Iyo

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Entró molesto a su habitación. Puso seguro por dentro esperando que nadie lo molestará en las próximas horas. Escuchó unos gritos por parte de su madre que duraron menos de dos minutos. Él ni siquiera respondió.
No quería discutir ¿pero por cuánto tiempo más tendría que hacerlo?

«Matrimonio arreglado»

No quería pensar en eso pero era imposible no hacerlo, su boda estaba a menos de tres semanas y por más que reclamará y gritará no conseguía nada ¿No era un adulto ya? Le gustaba pensar que era así, pero en realidad no lo era. Y no se trababa de su edad, eso ya no importaba. Siempre había sido un niño en las manos de sus padres, dos adultos que controlaban toda su vida; sin dejarlo estudiar una carrera que él quisiera, sin dejar que abandonará su hogar, sin dejarlo escoger a quién amar. Su vida estaba arreglada desde el momento en que su madre supo que estaba embarazada ¿Por qué él? Todos en la familia tenían el mismo destino. Su hermana mayor había sido obligada a casarse y su hermana menor tendría la misma desgracia en unos años más ¿Así funciona la vida de los grandes y ricos empresarios? No podía entender cómo para sus padres no era suficiente tener una de las industrias más grandes de moda y confección del país, siempre querían más y ponían la excusa de que querían dejarle a sus herederos un buen patrimonio. Iyo no quería nada de eso. No podía evitar llorar sobre su cama, era más que un matrimonio arreglado. Era ser tratado como un objeto.

Después de incontables lágrima Iyo quedó dormido en su habitación. Tuvo un sueño extraño que se había sentido tan real qué despertó con un grito ahogado. Miró la hora. El reloj de su teléfono marcaba la 01:17 PM. Pasaron tres horas desde la discusión que tuvo con sus padres. Su sueño había sido tan miserable como lo era su vida ¿debía aceptar vivir así para siempre? Estaba harto, no haría esa mierda nunca más. Salió de la habitación decidido. Esa noche se iría de su fastidioso hogar.

Iba a seguir el día como siempre y se iría de la casa por la noche, de esa forma nadie notaría su ausencia. Hubiera deseado poder irse sin más, pero sabía que antes tenía que hablar con sus hermanas para hacerles saber que él no aceptaría vivir esa vida nunca más y recomendarles que hicieran lo mismo. Los hermanos siempre habían sido unidos y él sabía que ellas lo entenderían.

Afortunadamente era viernes y ese día su hermana mayor estaba de visita en casa. Iyo se sentía muy mal por ella. Desde que la obligaron a casarse con el dueño de otro negocio ella ya no podía ir a trabajar, pasaba su día a día aburrida en una gran y silenciosa casa y los viernes iba a desayunar y platicar con su familia. Una cómoda vida que él estaba seguro que ella no quería. Pensó en ofrecerles escapar todos juntos, pero sabía que ellas no aceptarían. No era tan fácil como tomar las llaves e irse, si hubiera sido así él se habría ido mucho tiempo atrás.

Caminó hasta la habitación de su hermana menor, por suerte el pasillo estaba vacío y no tenía que cruzarse con su madre o con demás personas entrometidas. Tocó la puerta pero no hubo una respuesta, y como la puerta no estaba cerrada del todo decidió que podía abrir, se decepcionó al ver qué no había nadie allí. Hizo lo mismo con la habitación que solía usar su hermana mayor, pero también estaba vacía. Pensó que quizá estaban en el jardín o en la piscina y caminó hacia allá. Paso a paso se daba cuenta que en la residencia no había ningún otro ruido además de el de las aves de afuera. Era extraño, usualmente la casa nunca estaba en silencio. Siempre había gente de aquí para allá, trabajadores, amigos de la familia, y demás, pero esa vez no había nadie.

Cuando estuvo en el jardín confirmó que la casa estaba vacía ¿a dónde pudieron ir todos? No le molestaba no haber sido invitado, pero le parecía muy extraño ¿desde cuando habían salidas familiares? ¿Y por qué no estaban los trabajadores? No se angustió. Pensó que de esa forma era más fácil salir de allí, podría haberlo hecho, pero no quería irse sin despedirse de sus hermanas. Sabía que no iba a bastar con un simple mensaje de texto explicando a dónde fue.

