Capítulo único

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Severus Snape la había cagado a lo grande, y de la peor manera, con sus actos había demostrado lo que los merodeadores decían sobre él, que era una persona despreciable, era cierto, y la única persona que desmentía eso, la acaba de ofender llamándola de una manera tan horrorosa, había corrido a pedirle disculpas casi de rodillas, pero ella no había aceptado, no quería sus excusas, sabía que la había herido y no por el insulto en sí, sino por él habérselo dicho, eran amigos, pero no se había comportado como tal, y lo peor es que su mayor enemigo James Potter tenía cancha libre con ella, estúpidamente se consolaba diciendo que aunque quisiera el corazón de ella nunca le iba a pertenecer.
Había pasado días desde el incidente "Sangre sucia", cada vez que veía a su hermosa Lily le daban ganas de llorar y devolver el tiempo, pero lo hecho, hecho estaba, nada iba a solucionar con lágrimas, hizo lo que ella le pidió, no se le acercó, ni siquiera respiraba en su dirección.
Ella lo evitaba como la peste, cada vez que lo veía cambiaba de dirección, a pesar de las protestas de su estúpido corazón, lo amaba, eso lo sabía desde hace tiempo, pero la había lastimado llamándola con ese insulto, si otra persona le hubiera dicho eso, no le daría importancia, pero no, era él, el chico que siempre amó, el que fue su amigo desde niños, el que le mostró el hermoso mundo mágico, y lo más importante, su primer amor, su dignidad no la dejaba darle otra oportunidad, porque ¿Y si volvía a pasar?, ¿Si le volvía a romper su corazón?, no quería arriesgarse, así que decidió darle la oportunidad a su eterno enamorado, James Potter, salía con él, era divertido sí, pero cada vez que lo miraba a los ojos, añoraba el color negro como el carbón, cada vez que tocaba el cabello enredado de James, se imaginaba la cortina de cabello negro, que a simple vista parecía grasoso, pero al tocarlo era lo más sedoso que podía existir, Potter tenía siempre una sonrisa, con todos y para todos, pero se encontraba queriendo que solo sonriera por ella y para ella, cosa que hacía Severus, cada vez que James salía con un comentario gracioso, terminaba deseando los comentarios sarcásticos y venenosos que su Severus siempre tenía, siempre los comparaba, y lo peor fue, cuando la besó, en vez de concentrarse en el chico de lentes, se imaginó que era su mejor amigo, el que la besaba, y acabó dándose cuenta que estaba totalmente jodida, sus sentimientos eran más profundos de lo que pensaba, y al parecer su acompañante también se dio cuenta de eso.
~Lily es mejor que lo dejemos hasta aquí, tú estás conmigo, pero tu corazón no, para estar con alguien, debes entregarte en cuerpo y alma, y ambos sabemos que esas dos cosas, le pertenecen a otro~. Le dijo él con una sonrisa.
~Pero él no siente lo mismo por mí James~. Empezó a decir con lágrimas.
~Claro que sí, solo que no te has dado cuenta de eso, él te mira como si fueras una diosa, cada vez que está contigo, parece dejar su desagradable manera de ser, para convertirse en otra persona distinta, y todo por ti y para ti.
~Pero tengo miedo en que me vuelva a lastimar.
~Eso si no lo sé, y tú tampoco lo sabrás si no lo intentas~. Dijo él secándole las lágrimas.
Cualquiera que pasara vería a dos enamorados, dándose caricias y eso fue lo que vio Severus, dos personas que se querían, vio a su amada pelirroja con alguien que la iba amar y no la iba a lastimar, con lágrimas en los ojos, se marchó.
Habían pasado días, y ninguno de los 2 acercaban, en una tarde Severus iba corriendo a sus clases de transformaciones, se le había hecho tarde por quedarse dormido ya que había llorado lo suficiente como para abastecer de agua a Hogwarts por una semana, ahora por culpa de eso Macgonagall lo iba a ahorcar, iba tan rápido que no se fijó y chocó contra otra persona, fue a agarrarla por la cintura para que no se cayera, pero el destino como le encantan las bromas pesadas, hizo que ambos terminaran en el suelo en una posición que dejaba muuuuy poco a la imaginación de cualquiera que pasara y los viera, al darse cuenta que estaba arriba de la pelirroja se levantó rápidamente como si quemara, le tendió la mano para ayudarla a levantarse, tenía miedo de que ella lo mandara al diablo, pero sorprendentemente ella lo aceptó, y él aprovechó la oportunidad antes de que ella se fuera era ahora o nunca.
~Lily te extraño, me haces falta, por favor perdóname, nunca quise insultarte, por favor dame una oportunidad para ser de nuevo tu amigo.
"Amigo", una palabra con cinco letras tan inofensiva, pero a ellos les rasgaba el corazón, no tenían de otra, eran amigos y lo iban hacer siempre o eso creían ellos.
~Está bien Sev, seamos otra vez amigos~. Le contestó la chica con una sonrisa que ella esperaba no fuera forzada.
Ambos se dieron un abrazo, pero en el fondo estaban que pegaban gritos, tenían que fingir, fingir que se querían como amigos, fingir que se amaban como hermanos, fingir, fingir y fingir, como actores a los dos le irían bien, por la excelente actuación que hacen hacia los demás, incluso a ellos mismos.
