DESCARTES

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EPISTEMOLOGÍA Y METAFISICA

Considera de gran importancia usar el método adecuado con el fin de dirigir bien la razón. A su juicio, dicho método contiene cuatro reglas esenciales. Según la regla de la evidencia, no se ha de admitir como verdadero nada que no se conozca con evidencia, es decir, con claridad y distinción; la regla del análisis dice que se debe dividir todo problema en sus partes mas simples; la regla de la síntesis ordena conducir ordenadamente el pensamiento desde lo simple hasta lo compuesto; por último, la regla de la enumeración aconseja enumerar y revisar todos los pasos para comprobar que no se ha omitido nada ni cometido ningún errror. Los únicos modos de conocimiento válidos son la intuición de las naturalezas simples y la deducción del resto de las verdades a partir de ellas.

(Duda metodica) Por este motivo el saber debe fundamentarse en verdades primeras absolutamente evidentes. Con el fin de eliminar toda opinión que no sea evidente ni se deduzca de otra que si lo sea. Descartes somete todas las creencias al proceso de duda metodica. Esta consiste en examinar todas las creencias y rechazar como falsas todas aquellas acerca de las cuales quepa alguna duda. Para ello propone una serie de argumentos con el fin de poner en duda los fundamentos de todas las opiniones en general. En primer lugar, observa que ya que los sentidos nos han engañado alguna vez, pueden engañarnos siempre, y por tanto no hay que fiarse de los razonamientos. También afirma que la falta de criterios para distinguir el sueño de la vigilia nos impide creer en la realidad del mundo. Por ultimo, hasta las verdades matemáticas son puestas en duda porque puede ser posible que dios quiera que nos equivoquemos o que haya un genio maligno que nos engañe haciendo que algo falso nos parezca verdadero.

(La existencia del yo) La aplicación de la duda metodica conduce al descubrimiento de una verdad indudable «pienso luego existo». La evidencia inmediata del propio pensamiento es, pues, la primera verdad sobre la que debe fundarse todo el sistema del saber.

(La existencia de dios) Tras el descubrimiento de esta primera verdad, únicamente se conoce con certeza que existen el yo y sus ideas. En relación con estas hay que distinguir entre su realidad formal y su realidad objetiva. La realidad formal de mis ideas es su existencia como actos mentales mios , mientras que su realidad objetiva consiste en ser representaciones de algo distinto de mi. Entre las ideas presentes en la conciencia se encuentra la idea de una sustancia infinita y perfecta a partir de la cual se puede probar la existencia de dios. El primer argumento parte de la idea de que Dios representa una sustancia infinita y perfecta. El yo finito e imperfecto no puede ser la causa de la idea de Dios. Luego debe existir un ser infinito del que proceda dicha idea. El segundo argumento afirma que si yo me hubiera producido a mi mismo me hubiera hecho perfecto e infinito pero como yo soy finito e imperfecto, la causa de mi existencia tiene que ser una sustancia infinita y perfecta, es decir, Dios. Por ultimo, Descartes sostiene una tercera demostración de la existencia de Dios que se considera una versión del argumento ontológico. Según dicha demostración, la idea de dios representa un ser cuya esencia es consiste en la perfección. Puesto que la existencia es una perfeccion, pertenece necesariamente a su esencia, por lo que Dios existe necesariamente.

El siguiente paso en descartes es la demostración de la existencia del mundo fundada en la existencia de Dios. Si Dios es veraz, inmutable e infinitamente bueno, no puede permitir que mis facultades me engañen. De esta manera, la existencia de Dios garantiza que las ideas claras y distintas se corresponden con un mundo o realidad distinta de la conciencia. En principio, parece haber tres clases de idear: las ideas adventitivas son aquellas que parecen provenir de la experiencia externa, las facticias son aquellas que son construidas a partir de otras ideas, y las innatas son ideas que se encuentran en uno mismo junto con la conciencia. Todas las ideas que poseen claridad y distinción son, en realidad, innatas, impresas por dios en el alarma, de modo que queda garantizada su verdad. En cuanto a los errores que cometemos, tienen su origen en el mal uso de la voluntad libre, no son causados por dios.

(La sustancia y sus clases) Las ideas que poseemos son ideas de sustancias, atributos y modos. La sustancia es aquello que existe por sí mismo y no necesita ninguna otra cosa para existir. Según este autor, existen tres tipos de sustancias: la sustancia infinita o Dios, las sustancias finitas pensantes o almas y las sustancias finitas extensas o cuerpos.

(La física cartesiana) Las sustancias extensas son el objeto de la física cartesiana que se deriva de su filosofia primera. Para Descartes solo la extensión y los modos relacionados con ella son cualidades primarias, es decir, propiedades reales y objetivas de los cuerpos; en cambio las otras propiedades son cualidades secundarias o subjetivas.

ANTROPOLOGÍA

(El dualismo cartesiano) En cuanto al yo, es una sustancia pensante , independiente del cuerpo, pues no necesita de este para existir. El alma y el cuerpo son dos sustancias claramente distintas. Descartes defiende un dualismo antropológico radical. Sin embargo, el ser humano es la unión de un cuerpo y un alma que interactúan entre ellos.

(El libre albedrío) En cuanto a las facultades propias del alma, Descartes las reduce al entendimiento y la voluntad. Opina que es evidente que la voluntad humana es libre, sin embargo, la libertad no consiste en la elección de forma arbitrarea, sino en que la voluntad elija lo que propone el entendimiento como bueno y verdadero.

ÉTICA

Descartes establece una «moral provisional».La primera regla es obedecer a las leyes y costumbres del país en el que se vive. La segunda consiste en ser firme en las decisiones tomadas una vez que se han adoptado a pesar de que sean inicialmente dudosas. Y la tercera aconseja modificar los propios deseos en vez de querer cambiar la realidad o la fortuna. En conclusión, Descartes afirma que la mejor ocupación es dedicarse al conocimiento de la verdad y al cultivo de la razón. Para ello, no es necesario suprimir totalmente las pasiones, basta que estas sean dominadas por la razón para que el hombre de mantenga dueño de sí mismo.

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