Ohm, el temido líder de la mafia Rosa Roja, es un hombre serio, frío y despiadado, cuya autoridad no tiene rival. Poseedor de un poder y una riqueza que muchos envidian, vive atrapado en una jaula de oro, cargando con una profunda infelicidad y una...
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Me alegro de que lo recuerdes.
Aquellas palabras resonaban en mi mente como un eco interminable. Cuando lo recordé, no supe qué decirle. Estaba en shock. Hace tres años tuve contacto con una persona peligrosa, y la idea de revivir algo remotamente parecido me llenaba de incertidumbre.
-Sé que aún no lo asimilas, pero yo te quiero como mi pareja, como mi esposo -dijo Ohm con voz firme pero cargada de ternura-. Desde que te vi supe que eras alguien especial. Cuando te vi, me enamoré de ti.
-No lo sé... -respondí, incapaz de sostener su mirada. Apenas lo conocía y no entendía cómo podía sentir algo tan intenso por mí.
Ohm no se rindió. Su expresión era seria, pero había una súplica genuina en sus ojos.
-Por favor, Fluke. Dame una oportunidad para conquistarte. Prometo que estarás bien conmigo. Tendrás protección, seguirás estudiando, te daré todo lo que necesites. Solo pido una oportunidad.
Sus palabras me desarmaron. Lo observé en silencio, tratando de encontrar en mí alguna razón para confiar en él. Finalmente, tomé sus manos y, casi sin pensar, pronuncié lo que quizá fue una de las decisiones más arriesgadas de mi vida.
-No estoy seguro de lo que voy a decir... pero te voy a dar una oportunidad. No sé por qué, pero algo dentro de mí me dice que debo quedarme a tu lado.
La alegría en el rostro de Ohm fue inmediata, como si el mundo entero se hubiera iluminado de repente.
-Gracias, Fluke. Te prometo que no te arrepentirás -dijo antes de jalarme inesperadamente hacia un abrazo. Al principio me sorprendió, pero, poco a poco, lo correspondí.
-Desde ahora, esta será tu nueva casa. Viviremos juntos -declaró con una emoción que parecía inagotable.
-¿Qué? ¿Cómo que mi casa? ¿Y por qué deberíamos vivir juntos?
-Aquí tendrás todas las comodidades y lo que necesites. Además, quiero presentarte a mi gente como mi pareja.
-Está bien, pero ¿no crees que es demasiado rápido? Necesito ir por mis cosas a mi departamento -respondí, sintiendo que el vértigo de tantos cambios me desbordaba.
-No será necesario. Mañana iremos a comprar todo lo que necesites -dijo con determinación.
-Sé que estamos empezando, pero no quiero que gastes demasiado en mí -repliqué, incómodo con la idea de depender completamente de él.
-Fluke, serás mi futuro esposo. Quiero consentirte. Desde ahora ya no tendrás que trabajar.
-Supongo que está bien...
Pero lo siguiente que dijo me dejó completamente desconcertado.
-Por cierto, estas tres semanas no asistirás a la universidad.
Mi corazón dio un vuelco.
-¿Por qué?
-Sé que esto es difícil para ti, pero en estas semanas te enseñaré a manejar armas y a pelear cuerpo a cuerpo.
Sentí un nudo en el estómago. Aunque sabía cómo usar un arma, no quería revelarlo.
-¿Por qué tengo que aprender todo eso?
-Fluke, al ser mi pareja, mis enemigos podrían tratar de hacerte daño para llegar a mí. Quiero que estés preparado para defenderte.
Suspiré, resignado. No tenía opción más que aceptar.
-Está bien. Lo haré.
Ohm sonrió satisfecho.
-Ven, te mostraré tu nueva habitación.
Subimos por una escalera elegante hasta llegar a una puerta de madera tallada. Ohm la abrió, revelando una habitación tan lujosa que me dejó sin palabras.
-Muchas gracias -murmuré, todavía procesando lo que veía.
-De nada. Allí está el baño; puedes ducharte si quieres. Te dejaré una pijama en la cama, y luego traeré algo de comida para que descanses. Mañana será un día largo.
Asentí y entré al baño. Era enorme, con paredes de mármol y detalles dorados. Me quité la ropa y dejé que el agua caliente relajara mi cuerpo. Mientras el agua caía sobre mí, pensaba en cómo mi vida había dado un giro tan drástico en cuestión de horas.
Cuando terminé, me envolví en una bata y regresé a la habitación. Sobre la cama encontré la pijama que Ohm había dejado, junto con una bandeja de comida en una pequeña mesa.
Me senté y probé la comida. Estaba deliciosa, y, por primera vez en mucho tiempo, me sentí un poco más tranquilo. Tal vez estos cambios no serían tan malos después de todo.
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Hola a todos se que no publiqué la semana pasada, pero aquí esta un capitulo más.
Para quienes an leído esta historia notarán algunos cambios que no son drásticos y esto no afectará la historia.