Después de haber hecho las paces, su amistad era la misma de antes, se esperaban al finalizar de cada clase, iban a la biblioteca juntos, se comportaban como si nada malo hubiera pasado, un sábado, ambos habían quedado verse en el pueblo para ir juntos a las tres escobas a almorzar, iba caminando perdido en sus pensamientos, cuando una voz lo sacó de su ensimismamiento
~¡¡¡Severus!!!~. Gritó esa voz.
~¿Narcissa?
~Obvio tonto, quien más~. Le contestó la chica con una sonrisa enorme.
~¿Cómo estás?
~De maravilla, vine a traerte esto~. Le dijo dándole una invitación~, me voy a casar en verano con Lucius~. Le dijo mostrándole un anillo.
~Felicidades Cissy, me alegro por ti y por el oxigenado de Lucius, que oculto se lo tenía~. Le dijo Severus con una sonrisa sincera.
~Gracias Sev y pasaré por alto el insulto a mi prometido, nos acabamos de comprometer el fin de semana, pero dejemos de hablar de mí, y dime como te va con tu pelirroja.
~Bien en lo que cabe.
~¿Ya le dijiste?
~No
~¿Y cuando le vas a decir, cuando se case con Potter?
~Cissy no quiero arriesgarme a perderla ya casi pasó una vez, vuelve a pasar y me tiro de la torre de astronomía.
~No seas exagerado, pero tienes que arriesgarte, tu la amas, el que no se arriesga ni gana, ni pierde, es mejor que se lo digas y si ella no te corresponde, puedes estar con otra persona, y no vas a estar preguntándote, ¿Qué hubiera pasado si...?, la decisión está en tus manos cariño~. Y dicho esto le dio un fuerte abrazo, un abrazo que tanto necesitaba~, me tengo que ir, espero que me cuentes luego como te fue~, y dándole una sonrisa se marchó.
Él quedó parado pensando en lo dicho por su amiga, no vio a Lily en las tres escobas, pensó que seguro se le había olvidado así que se devolvió al colegio meditando en lo que iba a hacer.
A la semana siguiente Lily evitaba a su mejor amigo, otra vez, ella lo había visto abrazarse con una rubia, y sintió que su corazón se partía en millones de pedazos, así que para no seguir con la tortura a su corazón pediría intercambio a Francia, con sus notas no había problema de que la aceptaran, y esa misma tarde escribiría la carta a la directora. Mientras tanto en las mazmorras, Severus andaba de mal humor y más cuando Lily lo volvía a evitar, estaba revolcándose en su miseria, cuando Regulus Black lo levantó.
~Reg, ¿Qué sucede?
~Te tengo una noticia.
~¿Cuál?
~En si son dos, y no se cuál te va a desagradar más.
~Me estás asustando, dime de una vez.
~La primera es que estoy saliendo con James Potter, y la segunda es que Evans va a pedir intercambio para Francia y en este mismo instante está escribiendo la carta, así que si fuera tú la buscaría en estos momentos ya que tienes vía libre con ella.
~Reg ella no me quiere~. Dijo con tono lastimero. Le dolía que ella se fuera y ni siquiera se había tomado el detalle de decirle sino al contrario, lo estaba evitando.
~Si fueras Gryffindor, el fundador se estuviera revolcando en la tumba.
~Pero gracias a Merlín no lo soy.
~Pero eres una serpiente, y una serpiente aprovecha la situación, tú sabrás como hacerlo, ve y no hagas que el sombrero se arrepienta de haberte colocado en Slytherin.
Medito lo dicho y algo en su interior le gritaba que corriera tras ella... y lo hizo, se armó de valor, se levantó y corrió hasta la puerta, pero antes...
~¿Enserio Reg, de tantos hombres, tenía que ser Potter?
No esperó la respuesta de su amigo y corrió saliendo de la sala común, esquivó a todo el mundo, buscando esa melena pelirroja que tanto lo enloquecia, la buscó por todas partes sin encontrarla, decidió ir a la lechuceria y ahí la encontró, tan hermosa como siempre, ella lo miró a los ojos, ambos estaban perdidos en la mirada del otro.
~¿Por qué te vas Lily?~, le preguntó él saliendo del trance.
~No quiero estar aquí, me duele estar en este lugar.
~¿Por qué?
~¿Quieres una razón?~ empezó a gritar la chica~, está bien te la daré, te amo, te amo desde el primer momento en que te vi, y cuando te vi con esa chica rubia se me rompió el corazón, pero tú nunca me vas a amar como yo lo hago, por eso me voy~. Finalizó con el rostro lleno de lágrimas, y se encaminó hacia donde iba.
El chico no había escuchado nada desde que ella había dicho te amo, su corazón latía desenfrenado, sus pensamientos iban rápidos, hasta que su parte racional, lo hizo salir de su sueño y corrió tras ella.
~Si tú me amas, dame una oportunidad para amarte~. Le dijo él con esperanza en sus ojos.
~¿Qué?~. Ella estaba impresionada y no sabía si le habia escuchado bien.
~Dame una oportunidad para amarte, para amarte..., más de lo que ya lo hago, pero no como amigo o hermano, sino como el sol ama a la Luna, que a pesar de ser tan diferentes, su amor nunca a mermado, dame esa oportunidad y te prometo que nunca te voy a fallar.
La única respuesta que recibió, fue un beso de ella, un beso donde expresaba todo lo que sentía y había guardado por años.
~Si Severus te daré una oportunidad, o mejor dicho nos daremos una oportunidad.
Y se volvieron a unir de esa forma tan íntima, demostrando así que siempre vale la pena darse una oportunidad para amar y ser amado.

Dame una oportunidad para amarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora