1

16.5K 657 58
                                    



Fernando Cortez conocido como lobo viejo, famoso por sus entrepidas conquistas, y exitoso hombre de negocios , dueño de una de las empresas mas ricas de Canadá y de aquel cierto club nocturno en Boston. Para algunos es un misterio como a logrado tanta fortuna al ser tan joven con solo treinta y cinco años, bueno para la vista humana es lo que hizo creer, dentro de el se esconde ese animal salvaje solo algunos iguales como su naturaleza conocen la verdad de tras de ese hombre de mirada gris..

Tiene poder , dinero mujeres al por mayor , los años le han asentado tan bien en ese cuerpo duro tonificado , sus ojos grises tan sensuales que provoca cada suspiro provocando un moja brajas por donde vaya, las mujeres hacen fila solo por estar ahí, los rumores que pose su arma mortal haciendo que la curiosidad de varias prueben tan excelente armamento quedando satisfechas queriendo probar otra vez ese exquisita carne

Pero lo que no saben que es lo que realmente esconde Fernando que ha aprendido con los años, para muchos ojos es todo un caballero conquistardo, para otras un mujeriego inalcanzable , donde algunas desean ser la mujer Cortez pero seamos claro Fernando no es un hombre normal es un Alfa ese lobo negro de ojos rojos, un cazador por naturaleza, nada se le escapa, no hay nada que no haya probado, tampoco esta para enseñar le gustan las mujeres experimentadas y arriesgadas no le importa el físico dando atención más cuando el olor de excitacion de una mujer lo enciende. Todas para el son flores que necesitan ser regadas y el esta dispuesto a darle ese placer que necesitan.

.

No tiene filtros para nada , dice lo que piensa, sin importar lo que los demás piensen, tan diferente a su hermano Muriel que después de botar el legado donde su padre lo odio hasta su último aliento hace mas de ciento diecite años se fue de la casa sin volver mas. No estaba hecho para esa vida

Su relación con su padre nunca fue buena, siempre fue contra la corriente, jamas se miro tomando el lugar que por derecho le correspondía como el gran líder de la manada luna blanca, el no nació para eso , sino para volar lejos bajo el yugo de su padre, para eso estaba Muriel el merecia tal lugar, siempre tan complaciente en todo, buscando su aceptación pero Fernando no. El era intrépido, siempre andaba metido en problemas, su primera experiencia sexual aún no tenía su trasformación cuando conoció los placeres carnales con esa mujer que le triplicaba la edad, desdeahí prefería mujeres más grandes y de exquisita experiencia

Jamas se intimidaba con nada para el todo es un Si, nunca acepta un No por respuesta, son contadas sus amistades, y sobre todo a sus pupilos donde les muestra como deben complacer a una excelente mujer en la cama dejándola callada de esa forma, del cual solo uno continuo con sus consejos, ya que al encontrar a su Mate se olvidaron de las viejas prácticas enseñadas, eso pasa, ella aparece jodiendo todo a su paso olvidate hasta de respirar.

Pero el no hasta la fecha, ella no aparecido y eso para el ya no le preocupaba lo más mínimos, solo ve pasar las generaciones haciendo raíces mientras el disfruta. Talvez la diosa luna lo castigo por su rebeldía. Pero aún así no estaba hecho para el amor aunque....

El No esa palabra no exite, pero nunca falta el esposo celosa que desea matarlo todo por no darle la atención requerida a su mujer , ademas tampoco que culpa tiene que la mujer desea repetir el postre

Como en esta situación

<<<

Estaba aquella rubia montándolo como cualquier diosa moviéndose tan ágilmente sus caderas mientras gritaba de arriba abajo, sus uñas arañando su pecho mientras el inclinaba sus piernas, el orgasmos en todo su esplendor cuando los espasmos llegaron al límite jadeando

_ Vamos muñeca damelo_ apretando sus caderas moviéndola con desenfreno

_ Si...Si....... oh......

La rubia cayó sobre su pecho mientras pero el aún no terminaba se acomodo detrás de ella, volviendo a embestir gruñendo arremetiendo contra la subía que apenas podia sostenerse de sus manos apretando las almohadas, sujetando la cintura, la mujer no paraba de gritar cada penetración tan profunda, el sudor recorría su pecho deslizándose cada gota.

Seducida por el ALFADonde viven las historias. Descúbrelo ahora