Fue mi culpa cuando aquel día te rompiste por soportar tanto dolor.
Fue mi culpa no haber dado más de mi para calmar mis demonios.
Y te perdí, así como el sol se pierde en el mar al llegar él atardecer.
Te perdí como los árboles pierden las hojas en otoño.
Fue mi culpa y te perdí, ahora me toca aprender a respirar sin ti. No voy a morir, más prefiero eso a dejar de tenerte a ti.
ESTÁS LEYENDO
En La Mente De Un Poeta
PoetryEn el camino de la vida los pensamientos juegan un papel fundamental, más si vienen del alma fluyen de forma natural. Este es un pedacito de mi para ustedes, espero sea de su agrado.