amigo incondicional un compañero de vida, un confidente y el amor de su vida.

Le dio una familia.

Le dio una razón de sonreír.

O unas razones de vivir.

Ax suspiró dejando a un lado su libreta y se quedo unos segundos en silencio, con el monitor de bebé en su bolsillo y los ojos entrecerrados.

Entonces escucho un estruendo.

"¡NIÑOS!" gruñó levantándose para ir hacia el salón de su casa, buscando dos pequeños rubios de ojos verdes que estarían obviamente escondidos, porqué Ax conocía a sus demonios como la palma de su mano.

El amaba a sus hijos, pero eran su karma.

No se sorprendió cuando vio un jarrón botado en el salón, suspiro escaneando el lugar y quedándose en silencio para esperar que los dos alfas salieran de su escondite. Ax dio dos zancas antes de que dos torbellinos pasaran por sus piernas, chillando felices y corriendo para enredar las piernas de su padre y hacerlo caer

"¡Engendros del demonio!" Ax gruñó intentando tomar a uno de ellos, sin embargo, eran escurridizos como nadie lo eran. Sigilosos como ninjas "¡Te tengo!" Ax alzo a uno de sus hijos con victoria, el pequeño alfas se rio entre los brazos de su padre e intento que lo soltara "¡Samuel, quédate quieto!"

Viviendo entre alfas      (Larry Stylinson) OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora