Alguien recordaba en aquella tarde frente aquel mar infinito muchas cosas de su vida.
- ¿Recuerdas cómo nos conocimos, Gustabo? - habló su hermano de vida Horacio para después él mismo contar la historia.
¿Cómo podía olvidar eso? El encontrar a Horacio en aquella sucia calle y protegerle, es lo único que le ha mantenido con vida hasta ahora.
- ¡Mi madre huyó de los problemas porque yo soy el problema! - escuchó de golpe Gustabo en su cabeza la voz llorosa de cuando Horacio era un niño y este momento se interrumpe tras unas risas de sus amigos.
- Vamos a ver Gustabo, ¿recuerdas cuando nos conocimos? - mencionó el superintendente Conway mientras fumaba.
- Que fue por unas amenazas de Twitter que llegó allí. - se adelantó a comentar aquel chico amante del vodka, mejor conocido como el comisario Volkov.
Mas y mas recuerdos siguieron apareciendo en aquella charla tan amistosa. ¿Qué son los recuerdos realmente? A veces, Gustabo llegaba a pensar que los recuerdos simplemente eran mas que un estorbo. Sin embargo, muchos recuerdos cayeron en su mente como cual lluvia de estrellas fugaces. Recuerdos de cuando sus padres le abandonaron en aquella gran casa. Recuerdos de cuando la comisaria estaba de luto por las muertes de Ivanov y Gonetti. Recuerdos de cuando fue secuestrado junto a Horacio y Torrente por el Calavera y el oficial Torrente colocándose frente a ellos para evitar que murieran. En fin, siguió recordando muchas más muertes hasta que llegaron a su mente dos simples palabras: Semper Fi.
- Siempre fieles, ¿no? Dos palabras que sueles usar mucho a la ligera para mantener contentos a los de tu alrededor y por encima de ellos, a Horacio. ¿Hasta cuándo seguirás así, Gustabo? Si me dejaras a mí en tu posición, los recuerdos de un sin vida como tú desaparecerían y yo te protegería tanto a ti como a Horacio volviendo así la ciudad un infierno. - pensó Pogo mientras sonreía para seguir actuando como Gustabo.
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Inspiraciones
Short StoryInspiraciones de, ideas de. Simplemente fugaces creaciones de personajes ya existentes. *Nota: los personajes no me pertenecen y tampoco algunos de los sucesos contados aquí.*