III. Cambio de planes

11 1 0
                                    

Miro el reloj de mi teléfono, impaciente porque aún no llegan los hermanos Thomas. Ya son las 3:30 pm, deberían haber llegado hace más de media hora.

Se supone que mi hermana y yo siempre somos las que llegamos tarde a algún lugar, no ellos.

—Keith ¿Dónde esta Mia? ¿Y Dereck? Pensé que ya estarían aquí, ellos no suelen faltar nunca a nuestros encuentros—interrogó a mi hermana, quizás ella sabe el motivo de la tardanza de Mia y Dereck.

—Hermanita querida, no tengo ni la más remota idea del porqué se tardan tanto. Estoy igual que tú.—responde con indiferencia.

No le tomo importancia en responderle y sigo mirando el reloj de mi teléfono, aún sabiendo que haciendo eso no hará que lleguen pronto.

La película empezará en menos de diez minutos y aún no hay rastro de ellos por ningún lado. Se suponía que llegaríamos media hora antes de que comenzará la película, con tal de poder conseguir unos buenos asientos en la sala de cine. Pero ya veo que los planes que teníamos no serán así.

Nos tocará entrar a ver otra película, sino llegan pronto.

—¿Acaso ya le hablaste a Mia?—pregunto, con tal de romper el silencio entre mi hermana y yo.

—Si, ya lo hice muchas veces y nada que me contesta, incluso le escribí a Dereck y nada.—responde.—Ehh mira quienes vienen por allá.

—¡Ya era hora! ¡Santo cielos! ¿Qué les sucedió?—manifiesto al verlos.

Llegan por fin hasta donde estamos mi hermana y yo—Ehh...es algo complicado—afirma Mia mientras mira a Dereck.

—Si, es muy, pero muy complicado.—responde Dereck.

—Entonces ¿Ninguno de los dos dirá que les paso?—pregunta Keith, mi hermana. Les da una mirada de indignación a los hermanos Thomas.

—Ehh.. Ok, Dereck diles tú—dice Mia—tu eres el culpable, así que te toca decirles.

—Ok, tú ganas Mia.—decide cambiarse de lugar—Pues, vimos de camino acá unos aspersores regando las plantas de un jardín, y a unos niños jugando en él. Así que decidimos preguntarles si podíamos jugar con ellos, y ya saben el resto...—confiesa lo sucedido. Es más que obvio que sucedió, por el hecho de que ambos están completamente empapados de agua.

—Y ustedes vinieron aquí así...sin tener la consideración de llamarnos y decirnos por qué se tardaban. Nos tenían preocupados. Más a Kaythlen—mi hermana Keith rompe el silencio y también confiesa.—Y quiero decir que..

—Ehh Keith olvidamos nuestros teléfonos en casa. Si veníamos al cine por eso los dejamos. ¡Ohh la película! ¿Qué hora es?—miramos mi hermana y yo a Dereck con indignación por su pregunta.

—Pues ya se son las 3:50 pm ya la película comenzó hace rato. Nos tocará ver otra, de seguro ya están llena las salas de cine. Sabían muy bien que hoy era el estreno de la película. Y mucha gente ha estado entrando.—manifiesto.

—¿Me dejarán hablar?—nos interrumpe Keith. Nos quedamos en silencio esperando a que diga lo que tiene que decir—Ok, lo que quiero decir es que me parece una falta de respeto que tú—señala a Mia— y tú—señala esta vez a Dereck—No nos hayan venido a buscar a mi hermana y a mi para jugar con los aspersores.—todos miramos a mi hermana con cara de Ehh por lo que dijo—No me miren así, que esperan. Vámonos de aquí y vayamos todos a ese lugar. A quién le importa esa película, podemos verla otro día. ¿Quién está de acuerdo conmigo?

—Yo—responde Mia al instante.

Hablas enserio hermanita, pienso.

—Yo también estoy de acuerdo—responde Dereck también.

—Y tú Kay ¿Qué dices?—me interroga mi hermana.

