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Soltó un suspiro mientras abría sus ojos lentamente y se acostumbraba a la claridad de la habitación, tomo toda su fuerza para incorporarse y quedar sentado en la orilla de la cama. Tomo su celular dándose cuenta de la hora que era, 7:26 era realmente tarde; salto de la cama para ir hasta el baño.

Salió ya con el uniforme puesto, tomó su mochila junto a su celular mientras caminaba rápidamente hacia las escaleras. Desayunaría en la hora de descanso ya que no le quedaba tiempo suficiente, caminaba apurado por aquella ruta de siempre.

Doblo la esquina para luego verle mientras sonreía. —Lo siento, ¿te hice esperar?. Habla apenado mientras ambos comenzaban avanzar.

—No, solo fueron dos minutos. Murmuro mientras sonreía levemente, cada mañana cuando Diego despertaba era esperado por Roberto al doblar la esquina de su colonia. Ambos mantenían distancia e iban en un silencio agradable.

Después de varios minutos caminando llegaron al colegio donde varios alumnos entraban y otros salían, Diego visualizo a sus amigos quienes conversaban pero callaron al ver le. —¿Quieres ir con ellos?. Hablo Roberto mirándole para luego sonreír y sus ojos se cerraban.

Estaba apuntó de responder pero la campana se hizo presencia dando inició a la primera clase, se despido rápidamente de el para luego avanzar apurado hasta su salón. Una vez entrando todos posaron su vista en el, no le importaba ya que desde hace mucho le miraban y hoy no seria la excepción.

Avanzo hasta su puesto el cual era la ultima fila hasta el fondo cerca de la ventana, pasaron unos instantes para que entrase el profesor de geografía y todos los alumnos incluyendo el hicieran una bienvenida para el mayor.

Sin que nadie sospechara tomo su celular colocándolo debajo de su pupitre, donde comenzó a mirar la galería la cual estaba repleta de fotos de el junto a Roberto donde salían abrazados o dándose besos. Sonrió recordando aquellos momentos.




El timbre sonó dando inició la hora del almuerzo, dejo sus cosas en su lugar para después ir hasta la cafetería donde compraría un sándwich junto con una botella con agua. Termino de pagar para luego dar vuelta sobre su cuerpo y fijar su vista en aquellas personas en particular, aquellos que por alguna razón dejaron de hablarle.

Decidió no tomarle importancia y proseguir con su camino de siempre, salio del colegio para ir hasta el campus donde a unos metros había un árbol mediano y debajo de este se encontraba Roberto descansando con un libro encima de su rostro tapándolo completamente.

—Pensé que no vendrías. Murmuro sin quitar el libro, Diego se sentó a su lado pero manteniendo distancia aun. —Lo siento, había mucha gente...Hablo para después dar un mordisco al sándwich mientras miraba hacia enfrente.

Era lo mismo de todos los días, cuando era la hora descanso, Diego terminaba de comprar su almuerzo para luego ir hasta el árbol mediano donde yace un Roberto descansando con un libro en su rostro. Era agradable estar con el y casi siempre ambos dormían en esos minutos libres.

Escuchó el timbre sonar y bostezo un poco para luego darse cuenta que Roberto le miraba sonriente. —¿Desde cuando estas ahí?. Pregunto algo des concentrado, este solo alzo sus hombros en son de respuesta.

Se despidió de el ya que tenia que ir a la siguiente clase que era Artes con la profesora Mónica, quería que ese día terminase lo antes posible pero era apenas Lunes. Después de tres horas por fin era momento de ir a casa, tomo su mochila mientras se disponía a salir del salón.

Una silueta conocida miro a su lado dándose cuenta que era Roberto quien le esperaba, sonrió mientras ambos cambiaban por aquel pasillo para salir del colegio. Nuevamente miro a sus amigos quienes no dejaban de verle.

Miro de reojo a Roberto quien seguía mirando hacia el frente, sonrió mientras tomaba su celular y se dispuso a tomar una foto de este distraído. —¿Qué haces?. murmuró mirándole sin dejar de caminar.

Diego simplemente no respondió, le ponía feliz saber que tenía una nueva foto del pelinegro en su celular; llegaron aquella ruta de la mañana, se detuvieron para después ser Diego quien hablo. —Nos vemos mañana, ten cuidado. Finalizó esperando una respuesta pero simplemente observo como el pelinegro movía su mano en son de despedida mientras se alejaba de el y terminaba por desaparecer de su vista una vez dobló la esquina.

Sonrió y emprendió el camino hasta su casa donde una vez entro, dejó su mochila en el sofá y se acercaba hasta un pequeño marco donde en este había una foto de el junto a Roberto donde ambos se miraban fijamente a los ojos sin dejar de abrazarse y sonreír.

Suspiro y avanzó hasta el sofá donde cayo rendido por el cansancio mientras aun sujetaba aquel marco negro.

❝H O L D O N❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora