La noche con miles de estrellas [En Proceso]

V. Recuerdos

Quisiera decir que he estado bien, pero en realidad no es así. El día de ayer encontré mi antiguo teléfono en una caja mientras arreglaba mi cuarto.
¿Por qué tuve que revisar ese teléfono? En él encontré una foto que me tome junto a Weston hace unos años. Pensé que las había borrado todas, pero ya veo que no fue así.

Aún no logró comprender porqué con sólo ver la foto miles de recuerdos junto a él se hicieron presente, dejándome destrozada por completo.

Recuerdo muy bien ese día cuando nos tomamos aquella foto.

—¿En serio quieres que hagamos esto?—te dije mientras buscabas como loco una piedra o una rama en el suelo del parque.

—Si—me respondiste—Se supone que eso suelen hacerlo en las películas románticas. El colocar en un árbol nuestras iniciales dentro de un corazón.

—Si, pero esto es la vida real no una película ni mucho menos una historia de amor—te respondí—¿Qué se supone que buscas en realidad?

—Alguna piedra o alguna rama para poder hacer el corazón en el árbol.

—Weston—te llame. Al instante dejaste de buscar en el suelo del parque para mirarme a los ojos—Mira hacia allá—te señale en dirección en donde se encontraban algunas hojas junto con algunas ramas e incluso piedras. 

—¿En serio?—manifestaste con ironía para luego reír—Ven, vamos—agarraste mi mano para caminar conmigo hacia la dirección que te señale—Mira, llevemos esta piedra y esta rama que se que nos servirá—me afirmaste con entusiasmo mientras me mostrabas la piedra y la rama. 

—Weston—volví a llamarte—¿También puedo tallar el corazón con nuestras iniciales?—te pregunte.

—Claro que puedes—me respondiste—Tu eres mi pequeña estrella. ¿Acaso no lo recuerdas?—me entregaste la rama—Toma. Yo usaré la piedra y tú la rama.—tome la rama entre mis manos.

Después de un tiempo intentando tallar el corazón con nuestras iniciales, decidí darte una mejor solución. Te sugerí que mejor utilizáramos unas llaves, así se nos haría mucho más fácil de tallar. Te reíste otra vez y afirmaste que a veces suele ser un poco tonto y torpe.

Al terminar por fin el corazón con nuestras iniciales, buscaste tu celular. Me afirmaste que tomarías una foto para recordar ese bello momento.

—Kay—dirigí mi mirada hacia la tuya—tomaré una foto primero del corazón, y luego una de nosotros junto al corazón.

—Bueno—te respondí.

Y como dijiste, tomaste una foto al árbol con nuestras iniciales y luego una de nosotros junto a él. Aunque fueron dos fotos, ayer sólo encontré la foto donde esta el corazón tallado con nuestras iniciales la cual he decidido borrar hoy por la mañana.

Y lo peor de todo es que ese árbol en donde tallamos nuestras iniciales en un corazón, es el árbol donde pasamos la noche viendo las miles de estrellas. Por eso cada vez que paso por ese lugar donde se encuentra el árbol, miles de recuerdos invaden mi mente haciéndome sentir melancólica al instante. Porqué fue ahí donde nos dimos nuestro primer beso, fue ahí donde me prometiste siempre estar a mi lado, fue ahí donde le juramos a la luna y a las estrellas jamás separarnos. Y no sólo eso, muchos recuerdos que creamos provienen de ese bello parque y en especial de ese viejo árbol.

Ahora en ese viejo árbol sólo quedan recuerdos, agridulces recuerdos de ti y de ambos. 

W&K

...

—¡Hey!—pronuncia alguien mientras abre la puerta de mi habitación. Se bien de quien es esa voz—Soy Dereck, traje algo para ti, se que te gustará.