Capitulo 3

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Comí rápidamente y fui a recepción, a esta hora el vestíbulo estaba vacío, todos salían a comer junto al mar o estaban disfrutando nadando en la playa, estaba bastante aburrido así que saque mi celular para distraerme, no paso mucho tiempo para que volviera a la realidad con un fuerte golpe en la mesa, era Astrid, parada frente a mi tan reluciente como siempre, una chica de 1.60, cabello castaño y ojos color miel.

-Buenos días!

-Buenos días

-Te asusté 

-Solo un poco -Ella rio y deje mi celular sobre el escritorio-

-Iba a venir más temprano pero asumí que no estabas en pie

-Tuvieron que despertarme, estaba demasiado cansado

Ella rio y dejo una bolsa de papel frente a mi, la abrí y si, me había traído donas rellenas de chocolate, mis favoritas

-Mi mamá te mandó esto, te quiere más que a mi

Reímos, la verdad siempre me mandaba una porción de sus pasteles cuando los hacía, Lilieth, así se llamaba la dulce madre de Astrid, dueña de una pastelería en el pueblo, realmente los mejores de todos.

-Por que no te ves cansada? Te fuiste a la misma hora que yo

-Creo que tengo mejor resistencia, y por que estoy acostumbrada 

Reímos juntos y se sentó en uno de los sillones.

-Aparte, recuerdas que Isa y Thom estuvieron juntos toda la noche??

-Si?

-Isa intento acostarse con el, obviamente el no quiso y se fue

-A lo mejor tiene novia en su ciudad -Dije sin interés-

-A lo mejor no le gusta ella -Dijo Astrid un poco burlona-

-A lo mejor es gay -Dije riendo, Astrid me golpeó el brazo riendo-

-No digas eso tonto

Ambos volteamos a ver a mi madre quien entraba entusiasmada a la habitación.

-Astrid, que lindo verte por aquí, como esta tu madre

-Esta muy bien señora Floyd

-Mira lo que nos envió

Dije pasándole la bolsa.

-Esto huele maravilloso, dile que muchas gracias, ya le enviaremos algo nosotros

Dijo mi madre volviendo a la cocina, antes de que pudiéramos decir algo, volteamos nuevamente ya que escuchamos unos fuertes pasos en la escalera, yo ya suponía quien era.

-Buenos días Thomas -Dijo mi amiga con entusiasmo-

-Buenos días...ammmmm

-Astrid, se llama Astrid

Dije un poco molesto, claramente si se sabia su nombre.

-Eso, Astrid, un gusto verte de nuevo, ammm, te molesta si nos dejas hablar a solas con Leo?

-Claro, yo...

-Lo siento Thomas pero tendrá que ser en otro momento, ya nos íbamos 

Tome la mano de Astrid y camine con ella hacia la puerta, mire discretamente hacia atrás y obviamente seguía mirándonos, lo ignore y seguimos caminando, la arena estaba demasiado caliente así que corrimos a sentarnos bajo las sombrillas instaladas en la playa. 

-Por que hiciste eso?

-Hacer que?

-Evitarlo

-No me agrada, los chicos de ciudad son desagradable

-Creo que el que esta siendo desagradable con el otro eres tu

-Yo?

-Ignorar a alguien es de mala educación, además no se ve como alguien desagradable, deberían ser amigos

-Tsk...Amigos...Seguro -Dije de forma sarcástica mirando la arena-

Ambos quedamos en silencio, preste atención a mi alrededor, la risa de los niños jugando en la arena, bañándose en la orilla del mar, el sonido de las olas, mire a Astrid de reojo, estaba escarbando en la arena, a pesar de mi actitud, no estaba molesta, era yo el amargado.

-Bien

-Bien que?

-Intentare ser su amigo, pero a mi modo si? -Ella solo me miro y rio-

Volví a mirar el mar.

-Nadamos?

Mi amiga asintió con la cabeza y corrimos al mar.

Luego de unas horas Astrid debía volver a la pastelería, así que nos despedimos y cada uno fue hacia su casa. Entre secándome el pelo con la toalla, encontrándome inmediatamente con Thomas, sentado en uno de los sillones de la recepción, me habrá estado esperando todo este tiempo? No se veía molesto por haberme ido, pero si estaba bastante serio.

-Cuanto llevas ahí sentado? -Miro su celular y luego a mi-

-Unos 10 minutos, estaba aburrido

-Y te pareció que la recepción de un hotel en la playa es mas divertido que la playa en si?

-Estoy acostumbrado a estar todas en un lugar diferente, es primera vez que me dicen que me quede por tanto tiempo en un mismo lugar, solo pensarlo me sofoca

-Viajas mucho por trabajo?

-Si

Asentí con la cabeza, el volvió a mirar su celular y quedamos inmersos en un silencio incomodo, ni siquiera me había dado cuenta que aun le estaba mirando fijamente con la toalla en la mano.

-Y...Te quedaras ahí?

Recordé que aun teníamos una conversación pendiente pero parecía que a el ya se le había olvidado.

-No, no, de hecho ya me iba -Corrí por las escaleras hasta mi cuarto y entre-

Aun tenia los pies un poco mojados así que al cerrar y darme la vuelta caí, el piso era bastante duro, lo acababa de descubrir con el dolor en mis rodillas, me senté en el suelo para esperar a que pasara un poco, pero un pequeño papel junto a la puerta llamo mi atención, me incorpore para agarrarlo, era un sobre de carta, no tenia remitente ni estampilla, no venia del correo, alguien la había traído hasta aquí, me quede mirándolo imaginando que podía tener, todos en el hotel sabia que esta era mi habitación así que pensé en que seria propina de algún cliente, luego pensé en una carta común, pero de quien? Decidí por fin abrir el sobre y si, era una carta, saque con cuidado la hoja perfectamente doblada a la mitad, la abrí, la letra era realmente hermosa, ligada y sin ninguna falta de ortografía "Una vez me pregunte si el amor a primera vista era real, aun no lo se, pero si se que captas mi atención a todo momento, que es esto que me haces Leo Floyd? Por que tu?"

La carta mas breve pero intensa que eh recibido, es esto una declaración? Estoy seguro que es de una chica pero, de quien? Inmediatamente pensé en Astrid, somos mejores amigos, pero siempre siento esa química al estar con ella. Pero, como habrá venido tan rápido a dejar la carta? Ni siquiera la vi subir...

Mi celular comenzo a sonar, así que me levante rápidamente y conteste, era Astrid.

-Nos acabamos de ver y ya me estas llamando? -Bromee-

-Olvide preguntarte si querías acompañarme en la pastelería mañana

-Si claro, no tengo nada más que hacer -Dije sonriendo mientras miraba la carta-

-Bien, entonces, hasta mañana 

-Hasta mañana 

Astrid corto, no le había mencionado de la carta, no sabia como, si es que fue ella obviamente no me lo dirá por mas que pregunte, decidí olvidarme de la carta hasta estar mas seguro, la guarde entre las paginas de mi libro y me cambie el traje de baño húmedo. 

Leo Y Las Cartas-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora