Presente

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“Creo que te sigo queriendo hasta las estrellas, incluso ahora que no estás, incluso ahora que desde hace tiempo no hay un nosotros, incluso ahora que ya no reímos, que ya no hablamos, que ya no nos miramos.

Me pone bien feliz, verte feliz, es bastante tonto querer borrar los buenos momentos, las tardes en ese sillón, los viajes largos en carretera, los tacos de la sierra y la cerveza rosa que te gustó, porque cada que te pienso una sonrisa se me desliza, y juro, que casi sin querer, se me enciende el lado izquierdo del pecho.

Tal vez sólo nos adelantamos, tal vez lo nuestro era en otra ciudad, tal vez un par de años después lo hubiéramos sido todo, y no pienses mal, que lo fuimos, pero eso es lo que jode, que este intento de poema no debería estar en pasado, debería estar en presente.

Si alguna vez te encuentro de nuevo, me gustaría que fuera en ese pequeño bar que ya sabes, o tal vez resulta que fuiste tan terca y me convenciste de montar aquel pequeño café, un día caminando me veas a lo lejos, entres y te sea inevitable ir directito hacia mí, me veas, te vea, hagas un intento realmente malo de sonrisa y bajes la mirada, justo para después irte con el tipo que ahora te abraza.

Y no es miedo a que la vida ya no brille de tus colores, mucho menos negarme a soltarte, es sólo la simpleza de aceptar que hay amores que atraviesan dimensiones, que no mueren, que siguen vivos y que no duelen, al contrario, que fueron tan bonitos, que sanan e iluminan cuando los piensas”.

Empezar contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora