FÉNIX

011

La luz de la mañana me despierta cuando da en mi cara. Abro los ojos lentamente y me asusto cuando veo que este no es mi cuarto, es el de Culebra.

Ay dios.

Alzo la sábana que me cubre y me relajo cuando veo que tengo la misma ropa de ayer.
Entonces no paso ni me hizo nada, gracias a dios.

Me levanto de la cama y me hago una coleta alta. ¿Como llegué a este cuarto? Culebra no está, y lo último que recuerdo es encerrarme a llorar en el baño.
Salgo de la habitación y camino hacia el salón, cuando llego me sorprende encontrar a Culebra haciendo el desayuno y a Haimi y Crisbel limpiando a fondo.

—¿Te sirvo el desayuno?_me pregunta Culebra y yo solo asiento con la cabeza.

—Tienes una pastilla, la cabeza me duele_digo en voz baja y el me la pasa junto a un vaso de zumo de naranja.

—Tus niñas están limpiando conciencia por lo de ayer_habla en un tono de burla.

—Aunque hagan la limpieza de todo el edificio no se van a librar de la charla y el castigo_respondo alzando la voz para que ellas me escuchen_¿qué hora es?_pregunto con la boca llena.

—las ocho y media de la mañana.

—es muy temprano, ¿mi hija no se ha levantado?

—dijo Flora antes de salir que estaba profunda, creo que se levantará tarde_habla Haimi por primera vez en la mañana.

—¿A dónde fue?_pregunto a Culebra.

—A hablar con Dave y Carolina_me responde. Mierda, ¿ya se va a preparar?

—¿Quienes son...?_empieza a preguntar Crisbel pero Haimi la interrumpe.

—Nosotras ya nos vamos para que hablen de sus cosas, permiso_dice empujando a Crisbel la cual protesta.

—Niña metiche_habla Culebra cuando las dos se encierran en su cuarto.

—Estará asustada, no le hemos contado todo, aunque si la mayoría.
Ella aceptó vivir en este riesgo_le contesto mientras me levanto a lavar el plato.

—Debería aceptar que en esta vida de peligro mientras menos se sepa más posibilidades tienes de vivir_responde seriamente.

—¿me llevaste tú a tu cuarto?_pregunto cambiando de tema. Él solo asiente con la cabeza_¿dónde dormiste?

—en el sofá_responde. Miro hacía allí y veo una manta doblada.

—no tenías porqué hacerlo.

—¿hacer el qué?

—dormir en el salón para yo dormir en tu cuarto.

—no fue molestia, enserio_contesta acercándose a mi por la espalda.

—pues gracias_digo alejánme y sentadome en el sofá.

—¿estás estresada?_me pregunta.

—un poco.

—¿qué es lo que te preocupa?? ¿Él?

—me preocupa absolutamente todo. Tengo el sentimiento de que venir aquí no ha sido una buena idea, quizás habernos ido a otro país aún más oculto hubiera sido lo mejor_respondo sincera_aunque él también es una preocupación. Josephine pregunta por él y porqué no lo conoce, si tan solo supiera que él no es su padre... Eso le rompería el corazón, es pequeña, pero no tonta.
Lo que no quiero es que sea consciente de su concepción, desgraciadamente salió a su tía, la condenada es astuta y madura para su  edad.

—no sé hasta que punto eso sea bueno_me interrumpe sentándose a mi lado.

—es horrible.
Nadia, quiero decir, Haimi, tuvo que madurar aún más pronto por su infancia, lo que vivió es traumatico para cualquiera. Más de una vez ella estuvo presente cuando me violaban, sinceramente creo que eso nunca se le borrará de su mente.
Y ahí entra la otra preocupación, no quiero que ella se sienta culpable de nada, solo era una niña por Dios... Y mi deber era protegerla para que nadie le tocara un pelo.
Pero tampoco quiero que le eche la culpa a nuestra madre, yo era muy pequeña cuando mi madre nos dejó allí, en aquel momento no entendía porqué lo hacía pero ahora lo sé_la imagen de aquel día se reproduce en mi cabeza como si hubiese pasado ayer...

-Mami no quiero nos dejes aquí_dice una niña llorando en la entrada de una gran casa. Ella es pequeña, pero sabe lo que es, es una casa para niños sin padres.

-Amor mío, yo no quiero dejarlas aquí, pero tienes que entender que es por tu bien y el de tu hermanita_responde una mujer de unos 23 años de ojos azules tristes y vacios.

-Pero mami, yo te tengo a ti, yo si tengo una mamá y Nadia también _soslloza esa niña de ojos marrones y pelo castaño igual al de su madre.

-ya lo sé cariño, pero aquí podrán encontrar una madre y un padre que te quieran tanto como yo. Ellos les darán lo que yo no puedo_llora la joven madre mientras responde. Ella nota como su corazón se parte en mil pedazos cuando dice esas palabras. Ella ama a sus hijas con todo su corazón, daría la vida por ellas, sin embargo sabe que no puede darles la vida que se merecen_prometeme que protegerás a tu hermana siempre Kassia, tienes que proteger a Nadia de todo peligro y por nada del mundo dejes que te separen de ella_dice limpiandose las lágrimas mientras mira a la bebé rubia de ojos azules igual a los de ella, aunque estos reflejan inocencia.

-te lo prometo mami. Tú prometenos que nunca nos olvidarás y que vendrás a buscarnos.

-lo prometo cariño. Ahora cuando me vaya, toca la puerta cuando ya no me veas en el camino, no le digas a nadie mi nombre y protege a tu hermana y cuidate, no dejes que nadie te haga daño a ti tampoco. Por favor, no olvides que las amo y que son lo mejor de mi vida_le da un beso el la frente a cada niña y se marcha mientras sus lágrimas ruedan por sus mejillas.

La poca humanidad que tenía, el motor de su vida, lo que la hacía humana ahora ya no estaba. Lo tuvo que dejar a su suerte en un orfanato porque no podía darles las vidas que sus hijas se merecían. Desgraciadamente, aquella mujer no sabía que por sacar a esas dos niñas de un infierno, las acababa de meter en uno peor aún.

—mamá era una mujer de la calle, vivíamos en una habitación de alquiler mohosa y demasiado pequeña para las tres. A veces no teníamos para comer y aunque ella podía darle el pecho a Nadia sabía que no era bueno.
El poco dinero que ganaba vendiendo su cuerpo, la mitad era para la casa donde trabajaba y la otra mitad para el alquiler del cuarto. Solo a veces tenía dinero de sobra para darme de comer a mi ya que ni siquiera alcanzaba para las dos.

—tu madre solo quiso darles un futuro mejor a ti y a tu hermana. Me sorprende que no le guardes rencor por abandonarte, tienes un corazón muy noble. Es admirable.

—¿como le voy a guardar rencor a una mujer que luchó por darme una vida hasta que no pudo más? Aún tengo la esperanza de que venga a buscarnos_respondo y una lágrima rueda por mi mejilla.

Prométeme que nos buscarás mamá.

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Espero que les haya gustado el capítulo.

Perdón por tanta tardanza.
Díganme si quieren que les deje mi ig en el cual estoy más activa, pero recuerden que sería desvelar mi identidad.

Recuerden votar y compartir.

Besossssssss😘😘😘😘😘😘