¡Oh! Alicia

P R O L O G O

Había hace una vez  . . .

¿Porque así empiezan todas las historias no?

Un mundo de ensueño, dónde la imaginación iba y venía tal como el sol de cada mañana, con un nuevo amanecer nacía otra criatura fuera de los límites de lo imaginable, todo era risas y festejo. Los habitantes de aquel lugar que recibían siempre uno que otro afortunado humano con un alma tan pura capaz de ingresar a aquel lugar, tomaron el nombre que aquellos visitantes temporales le pusieron.

El país de las maravillas

Donde cada sueño puede hacerse realidad y hasta las más grandes locuras se hacen tus amigas.

Pero cada país debe de tener un soberano que controle y cuide de el, las criaturas según sus costumbres consultaron con el más sabio, Una Oruga anciana que nunca pudo ser mariposa y se encargaba de protejer los pergaminos sagrados de sus ancestros.
Leyendo cada uno de estos atentamente, anuncio que llegaría para ellos una Reina de divino y elegante porte que los gobernaría de manera justa y amorosa. El pueblo regocijado hizo una fiesta esperando a esa tan bella joven que les habían prometido.

No pasaron muchos años cuando una niña de ojos chocolates fue llevada a aquel mundo, le enseñaron todo, ofreciéndole riquezas pero solo si se convertía en su reina y prometía llevar un legado justo.

Grave error

Al cumplir sus 23 años, ya había asesinado a más de media población, las cabezas rodaban a sus pies y la sangre siempre estaba presente en su pequeño cuerpo. Estaba de más decir que disfrutaba cada gota de el espeso líquido sobre su paladar, y es que encontró placer con el tiempo en el dolor y desmembramiento ajeno, su pureza nunca existió, fue opacada por la codicia y vanidad que se tenía a si misma.

Había logrado que miles de soldados le sean fiel con una sola mirada, tenía esa peculiar habilidad de convencer a cualquiera de hacer lo que quisiese, su palabra era ley, si llegaba a ser contradecida, podías terminar siendo su silla para descansar las piernas, o si fuese peor el caso, con  la cabeza separada del cuerpo.

Unos valientes y audaces pueblerinos formaron un grupo en contra de el injusto gobierno de aquella mujer, tenían en mente un plan para derrocarla de su trono, pero no sería fácil. Según los escritos que les había dejado la oruga antes de morir, el reino se sumiria en una oscura época de caos como la que ahora pasaban, pero todo terminaría con la presencia de una poderosa guerrera que con espada y astucia traería paz siendo la nueva soberana trayendo por nombre "Alicia".

Mandaron a cada una de sus mejores escoltas a buscar a toda niña que se llamará como tal.

Pero no fueron los únicos.

La reina se había enterado de aquella leyenda tan burda a su parecer, pero no quería arriesgarse, después de todo ella también llegó allí por una así que debía de eliminar a ese estorbo si no quería perder la corona. Claro que seria más astuta que aquellos traidores, mandaría a su más fiel mensajero a buscarla, y sin decirle la verdadera razón del porque quería a aquella chica, el inocente conejo salió en marcha hacia su misión.

- ¿Matarán a Alicia?

- Eso es lo que la Reina espera hacer

- Pero si lo hace, ¿Que será del pueblo?

- Posiblemente perezca ante su sombra de maldad

- ¡Entonces Alicia debe de ocultarse bien!, Y el conejito si la encuentra quizás no la lleve ante la reina

- ¿Y porque mejor no descubrimos lo que pasa?

- ¡Si! ¡Si!