El chico del campamento

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Un día nuevo, una mañana nueva, me tenia que despertar tan temprano para poder ir a ese campamento, ilusión tenía ya que había quedado con él en sentarnos juntos, lastimosamente al ver la cartelera nuestros autobuses eran diferentes entonces tendríamos que cambiar de planes, fue lo que hicimos, me decepcione un poco por el hecho de no poder ir juntos pero sabía que habría alguna oportunidad en vernos en algún momentos de aquel campamento.

Me la estaba pasando genial, solo lo había visto pocas veces pero a lo lejos ahora en la cena lo he visto y hemos hablado rápido, casi nada, después de eso la actividad está asombrosa, todos bailaban y reían por todo lo que estaba pasando pero mientras todo eso pasaba a veces me desviaba a verlo estaba cansado pero mantenía aquella sonrisa que lo hacía tan él.

Dieron las 3 de la mañana y a las 6 me levantaron ¿Quién te despierta con trastes sonando y canciones que ni siquiera entiendes? Aún así era el mejor día, teníamos la alberca, actividades, comida y un sol que relucía, la felicidad me inundaba y ya quería empezar.
Las actividades empezaron tranquilas, el sol pegaba fuerte por un momento voltee para ver qué pasaban en los otros equipos por qué me reía tanto, lo vi a lo lejos que me volteé y dije me he enamorado, en mi interior lo había dicho por qué nadie sabía que realmente él me gustaba, trataba muy bien de disimularlo aunque a veces se notará.
Las actividades acabaron y el campamento también, fui por mis cosas y caminando a dejarlas, me lo encontré, lo saludé y le dije que se había quemado un poco, el era demasiado tímido y solo sonreía, decía que no pasaba nada, que llegaría a casa y se pondría un poco de crema para bajar la quemadura del sol, le dije que yo traía áloe para que se bajara rápido y mañana me lo podía entregar, no quiso y yo tampoco insistí, además anteriormente había pasado algo extraño.
Él había estado arriba del lugar con la bocina hablando y hablando, cuando me acerqué, tomo mi cintura y me acerco más a él, verdaderamente sorprendente pero me gustó sentir aquel calor de él, sabiendo que un abrazo ya le podía dar sin sentir raro.
Nos fuimos y al otro día nos veríamos.

El día después de ti Where stories live. Discover now