57.

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- No eres él, no lo serás jamás- digo con su rostro entre mis manos.

-¿Cómo estás tan segura?- susurra.

-Porque creo en ti. Creo en lo que eres y no eres tu padre. Eres lo mejor que puede pasarle a alguien Lucca, gracias a ti esos dos niños son maravillosos- hablo refiriéndome a sus hermanos- Él no supo criar un niño, quiso crear un jodido soldado para su maldito equipo. Ayudas a la gente que lo necesita, ayudas a tu hermano con sus tratamientos aunque eso requiera ponerte en peligro. Cuidas a tu familia con tu vida- murmuro- Lucca, no eres ese idiota-

- Soy jodidamente igual a él- murmura.

-Fisicamente, tal vez. Pero son dos personas completamente diferentes- suspira y mira mis ojos- Además, tú eres mucho más guapo- sonrío para tratar de despejar su mente.

Acerca su rostro al mio lentamente, dandome tiempo a alejarme si así lo deseo, me mira a los ojos pidiendo permiso y cuando sonrío, él me besa. Con ese beso trato de despejar todos los problemas de su mente, la pelea con su madre, la injustas palabras que le dijo, los D'angelo, mi beso con Zack, todos sus momentos malos.

Al separarnos sonríe y para que negarlo, su sonrisa me vuelve loca.

-Eso es campeón- beso sus labios cortamente.

Me acerco y entrelazo nuestros brazos, apoyando mi cabeza en su hombro. En silencio, apoyándolo como él siempre lo hace.

- Deberías estar en clases- me mira.

- Debo estar aquí si me necesitas- sonrío y besa mi mejilla. Recuerdo la mochila que llevaba cuando salió de su casa- ¿Para qué es la mochila?- pregunto.

-Me fui de casa- alzo mis cejas con sorpresa.

-¿Qué?- él me mira.

-Si, es su casa Alex, me dio asilo por muchos años. Hoy me dejó claro muchas cosas. Sé que me ama y que me considera su hijo, no ella, la mujer que esconde detrás de todo ese de todo ese lujo. La mujer que vi hoy, mientras lloraba por lo que dijo- murmura- No quiero que sienta una obligación al dejarme quedar cuando no cree que sea buena influencia para sus hijos- hace una mueca y sé que le duele. Esos niños fueron criados solo por él y son los mejores chicos.

-Ven a casa, puedes quedarte conmigo- le ofrezco.

-Gracias cielo- besa mi frente- Pero iré a mi departamento-

Lo miro asombrada.

-¿Tienes un departamento?-

-Si, fue regalo de los Black cuando cumplí 18 años, la pagué aunque no lo saben.
Les deposité el dinero en su cuenta bancaria, así que si, es completamente mío- sonríe orgulloso, se queda pensando un momento y se levanta, tiende una mano en mi dirección.

Lo miro confundida.

-Ven, te llevaré- sonríe y me dejo guiar por él hasta las motos.

Unos minutos más tarde llegamos a su departamento. No me sorprende ver el lugar completamente ordenado, tampoco la linda decoración en tonos blanco y negro que tenía, Lucca tiene muy buen gusto, su habitación en la casa Black es muy linda.
Era grande, igual que el mio. Era moderno y tenía ese aire jovial y misterioso típico de Lucca.

-Vaya, es hermoso- sonríe.

-Me alegra que te haya gustado- toma mi chaqueta y mochila para dejarlas en el perchero de la entrada- Eres la primera que entra aquí, además de mi familia- sonríe.

Me hace sentir especial aunque parezca cursi, por lo que me acerco a él y dejo un beso en su mentón.

- Me agrada eso- sonrío y él me da un corto beso.

Contrarreloj [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora