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Era la madrugada, todos los estudiantes se encontraban descansando en sus respectivas habitaciones, o eso se creía a excepción de una pareja de hechiceros que se encontraban en llamada.
- Todavía no tengo sueño, ¿y tú?.- preguntaba la chica a través del móvil.
- Aún no, pero mañana tendremos entrenamiento, Gojo-sensei se dará cuenta de que no dormimos.- decía el pelinegro a través de la línea.
- Pffff, no creo que pueda darse cuenta de eso, además aún no es muy tarde.- exclamaba la chica.
- Sólo cinco minutos más y ya nos dormimos.- decía Okkutsu con un poco de cansancio.
- Está bien.- decía la chica.
Los cinco minutos pasaron tan rápido, que apenas y se despidieron ya que Yuuta quedó completamente dormido, por otro lado una chica inquieta daba vueltas en su cama debatiendo si iba al cuarto de su novio sólo a dormir. Después de su dilema se armó de valor y salió de su habitación encaminándose hacia la del pelinegro. Con pasos sigilosos llegó hasta la puerta y con cuidado la abrió lentamente; al ver a su pareja durmiendo como un bebé no pudo evitar resistirse a darle mimos.
- ¿Qué haces aquí?.- preguntaba el chico aún adormilado.
- Ahora sí vamos a dormir.- exclamó la chica.
Una pequeña risa por parte del chico fue escuchada, ambos se acurrucaron para dormir.
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