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Pilar

  ─ Gracias  ─ Le dije al señor que dejó propina en una de las mesas.

Hoy estamos ayudando un poco más en el restaurante, que en el puesto de licuados. Hoy si hay mucha gente.

─ Eu Pilu ─ Me dice Agus y yo la miro ─ anda a la barra que hay alguien que pregunta por vos, de paso hacemos cambio ─ Le doy el delantal y salgo para subir las escaleras de madera llenas de arena.

─ ¿Que haces acá flaco? ─ Le digo a Joaquín, más conocido como mi ex, más conocido como el chico que me hizo cornuda y me rompió el corazón.

Básicamente, un pelotudo importante.

─ Pipi, mi amor ─ odio que me diga Pipi, me hace acordar a la boludita que decía "Hola Pipiiiii" ─ Te extrañé, ¿Podemos hablar? Te juro que este tiempo en el campo me hizo re bien, no sabes la falta que me hiciste.

Con Joaquín fuimos juntos al colegio, arrancamos a estar de novios a los dieciséis y cuando llegamos a sexto todo cambio, me pidió "un tiempo" para disfrutar de su último año a lo que se traduce como agarrarse a todas las minas habidas y por haber, me pidió perdón a lo que como una tarada le dije que podíamos volver, y cuando nos fuimos a Bariloche hizo lo mismo de comerse a todas las egresadas con la diferencia de que yo no me enteré hasta que me vine a vivir acá hace dos meses y ahí si lo saque cagando. Se fue al campo de su papá porque tincho siempre y veo que acaba de volver.

Y yo lo estoy por mandar de vuelta de una patada en el orto.

Suspiro fuertemente.

─ Nene, me gorreaste como con cuatro pibas en menos de quince días, un récord ─ Le digo y me pongo a atender a una nena que quería un jugo de naranja, me sentía muy incómoda, hice su licuado lo más tranquila posible mientras miraba y le hacía caras graciosas a la chiquita para que se ría y no se aburra, no parecía tener más de seis años, veía que al parecer sus papas la vigilaban desde una mesa cerca de la barra, le dibujé una mariposa en su vasito y se lo dí, me pagó justo y se fue sin antes darme las gracias y le sonreí ─ Además ─ Le digo acercándome al chico ─ ya no siento lo mismo Joaco, anda y chamuyate a una milipili para invitarla a tu quinta así me dejas tranquila, haceme el favor ─ Le digo mientras lavo una licuadora.

El se pasa para el otro lado de la barra ─ No te zarpes nene, estoy laburando, salí ─ lo empujé un poco para que salga, mucho caso no me hizo y agarró mi mano.

Había dos chicos que estaban jugando al piedra papel o tijera, sin dudas eran re infantiles, eran muy ajenos a la situación.

─ Por favor, una oportunidad más Pilar ─ Me mira a los ojos pero ya no le tengo confianza, le tengo mucho aprecio, pero no ─ estoy muy arrepentido, enserio te digo dejame quedarme, te ayudo y después vamos a casa y hablamos tranquilos ─

─Ubicate que es mi casa nene, la pagué yo solita ─ Le digo intentando que me suelte pero no lo hace y aprieta un poco más su agarre ─ soltame Joaquín, me vas a dejar marcado

─ Te dije que no, dale por favor ─ se acercó a mi.

─ No flaco ─ Cuando lo estaba por putear me interrumpieron.

─ Te dijo que la soltes compa, ¿No ves que la piba no quiere y encima tiene que laburar? ─ Los dos lo miramos

Mateo

─ ¡Qué calor, que calor! ¡Ooh eeh ooh! ─ Escuché.

Que carajo esta pasando, no sé.

Levante un poco la cabeza y vi a Camilo saltando arriba de mi cama, golpeando un tachito de basura de metal con una cuchara.

Lie To Me ; Trueno [Terminada✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora