INTERNADO ÉTER ©

𝐋𝐚 𝐯𝐨𝐳 𝐝𝐞 𝐥𝐚𝐬 𝐩𝐢𝐞𝐝𝐫𝐚𝐬

La bienvenida al Internado Éter es una aventura llena de emociones desde el primer instante. Las luces del escenario se extinguen para que un brillo cegador, proveniente detrás de escena, se haga presente de forma deslumbrante. Desde lejos tienen la formas de diamantes pulidos, gemas preciosas o simplemente una belleza cautivadora. Los admitidos se quedan sin palabras, embobados por lo que tienen frente a sus ojos, los objetos delante de ellos son nada más y nada menos que las cuatro piedras elementales.

Los asombrosos avances visuales y tecnológicos de la época se hacen notar en los logos representativos de cada orden que son formados por humo de distintos colores junto a los pedazos de cada una de las piedras dentro de un contenedor de metal. El recipiente de tierra contiene piedras verdes enterradas en arena oscura. Las de fuego se encuentran en calderas con carbones ardientes. Los pedazos de piedras azules flotan dentro de una gran pecera, y las de aire levitan en una esfera de viento. Sin embargo, toda esta área está prohibida de pisar por cualquiera que no haya sido invitado a estar cerca. Por ello, los futuros aurélidos están en un lugar diferente, más alejado, en donde la energía de las piedras aún genera el suficiente calor para sentirse en un ambiente de 30 grados. ¡Parecen estar dentro de un horno!

La mayoría se siente tenso por el calor, pero también una gran parte está confiado por haber pasado su examen. Lo que no saben es que esta ceremonia es la parte más radical y dolorosa de todas. La piedra puede aceptarte, como también matarte, una de dos, no hay punto medio. Lo único cambiante es que algunos sufren más que otros en obtener el poder. Han habido casos que desde un primer instante el don se manifiesta y la persona al no poder controlarlo, destruye inconscientemente objetos de su alrededor, por eso, el lugar está protegido con un escudo aureal para no lastimar a la gente que observa el suceso. Ahora todo depende de qué tan resistente es tu cuerpo y aura.

- Bienvenidos al Internado Éter - exclama la presentadora, una imponente mujer vestida de blanco y cabello teñido de rojizo.

- Alguna vez estuve en su lugar y no voy a negar que me moría de miedo. Pensé que estaba mal estar tan nerviosa por cada paso que daba, pero luego comprendí que es normal sentirse así ante un cambio tan grande como lo es ser un aurélido porque no les voy a mentir, no es nada sencillo. Debes cumplir tus comisiones asignadas, defender al país, alejar a los Pseudos, colaborar en la búsqueda de la quinta piedra y sobre todo, encontrar el equilibrio emocional. Tendrás mucho poder y dependerá de ti como lo uses. Recuerda que:

En la vida podrás sentir resentimiento, indignación, furia, soledad, temor... pero finalmente tú decidirás cuánto dolor quieres reflejar a los demás.

La dama antes de terminar su discurso, muestra la piedra que le permitió adquirir su don. Una gema de color rojo brillante.

- Pertenezco a la orden intuitiva, Quasflam. Al igual que yo, todo aurélido necesita una piedra perteneciente a su elemento, en mi caso fuego, para poder despertar mi centro de energía y así mi don - su piedra roja se ilumina aún más - Cuando reciban el fragmento de piedra correspondiente a su orden sentirán dolor y en el peor de los casos, morirán. Si agarran la piedra que no pertenece a su orden indicada, morirán. Si intentan atacarme también morirán. - la señora de blanco advierte con un tono burlesco en su voz.

- Vaya parece que todos los destinos conducen a morir - murmura Franco

- ¡Aysh! Tengo miedo. Nadie me dijo que esta fase es tan turbia - Devi trata de controlarse abrazando a Avril.

- Como podrán ver... - la mujer señala el centro del escenario - Cada orden tiene un logo diferente, uno con más pétalos que otros ¿No es cierto? Esto hace referencia a los Siete Chakras que tenemos en nuestro cuerpo. El primer chakra asociado con Gravwis, el segundo con Relmani, el tercero con Quasflam y el cuarto con Huruus.