Había perdido la oportunidad de hablar con las dos al mismo tiempo, suspiró decepcionado, eso no arruinaría sus planes. Tendría que ir a hablar con su hermana mayor después de cerrar su negocio y hablar con su hermana menor cuando estuviera de vuelta en casa.

Tomó su auto y se dirigió al local donde se encontraba su negocio. Tenía que haber abierto a las 02:00 pero debido a esa pelea no lo había hecho. Las dos chicas que trabajaban con él seguramente se habían ido al ver que pasaron los minutos y él no estaba allí. Las llamaría más tarde para hablar con ellas y explicar que ya no sería más su jefe. También quería liquidarles parte de su trabajo en caso de que ellas no quisieran seguir trabajando allí si había un nuevo jefe.

Dejar el negocio le daba nostalgia. No era porque amara ese lugar, quiza lo odiaba. Había sido un regalo de sus padres cuando termino la carrera, ellos habían dicho "Vas a empezar con esta tienda, pondremos trabajadores y empezarás a generar dinero" ¿a caso su vida iba a ser como jugar monopoli? Jinyoung no quería simplemente sentarse sin hacer nada. Era algo bueno por supuesto, pero sentirse tan inútil lo hacía perder los estribos. En lugar de solo aceptar un negocio en el que solo tendría que ir y cobrar, él decidió que sería parte del equipo de trabajo. Contrató a dos chicas sin experiencia y entre los tres encontraron una manera adecuada de mantener el negocio. Jinyoung cumplía sus labores como el administrador, contador, guardia de seguridad, etc; las chicas se encargaban de atender a los clientes y cobrar. Hacían un buen equipo. Jinyoung encontró en ese puesto la libertad que no le habían dado sus padres. Le gustaba quedarse en el mostrador mirando a través de la ventana como cientos de personas caminaban fuera de el edificio. Siempre habían nuevas personas que caminaban por allí, y también estaban las que regularmente lo hacían. Había conseguido vivir tantas experiencias a través de esas personas sin ni siquiera hablar con ellas. Con solo ver su caminar, su manera de hablar, la forma en la que reían; Jinyoung podía sentir que estaba vivo.

«Tal vez debería buscar trabajo como peleado de mostrador» pensó con una sonrisa mientras conducía su auto.

Iba tan sumergido en sus pensamientos que no se dio cuenta que en la carretera no había nadie además de él. Comenzó a sospechar que algo pasaba cuando llegó a la zona en donde se encontraba su local. Esas calles siempre estaban llenas pero ese día, un viernes como cualquier otro, no había nadie además de él.

¿Estaba soñando? O quizá el gobierno mando a evacuar a toda la ciudad por causa de algún extraño acontecimiento. Estaba muy confundido. La ciudad no parecía un caos como para que se tratará de una evacuación, además de que no era posible que lograrán que todos se fueran en tan solo cuatro horas. Tal vez no llevaba la mejor relación con sus padres pero estaba seguro de que no iban a dejarlo en un país en alerta roja.

Llegó a su negocio y miró la puerta. Siempre que las chicas querían comunicar algo dejaban notas adhesivas en la puerta de local ¿a caso no habían llegado para nada?
Entró a la tienda y se sentó en uno de los sillones de espera, tenía una sensación extraña asociada al ambiente que habia afuera. Sacó su célular en busca de una noticia, de mensajes o llamadas perdidas, pero no había nada Ni siquiera tenia señal o acceso a internet. Intentó utilizar el teléfono de la tienda y tampoco funcionó.

—¿Que demonios está pasando? —apenas pudo decir, aunque no había nadie cerca que lo escuchara.

La idea estaba ya sobre su cabeza y no podía creer que fuera posible. Debía ser una broma, o quizá seguía soñando ¿acaso murió? Idea  tras idea inundaba sus pensamientos, cada idea peor que la anterior. No pudo soportarlo más y salió corriendo.

—¡¿Hay alguien allí?! —gritaba calle por calle—. ¡¿Alguien me escucha?!

Recorrió varias manzanas hasta que ya no tuvo aliento. No obtuvo respuesta de absolutamente nadie. Ni siquiera un ruido que pudiera darle esperanza.

En medio de un parque vacío Iyo se dio cuenta de la realidad.

Estaba completamente solo.

Stuck With You ° JinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora