Creep. |Osasuna| |One Shot|

Única Parte.

Nota: La historia fue escrita mientras escuchaba ésta canción, escuchenla antes de leer el One Shot. Mi perspectiva fue de Suna sintiendo la letra de la canción por Osamu.

Creep: Cretino, desgraciado, idiota, necio, estúpido.

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Osamu estaba atendiendo en su puesto de onigiri, se había vuelto muy famoso gracias a su sabor y no porque su hermano jugaba en la liga japonesa, había logrado mucho por mérito propio.

Miya suspiró una vez su horario de trabajo terminó, guardó todo y volvió a casa, llevaba una semana solo.

Su novio jugaba también para la liga Japonesa y estaba muy orgulloso de él pero últimamente no tenían tiempo para estar juntos y las veces que se veían Miya podía darle dos o tres besos en la semana ya que Suna salía mucho para comprar cosas del vóleibol, también para firmas o entrenar.

Una vez entró a la casa sonrió con algo de nostalgia, antes en esa casa podía escucharse la música a todo volumen mientras él y Rintaro bailaban pegados en la sala, las risas nunca faltaban y las bromas eran lo mejor del día... Ahora era solo una casa vacía.

Casi un año desde que comenzaron a distanciarse pero Osamu seguía tan enamorado como los primeros meses desde que eran novios, no tenía arrepentimientos.

Bostezó suavemente mientras se dejaba caer en el sofá, eran casi las ocho de la noche, Suna no volvería a casa.
Miró su teléfono, tenía unos mensajes de él y no pudo evitar reír ante los emojis que usaba el otro para hablarle.

Contestó con un sticker gracioso y apagó el teléfono, después de todo... Tampoco se hablaban tanto por mensaje, ninguno era fanático de los teléfonos; o bueno, Suna era un fanático de usar la cámara. Suspiró dispuesto a tomar una pequeña siesta en el sofa, siendo interrumpido miserablemente por el tono de llamada.

— ¿Hola? —Murmuró mirando el techo.

— ¡Hola! —Soltó un gruñido al darse cuenta de que era su gemelo. — ¡Oye no gruñas! ¡Vivo extrañándote y tu pareces cansado de mí!

— Atsumu... Me llamas al menos cinco veces al día. —Soltó con una leve risa, claro que extrañaba su hermano, habían vivido juntos toda su vida, separarse no había sido fácil para ninguno.

— Y aún así siento que no es suficiente. Por cierto, Suna dice hola. —Sus ánimos cayeron de golpe al oír eso, entrecerró sus ojos mientras se mentalizaba para no decir algo malo. — ¿Osamu?

— Aquí estoy, perdón. Ah... Dile que hola. —Negó con la cabeza ante sus palabras. — Atsumu, ¿podrías alejarte de Suna? Quiero hablar contigo

— Oh, está bien, espera. —Escuchó a su hermano despedirse de todos y una puerta ser cerrada. — ¿Pelearon?

— Claro que no, ojalá lo hiciéramos, al menos así sentiría que tengo un novio... Mierda, no quise decir eso, estoy muy feliz del proceso de Suna, solo me gustaría que se quedara un poco más de tiempo en casa, es un cretino...—Soltó una risa sin gracia, sus ojos llenándose de lágrimas.

— Hey, no llores si no estoy ahí para consolarte. ¡Espera! —Gritó sobresaltando a su gemelo. — Iré para allá, voy a conseguir un au...