La basura del juego Otome

Quédate conmigo

Paso el tiempo y ya era momento de dirigirse a la academia de Roan, las personas que acompañarían a Cale, eran Ron, Beacrox, Choi Han, On, Hong, el vicecapitan Hilsman que sería llevado como su guardaespaldas y Hans el mayordomo que se encargará de los niños.

"Joven señorita el carruaje está esperando"

"Bien, Padre, Madre me marcho ya"

"Cuidate hija mia, trata de llamarnos lo máximo que puedas"

"Si alguien trata de denigrarte nosotros nos encargaremos"

"Listo"

Cale sin decir una palabra más se dio la vuelta para ver a sus hermanos menores.

"Escupelo" dijo Cale mientras observaba a Basen y Lily

"¡¡Quiero una espada!!"

"Lily"

"Bien, te conseguiré una"

"Gracias Unni"

" Y tu Basen"

Cale vio la vacilación en los ojos de Basen, que después de un momento fue interrumpido por sus palabras.

"Quiero una pluma, quiero administrar bien el condado"

Cale enboso una pequeña sonrisa con aprobación a las palabras de sus hermanos pequeños.

"Si, una espada y una pluma, son perfectos para ustedes"

Esas palabras hicieron que Basen y Lily se sonrojaran pero Cale no noto esto.

"Bien si eso es todo me voy"

"Cuidate Nona"

"Chao hermana mayor"

Cale salió de la casa y se dirigió al carruaje, allí estaba Choi Han esperando que Cale apareciera.

Cale iba en el carruaje con los niños y el mayordomo Hans. Ron, Beacrox, Choi Han y el resto de caballeros iban detrás del carruaje.

Así pasaron tres días viajando hasta que por fin llegaron a la capital, el lugar donde se iban a quedar era la mansion privada de la familia Henituse, no es una mansión muy grande pero la cantidad de decoraciones y lujos daban a entender que era una mansión de calidad.

Los sirvientes estaban nerviosos, su joven señorita conocida por ser arrogante estaba aquí, se iba a quedar aquí, solo espero que no cause problemas esos fueron los pensamientos de todos los sirvientes.

El mayordomo principal de la mansión se acercó a Cale.

"Un placer verla joven señorita, por favor permítame guiarla adentro"

Cale asintió con la cabeza, pero antes de moverse saco dos pequeños niños del carruaje, On y Hong tomaron la mano de Cale y empezaron a caminar junto a ella.

Los sirvientes quedaron asombrados al ver los dos niños pequeños que tomaban la mano de Cale con alegría.

-¿Son sus hijos?-

-Oh dios quienes son-

-¿Esclavos?-

-¿Los compro?-

-estan muy feliz como para ser esclavos-

Esos y más eran los pensamientos que llenaban sus mentes.

Pero tuvieron otra sorpresa al ver cómo un joven de pelo negro y ojos negros se acercaba a su joven señorita.

-¿Será el padre?-