Todos me mira esperando por mi respuesta.— Mm.. Ok, vamos aunque aclaró que me parece una mala idea.—confieso. Decidí decir que si ya que aunque dijera que no. No serviría de nada, tres contra uno.

—Entonces vámonos—expresa Dereck—¡Síganme camarada!

—¿Ya dije que me parece mala idea?

—Vamos Kay—me dice Dereck al tiempo que me agarra de la mano.—Te aseguro que no te vas a arrepentir.

...

—¡Hola de nuevo niños!—dice Dereck cuando llegamos a una casa, no muy lejos de donde estábamos.

Me fijo en la fachada, es realmente linda esta casa. Y en efecto, como dijo Dereck hay algunos niños jugando con los aspersores del jardín.

—¡Chicos Dereck y Mia volvieron!—grita un niño de más o menos 9 años, captando la atención de los demás presentes.

Me fijo que hay dos chicos más. Una niña y otro niño. Por su parecido entre los tres, afirmó que deben ser parientes.

—¿Dereck acaso ella es tu novia?—pregunta la niña. Dejándome algo avergonzada por su pregunta—Es muy linda.

—No, Olivia. Ella no es mi novia.—aclara Dereck, mirándome algo avergonzado también.

—Oliva, Julián y Simón.—señala Mia a uno por uno, al tiempo que los nombró.—Ella es Kaythlen y ella Keith.—hace lo mismo mientras nos presenta a mi hermana y mi a los niños.

—Hola Olivia, Julián y Simón—decimos mi hermana y yo al mismo tiempo. Esos hace que los niños rían por lo sucedido.

—Jajaja—se escucha a unísono las risas de los niños. Dereck, Mia, Keith y yo; nos unimos a sus risas.

—¡Hey niños! ¿podemos jugar otra vez con ustedes? ¿Está vez con Kaythlen y Keith?—interroga Dereck una vez que ya terminamos de reírnos.

—Si, claro que pueden jugar.—responde al instante Simón el niño más grande de los tres.

Todos los demás corren hacía los aspersores, dejándome a mi y a Olivia solas—Ven Kaythlen—me dice agarrando mi mano para ir hasta donde están los demás.

—¡Esto es asombroso!—grita Julián.

—¡Si! ¡Es asombroso!—responde Simón.

—¡Oh! ¡Esperen! Nuestros teléfonos. Kaythlen tu teléfono.—habla mi hermana ganándose mi atención por completo.

Sacó rápidamente mi teléfono antes de que se mojen.—Ven dame tu teléfono Keith—le digo para ver si se encuentra en buen estado. Se me acerca hasta donde estoy.

—Si, prende. No se mojó tanto. ¿Y el tuyo?

—Igual que el tuyo, también prende. No le sucedió nada. Ven dame tu teléfono, lo colocare ahí junto con mi billetera—señaló los escalones de la escalera que están en la entrada de la casa donde no llega el agua.

Mi hermana se devuelve a donde se encontraba antes y yo me dirijo hacia la entrada de la casa.

Minutos después nos encontramos todos saltando por aquí y por allá, intentando que los aspersores no nos atrapen. Pero es casi imposible, porque ya todos estamos empapados de agua.

—Kay ven—me llama Dereck, me dirijo hasta donde él se encuentra.

—¿Mm? Si dime Dereck—le respondo.

—Cierra los ojos, tengo algo para ti.—Cierro mis ojos.—Ábrelos.

No veo nada fuera de lo común, pero antes de que pueda decir algo Dereck me interrumpe. Coloca una pequeña flor detrás de mi oreja.

—Arranqué una flor del jardín vecino sólo para ti.—me sonríe.—Espero que te guste.

—Gracias Dereck, esta muy linda—le agradezco. Decido quitarme la flor para poder admirarla mejor y una vez hecho esto vuelvo a colocármela.

Dereck agarra mi mano para volver a donde estábamos.

Creo que Dereck tenia razón, al igual que mi hermana.

La noche con miles de estrellas [En Proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora