012

674 49 12
                                    

Termino de desayunar y lavo los platos bajo la atenta mirada de Culebra.

—Creo que debería de llamar ya a las chicas_le comento.

—Creo que deberías de descansar un poco, estás cansada y lloraste mucho. ¿Por qué no te duchas? Si quieres te dejo otra vez mi ropa. Me gusta como te queda.

Eso último que dice me hace darle una sonrisa traviesa y un escalofrío recorre mi cuerpo.

—está bien_ respondo y camino hacia su cuarto sintiendo sus pasos cerca de mi.

Cuando llegamos me deja una camiseta de manga corta y unas bermudas junto a otro par de boxers nuevos.

—te voy a acabar dejando sin ropa interior_digo a modo de burla.

—si eres tú quien me deja sin ella no me importaría, princesa_responde coqueto.

—bueno, me voy a duchar. Gracias por la ropa_le digo roja como un tomate. ¿Qué me pasa?

Salgo corriendo del cuarto y entro al baño rápidamente.
Me ducho refrescando mi cuerpo y cuando salgo de la ducha para vestirme me doy cuenta de que no traje la ropa.

Salgo del baño con una toalla blanca cubriendo mi cuerpo y mi pelo húmedo cae sobre mi espalda.
Cuando llego al cuarto de Culebra él no está asi que supongo que se habrá ido y cierro la puerta para cambiarme ahí.
Dejo la toalla caer y lo primero que hago es ponerme la camiseta y justo en ese momento la puerta se abre dándome un susto. Es Culebra.

—PERDÓN, PERDÓN_dice rápidamente tapándose los ojos.

—Culebra, estoy vestida no te preocupes_respondo riendo.

—tendría que haber tocado, lo siento.

—yo no tendría que estar vistiendome en tu cuarto. Es mi culpa no te preocupes_digo terminando de ponerme los boxers.
Me siento en la cama y él se sienta a mi lado_¿dónde estabas?

—Curiosa me salió la muchacha_responde burlón y yo le doy con mi hombro_ayy me ha dado... Eso es falta, pido el var_dice tirándose a la cama dramático y yo me río.

Tira de mi brazo y caigo sobre su pecho también riendo.

—¿sabías que eres preciosa?_dice de la nada y levando la mirada para responder.

—dime algo que no sepa.

—me gustas.

Eso me deja paralizada encima de su cuerpo y él solo me observa esperando una respuesta.

—yo... Yo..._titubeo sin saber que responder

—perdón, la he cagado. Tu corazón aún pertenece a él. No te preocupes, no te sientas en un compromiso_ dice intentado levantarse y apartarme de su lado pero no lo dejo.

—no tienes porque pedir perdón Culebra, mi corazón ya no pertenece a él. Mi corazón hace mucho que no tiene dueño y dudo que lo necesite_respondo sincera.
Es mejor hablar esto y resolver la tensión cuanto antes.

—está claro que no necesitas un hombre en tu vida pero si tan solo me dieras la oportunidad...._su boca cada vez está mas cerca de la mía y nuestras narices se rozan.

—hazlo, bésame_digo invadida por el calor que recorre mi cuerpo. Es un calor que nunca antes había sentido.

Él me besa lentamente y respondo dejando que su lengua entre a mi boca y ambas jueguen. El beso de un momento a otro se torna rápido y mis caderas se mueven solas sobre él exigiendo más.

—joder Astrid_gime Culebra mientras sus manos aprietan mi cintura.
Rápido me levanto para cerrar la puerta y volver a su cama.

Me vuelvo a sentar sobre él y lo sigo besando necesitando más de él.
Su boca ahora está en mi cuello lamiendo, chupando y mordiendo de una manera inexplicable haciéndome gemir.

—shhh, hay que hacer silencio_dice mirándome a los ojos y levantando un poco la camiseta_¿puedo?_pregunta antes de quitármela y yo asiento con mi cabeza.

Alzo mis brazos y me quita su camiseta lentamente sin apartar su mirada de la mía dejando mis pechos expuestos y solo con sus boxers puestos.
Me levanta para dejarme tumbada sobre la cama y se quita su camiseta para volver a besar mi boca, esta vez más lento.
Su boca va bajando por mi mentón y para en mi cuello para centrarse un poco ahí, sigue bajando hasta llegar a mis pechos robandome un suspiro, continúa bajando por mi abdomen, cierro los ojos y un flashback pasa por mi mente.

—Sueltame por favor_suplico mientras él sigue besando mi abdomen de una manera asquerosa mientras mis manos y piernas están siendo atadas por sus amigos.

—No bonita, te has portado muy mal y debes merecer tu castigo_responde bajando mi ropa interior dejándome totalmente mente desnuda y a su merced.

—No quiero, por favor_lloro y pataleo para librarme pero es totalmente inútil.

—no quiero_digo antes de que Culebra baje la ropa interior.
Noto como las lágrimas caen por mis mejillas y rápidamente me encojo tapando mis pechos e intentando tapar mi cuerpo semidesnudo_no quiero, no quiero por favor_vuelvo a suplicar llorando.

Aún no estoy preparada.

—shhh, no pasa nada, está bien. Si no quieres no te voy a obligar Astrid, yo nunca de obligare_dice en voz baja tratando de tocarme para calmarme pero mi cuerpo reacciona solo y me alejo de él.



Culebra

Me duele su reacción cuando la intenté volver a tocar, me duele saber todo el daño que le han causado. Está rota.

Cojo la camiseta que está en el suelo y se la paso pero ella no la coje, sigue llorando en silencio.

—Astrid, déjame ponerte la camiseta otra vez. Si no quieres que te la ponga yo está bien, si quieres que me quede está bien y si quieres que me vaya también está bien_digo tratando de calmarla con mi voz.

Ella alza su cabeza mirándome con sus ojos tristes y rojos de llorar rompiendome el alma.
Con una mano se tapa los pechos y con la otra recibe la camiseta.

—No mires, por favor.

Inmediatamente le doy la espalda para respetar su intimidad.

—ya puedes mirar_dice dándome paso para volver a girarme hacia ella.

—¿quieres un vaso de agua?_pregunto.

—no gracias, me voy a mi cuarto_responde y se va rápidamente dejando la puerta abierta.

Me tumbo sobre mi cama procesando lo que acaba de suceder.

Fue mi culpa, todo fue demasiado rápido, no le di tiempo a pensar.
Doy un puñetazo a la cama y oigo unos pasos en el pasillo que me ponen en alerta.

—¿por qué salió corriendo y llorando de aquí? ¿Qué coño le hiciste?_pregunta Flora entrando a mi cuarto y cerrando la puerta.

—te prometo que no le hice nada, pare cuando ella me lo pidió_respondo rápidamente.

—oyeme bien Culebra, tú le llegas a hacer algo que no quiera o sigues cuando te diga que pares... Te juro por mi madre que te meto una bala en la puta cabeza_dice con odio y rabia.

Yo solo asiento con mi cabeza y ella se gira dispuesta a marcharse_por cierto, tenemos negocio con Adley_dice por último y se va de mi cuarto cerrando de un portazo.




FÉNIXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora