꒷꒦ 𝐖𝐇𝐈𝐒𝐏𝐄𝐑𝐒 ; hyunin

once

...

El realmente no quería herir a nadie, pero inconscientemente ya lo había hecho, estaba dañando a dos personas y una de ellas era Jeongin, el chico que le gustaba desde hace mucho, su mejor amigo.

No había podido declarar correctamente sus sentimientos y termino enrredandose en una mentira, una que en ese preciso momento le cayó como balde de agua fría, dándose cuánta que las mentiras tarde o temprano se saben.
Tenía frente a el una chica, una bella chica; gritándole, reclamándole, todo esto mientras lloraba.

Hyunjin, sentía un vacío en la boca de su estómago, las ideas en su cabeza no se aclaraban por más que lo intentará. Permanecía callado, totalmente quietó, con los ojos fijos en los castaños de la contraria. Sentía que si decía algo o se atrevía a interrumpirla empeoraría la situación actual, que ya de por si, no le favorecía para nada.

— ¡YO REALMENTE ME ENAMORE DE TI! — ese grito fue el único que quedó claro en la cabeza de Hyunjin.

Yo realmente me enamore de ti...
Me enamore de ti...
De ti.

Mierda.

Cerró sus ojos con fuerza y suspiro.
¿Qué era lo que se hacía en estos casos?
¿Cómo podía calmarla? Al mirarla a los ojos lo único que podía ver era un corazón y Miles de ilusiones rotas, sabía cómo se sentía eso, tal vez era por eso que estaba dejando que le gritaran en la cara, quería que se desahogara por completo con el causante de su dolor.

Porque ciertamente era su culpa, el la había enrredando en su mentira sin siquiera estar conciente de como se sentiría ella.

Pero algo que debían tener claro es que esto no es una película, Hyunjin no se enamoraría de ella solo porque le estaba ayudando a ocultar sus verdaderos sentimientos hacia alguien más.

Eso no pasa, por lo menos no llega a ser recíproco.

— Jisoo... — por fin hablo. Abrió sus ojos y la miro fijamente, pero está no parecía querer parar de gritarle. — ¡JISOO, ESCÚCHAME! — se había arrepentido de subir la voz, pero era necesario.

La castaña se detuvo un segundo, mirando al causante de su corazón roto y espero a que dijera lo que tenía que decir, pero ya se hacía una idea, no quería escucharlo, ya no.

— Tu no me gustas, desde un principio lo deje claro — la sujeto de los hombros cuando está intento caminar e irse, un intento de ya no escuchar esas dolorosas palabras  — Creeme que si dependiera de mi me hubiera enamorado de ti y no de tu hermano... Pero no puedo controlar mis emociones, lo que siento.

Jisoo, comenzó a lagrimear de nuevo. ¿Por qué había sido su hermano y no ella? No quería ser la mala del cuento y no permitir que por su culpa y sus sentimientos ellos no  pudieran estar juntos, pero Hyunjin no ayudaba.

Le había pedido que fingieran ser una pareja; citas, regalos, besos.

Todo había parecido tan real.
Era una idiota por confiar en que se enamoraría al igual que ella de el.

— Nunca quise hacerte sentir mal, lo juro — estaba desesperado, nunca quiso que esto llegará a mayores, pensaba que fingir una relación seria fácil, pero las emociones siempre terminan traicionandonos. — Lo siento mucho, pero no puedo corresponder tus sentimientos.

Eso había sido todo.
Soltó el agarre que tenía en sus hombros y con una última sonrisa la estaba dejando, dejo a la pobre chica que había sido tan buena con el ¿Por qué no se había enamorado de ella? ¿Hubiera sido más fácil?

— Terminamos — pronunció más para el que para ambos. La castaña bajo la mirada y asintió — terminamos con esta mentira.

No podemos saberlo, porque por más que quieras cambiar lo que sientes, no se puede, no podemos controlar lo que sentimos, de quienes nos enamoramos.

Las mentiras son decisiones con intenciones.

Pov. HyunJin

Un denso manto de nubes cubre seul esa mañana, la pálida luz del sol lo atraviesa como un faro en medio de la niebla.

Recuerdo que hace algunos años escuché sobre el cuento "Pedro y el lobo" era una pequeña historia la cual tenía como moraleja el no mentir, ya que cuando digas la verdad nadie te creerá.
Pero en este momento todo mi cuerpo gritaba "¡EL LOBOOOO! ¡LOBO! No es una ave o avión ¡ES UN MALDITO LOBO!"

Estaba empezando a sentir náuseas y temblar bajo el uniforme de deportes que llevaba ese día.
Y ¿Qué pasaba? Nada fuera de lo normal; Jeongin y yo en el patio de la escuela, mientras apreciamos la vista que aquel día parecía ser un tanto grisasea y sin color.
Pero el pelinegro había echo una pregunta.

"¿Estamos saliendo, hyung?"

Soy demasiado malo para poder dejar claro lo que siento y quiero, así que jamás pregunté si el quería tener una relación conmigo y formalizarla.

Basta, estás poniéndote paranoico.
¿Lo estoy? Claro que sí; así soy yo. Pero ¿Estoy poniéndome paranoico en exceso?

Probablemente sí.

— Si no puede contestar a eso, está bien, hyung — Jeongin sonrió, dándose cuánta de la guerra interna que había comenzado a tener, más sin embargo su rostro también demostraba un poco de decepción.

El lobo — susurro la voz de mi cabeza.

— Aún no — ¿Aún no? Bueno, realmente aún no. Siempre quise que pedírselo fuera especial.

¿Especial? Especial tiene un significado diferente para cada persona. Ahora estaba alterandome más, estaba pensando demasiado.

— ¿Qué quiere decir, hyung? — me preguntó, encorvado una ceja.

La respuesta se estanca en mi garganta, pero después de unos segundos, hablo. — Pronto sabrás, Innie — me acerque a su oído y susurré — te quiero.

Me separé de él y pude ver cómo sus mejillas se teñían de un lindo rosa. La campana sonó y ambos tuvimos que volver a clases. No saber qué responder a esa pregunta me hizo sentir mal. 

"¿Estamos saliendo, Hyung?"

Pude decir que sí, pero ¿No habría sido demasiado fácil? ¿Simple? Pronto encontraría la forma "especial" terminar mi declaración y ahora sí poder contestar con un sí a esa pregunta.

Espero tengan un buen día/ tarde o noche

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